Los estudiantes hacen preguntas sobre la admisión universitaria en el Día de Elección de Admisión a Universidades y Colegios de 2025 - Foto: NAM TRAN
Sin embargo, la implementación real muestra lo contrario: candidatos y padres están confundidos y preocupados por el hecho de que "cada escuela tiene su propia manera" de convertir los puntajes de admisión.
¿Por qué?
La razón principal de este fenómeno es la falta de un mecanismo por parte del Ministerio de Educación y Formación y la aplicación de muchos métodos de conversión diferentes por parte de las escuelas, desde la interpolación lineal hasta el uso de datos antiguos o incluso fórmulas elaboradas por ellos mismos que no se anuncian públicamente.
Además, los datos de entrada reales (puntajes de exámenes de secundaria, boletines de calificaciones y puntajes de evaluación de competencias) tienen características de medición y distribución muy diferentes, lo que genera errores y dificultades a la hora de llevarlos a una escala común.
Mientras tanto, el Ministerio de Educación y Formación solo ha publicado la tabla de percentiles para algunas combinaciones de asignaturas populares, mientras que decenas de otras combinaciones de asignaturas aún carecen de datos de conversión. La falta de un mecanismo de conversión claro por parte del ministerio ha dificultado que las escuelas desarrollen sus propios métodos de conversión, lo que aumenta la confusión y dificulta que los candidatos comparen, elijan y ajusten sus preferencias.
Se necesita responsabilidad y esfuerzo conjunto.
No podemos seguir dejando que cada escuela resuelva los problemas por su cuenta, lo que genera injusticias y grandes desventajas para los estudiantes. En este momento, debemos tener claro que la responsabilidad de resolver el problema no puede recaer únicamente en las escuelas, ni podemos confiar únicamente en el Ministerio de Educación y Formación. Esta es una responsabilidad compartida que requiere una estrecha colaboración entre los organismos de gestión estatal y las instituciones de educación superior.
Por parte del Ministerio de Educación y Formación, la responsabilidad más importante en este momento es establecer un mecanismo general que guíe la conversión de las puntuaciones de admisión. Para ello, el ministerio debe exigir claramente que las escuelas, al convertir las puntuaciones de un método a otro, utilicen principios estadísticos científicos fáciles de entender, como la comparación de las clasificaciones de puntuaciones (clasificación por percentil), la equivalencia entre las puntuaciones promedio y las fluctuaciones de las puntuaciones en los distintos métodos de evaluación.
El Ministerio también debe estipular claramente la diferencia máxima permitida en las puntuaciones entre las escuelas, garantizar que el número de puntuaciones utilizadas para el cálculo sea lo suficientemente grande, los datos de conversión deben ser públicamente transparentes para que todos puedan verificarlos y tener un mecanismo de monitoreo estricto para evitar injusticias o errores en el proceso de conversión.
Por parte de las universidades, además de crear sus propias tablas de conversión según las características específicas de sus profesiones, también deben comprometerse con la transparencia en todo el proceso, los datos y las fórmulas de conversión para que los candidatos puedan consultarlos y compararlos fácilmente. Las instituciones educativas deben rendir cuentas a la sociedad sobre la forma en que convierten las puntuaciones, evitando crear una sensación de ambigüedad o causar malentendidos e injusticias para los candidatos.
Más importante aún, el Ministerio de Educación y Formación y las escuelas deben establecer un mecanismo de coordinación estrecha, un intercambio regular de datos y un sistema de seguimiento independiente para garantizar que la conversión de puntuaciones sea justa y conforme a estándares comunes.
La clave del éxito
Los candidatos no deberían seguir sufriendo las deficiencias del actual sistema de admisión. Lo más importante en este momento es no atribuir responsabilidad a quienes han creado la confusión, sino la responsabilidad compartida del Ministerio.
El Ministerio de Educación y Formación y las universidades deben colaborar con rapidez para resolver el problema eficazmente. Una estrecha coordinación entre el Ministerio y las universidades es clave para restablecer la confianza y garantizar la equidad y el éxito en el examen de acceso a la universidad de 2025.
Fuente: https://tuoitre.vn/quy-doi-xet-tuyen-dai-hoc-can-chung-tay-go-roi-20250730085039041.htm
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