En consecuencia, la Cueva de Ardales, un importante yacimiento prehistórico en la ciudad de Ardales, en la región andaluza de España, se encuentra en el Cerro de la Calinoria, a una altitud de 565 m sobre el nivel del mar, a unos 50 km al norte de la costa mediterránea. Foto: @Universidad de Cádiz.
La cueva fue descubierta en 1821 tras un terremoto que dejó expuesta su entrada. Investigaciones arqueológicas posteriores hallaron obras de arte neandertal de 66.000 años de antigüedad y restos funerarios neolíticos de 5.000 años de antigüedad. Foto: @Visit Costa del Sol.
Los neandertales entraron en la cueva hace más de 66.000 años y dejaron rastros de actividades simbólicas en las paredes. Tras ello, la cueva fue visitada repetidamente por el Homo sapiens hasta finales del Neolítico/Edad del Bronce. Foto: @Earth.
La cueva de Ardales contiene más de 1000 pinturas y grabados hallados en diversas superficies, como paredes, techos de cuevas, arrecifes, estalactitas y rocas derrumbadas. Foto: @SciTechDaily.
Los equipos arqueológicos también han encontrado restos humanos a lo largo de los años, lo que sugiere que la cueva fue utilizada por los antiguos humanos para enterrar a sus muertos en el Neolítico temprano. Foto: @ Visit Costa del Sol.
También se han encontrado en la cueva trozos de ocre, utilizados para pintar y, en ocasiones, como material ritual a lo largo de la prehistoria, así como dientes de animales perforados. Foto: @BuzzFeedNews.
Además, recientemente, arqueólogos de la Universidad de Cádiz, en colaboración con el Museo Neandertal de Colonia, excavaron una zona estratificada independiente en esta cueva. Foto: @UniversidaddeCádiz.
Como resultado, encontraron 13 conchas marinas con una antigüedad de entre 25.000 y 30.000 años en el suelo de la cueva. Foto: @Universidad de Cádiz.
Los arqueólogos creen que los habitantes del Paleolítico que habitaron esta cueva usaban conchas marinas para decorar sus cuerpos. Foto: @Universidad de Cádiz.
Las conchas se utilizaban para fabricar colgantes como adornos corporales. Cabe destacar que estas conchas no están disponibles localmente; pueden transportarse desde la costa hasta 50 km de la cueva de Ardales. Foto: @Universidad de Cádiz.
Otro hallazgo destacable, según señaló el profesor Juan Jesús Cantillo, de la Universidad de Cádiz, es la presencia en la cueva de una concha de vermétido, un tipo de caracol tubular poco común en el registro paleontológico español. Foto: @UniversidaddeCádiz.
“Resulta inusual encontrar 13 restos de conchas marinas en una cueva tan alejada de la costa y de una antigüedad tan antigua. Además, la cueva posee una gran importancia prehistórica, lo que la convierte en un yacimiento arqueológico importante y valioso para el estudio de la historia de la humanidad en Europa”, añadió el profesor Juan Jesús Cantillo. Foto: @Universidad de Cádiz.
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(Según heritagedaily/arkeonews)
Fuente: https://khoahocdoisong.vn/phat-hien-chan-dong-to-tien-dung-vo-so-lam-trang-suc-co-xua-post1546431.html
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