Preocupados por la prolongación del conflicto entre Rusia y Ucrania, muchos esperan que el presidente Donald Trump inste a todas las partes a congelar la guerra y sentarse a la mesa de negociaciones.
¿Logrará el presidente obrar un milagro y «regalarle algo a Rusia»? ¿Cuál es el camino a seguir para las negociaciones? Es difícil responder completamente a una pregunta tan compleja, pero podemos esbozar algunos puntos.
| ¿Instará el presidente estadounidense Donald Trump a todas las partes a congelar la guerra y sentarse a la mesa de negociaciones? (Fuente: Getty) |
La punta del iceberg
El conflicto en Ucrania es solo la punta del iceberg. Existe y existirá controversia sobre la causa y la naturaleza del conflicto. Sin embargo, las declaraciones de algunos líderes y las acciones de los miembros de la UE y la OTAN revelan sus objetivos e intenciones. Aunque intentan evitar actuar en nombre del bloque, la OTAN es la artífice y directora de la estrategia oriental para cercar, aislar, debilitar y desintegrar a Rusia. Han lanzado numerosos ataques por la espalda.
Kiev es la pieza clave en el juego que la OTAN y Occidente se han esforzado por crear. El problema de Ucrania se desencadenó con las protestas del Maidán hace más de diez años. El gobierno y el pueblo pueden justificar sus decisiones, pero las consecuencias son innegables. El cambio no es malo, pero lo que importa es para quién y cómo. De hecho, los países donde se produjeron las «revoluciones de colores» han caído en una prolongada inestabilidad, incluso en guerras civiles.
Para Rusia, una operación militar especial era imperativa para la seguridad y la supervivencia nacional. El nombre de la operación indicaba, en parte, que Moscú no había previsto completamente su complejidad y duración. Aprovechando el factor sorpresa, durante las primeras semanas el ejército ruso estableció una posición dominante en objetivos clave y en los alrededores de Kiev. Sin embargo, cuando Moscú retiró sus tropas, propiciando las negociaciones en Estambul, Turquía, la influencia del primer ministro británico provocó el fracaso de la operación. Se repitió la táctica dilatoria al estilo de Minsk II.
En esencia, el conflicto en Ucrania es una guerra compleja y generalizada en materia de seguridad, economía, tecnología, política , diplomacia, medios de comunicación y derecho entre la UE, la OTAN y Rusia. El conflicto plantea numerosas cuestiones relativas a la estrategia de defensa, el arte militar, las armas y los medios, entre otros, que requieren una revisión. Moscú también busca conectar, cooperar y fortalecer las relaciones con sus aliados y socios. En cierta medida, el conflicto es una manifestación concreta del choque entre el orden mundial unipolar dominado por Estados Unidos y Occidente (con sus correspondientes adaptaciones) y la tendencia a buscar un orden nuevo y más equitativo.
El conflicto en Ucrania toca importantes cuestiones geopolíticas, la competencia por intereses, las relaciones entre grandes países, la "estrategia hacia el Este" de la OTAN... Por lo tanto, poner fin al conflicto no puede limitarse a lo superficial, en unas pocas semanas o meses, sino que debe hacerse paso a paso, resolviendo la causa raíz, el "paquete completo" entre Rusia y Occidente, la OTAN liderada por Estados Unidos.
| En esencia, el conflicto en Ucrania es una guerra compleja y generalizada contra la seguridad, la economía, la tecnología, la política, la diplomacia , los medios de comunicación y el derecho entre la UE y la OTAN y Rusia. |
Los colores económicos son cada vez más claros.
Kiev es y seguirá siendo altamente dependiente de Occidente, por lo que, mientras el conflicto continúa, algunos países están pensando a largo plazo. «Quien invierte primero, invierte con inteligencia». El 16 de enero, el Reino Unido firmó un «acuerdo centenario» con Ucrania, demostrando el firme y duradero apoyo de Londres a Kiev. Se trata de una sólida cooperación en materia de seguridad y defensa, con una ayuda de al menos 3000 millones de libras esterlinas anuales durante el tiempo que sea necesario, para mantener a Kiev alerta ante Rusia, las reacciones internas y bajo la influencia de Londres. La presencia multifacética y a largo plazo del Reino Unido en Ucrania conlleva atractivos beneficios económicos.
Estados Unidos es el principal beneficiario. Detrás del paquete de ayuda se esconde el enorme beneficio del contrato de suministro de armas, un bien preciado no negociable (como confirmó el presidente Volodímir Zelenski). El presidente Donald Trump tampoco ocultó su petición a Kiev de que proporcionara minerales raros (litio, titanio, berilio, uranio, etc.) a cambio de más ayuda armamentística por parte de Washington. Kiev ya había incluido este factor en su "plan de victoria". Sin embargo, una parte significativa de estos recursos se encuentra en territorio controlado por Rusia.
Una vez que los beneficios sean elevados, Occidente no escatimará esfuerzos para obtenerlos. Sin embargo, el acuerdo, el tratado de intercambio entre Estados Unidos, Occidente y Kiev, también depende del modelo político-social y de las futuras instituciones de Ucrania. La economía es una moneda de cambio en la solución del problema ucraniano.
| Lugar del ataque con misiles rusos contra un edificio residencial en Poltava, Ucrania central, que dejó 11 muertos y 16 heridos. (Fuente: EPA) |
Estados Unidos no se rinde, ¿qué se puede y se debe hacer?
Estados Unidos inició y lideró la «estrategia oriental» de la OTAN, utilizando las herramientas y la participación del «ejército europeo» para debilitar al adversario, mantener su posición e intereses estratégicos globales. Por lo tanto, Washington no abandonó el tema de Ucrania, sino que lo resolvió a su manera, con un bajo coste pero con gran eficacia en muchos aspectos.
Al resolver el conflicto de Ucrania, el mayor beneficio para Estados Unidos es mantener su papel como garante de seguridad en Europa, su posición como principal negociador de paz y tener libertad de acción frente a China, un rival sistémico y omnipresente que desafía su posición dominante, pero con quien siempre resulta difícil negociar. ¿Qué necesita y qué puede hacer Washington?
Moscú cree que Washington debe tomar medidas concretas y elaborar planes. Según revelaciones, Estados Unidos aboga por suspender la cuestión de la adhesión de Ucrania a la OTAN; mantener el statu quo en el campo de batalla, congelar la guerra, retirar tropas de ciertas zonas y levantar el embargo a Rusia durante tres años tras la firma de un acuerdo de paz. Se rumorea que Estados Unidos y Occidente están considerando un plan para reemplazar al gobierno de Kiev.
Si Estados Unidos y Occidente realmente dejan de brindar ayuda, incluso con condiciones, esto seguirá siendo un catalizador beneficioso para resolver el problema de Ucrania. Sin embargo, a Kiev le resultará difícil mantenerse firme y garantizar los intereses estratégicos a largo plazo de Estados Unidos en Ucrania. Por lo tanto, Washington no debería limitarse, sino atenerse a condiciones que Moscú difícilmente aceptará o continuar brindando ayuda de otras formas.
Pero Estados Unidos no puede decidirlo todo por sí solo, ni hacer lo que le plazca. La idea de que Rusia es débil y tendrá que hacer concesiones ante las dificultades carece de fundamento. Hasta qué punto Moscú puede ceder es una cuestión compleja.
Concesiones “regalo por regalo” y ¿cuál es el factor decisivo?
Rusia acoge con beneplácito la idea de negociar una solución al conflicto. Es un factor positivo, pero no se trata de un regalo del presidente Donald Trump, sino de un intercambio de favores. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, afirmó que Moscú no acepta una solución tibia de «congelar el conflicto» (que en esencia es una táctica dilatoria), sino que busca una solución integral, concreta y jurídicamente vinculante.
El factor decisivo en el resultado de las negociaciones sigue siendo la favorable situación en el terreno para Rusia; la capacidad de sostener la economía, mantener la estabilidad social y ampliar y mejorar la calidad de las relaciones y la cooperación con los aliados y socios de Moscú. A pesar de las numerosas dificultades, Rusia no tiene prisa. El progreso es lento, pero seguro. La persistencia es también el arte de luchar con inteligencia.
El presidente Volodímir Zelenski desea negociaciones a cuatro bandas (si es que se llevan a cabo), pero las figuras clave son representantes de Estados Unidos y Rusia. Moscú mantiene las condiciones declaradas desde el inicio de la operación militar especial, así como las del acuerdo casi exitoso alcanzado en Estambul, Turquía, en abril de 2022; exige a Estados Unidos y Occidente que levanten por completo las sanciones y establezcan relaciones justas con Rusia, incluyendo temas de comercio, tecnología, energía, gasoductos, etc.
Este tipo de conflicto es complejo, multifacético y prolongado, y suele terminar en la mesa de negociaciones. Se espera que una cumbre entre el presidente Donald Trump y el presidente Vladimir Putin (posiblemente en febrero o marzo) marque el inicio del progreso. Ambas partes debatirán y negociarán sobre cuestiones fundamentales, muchas de las cuales difieren tanto como han manifestado. Es improbable que se alcance un consenso generalizado, pero podría abrir la puerta a los próximos pasos.
En cualquier caso, aceptar reunirse, dialogar sobre las relaciones y negociar una solución al conflicto también representa un avance. La batalla en la mesa de negociaciones será sumamente intensa, compleja, prolongada e impredecible, y su punto clave será el grado de compromiso. Lo que Moscú probablemente esté dispuesto a sacrificar es un mecanismo de seguridad multilateral que incluya a Rusia (al no aceptar las fuerzas de paz de la OTAN), a cambio de un nuevo gobierno en la neutral Ucrania. El presidente Donald Trump es un negociador experimentado. Veremos hasta dónde llegará Estados Unidos.
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Fuente: https://baoquocte.vn/qua-den-tu-dau-hay-ai-quyet-dinh-ket-cuc-xung-dot-o-ukraine-303650.html






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