No hubo milagro de última hora, ni emocionante persecución por el marcador, ni un momento de brillantez individual que salvara el día. Al sonar el pitido inicial, en medio del frenético ambiente del Bernabéu, cualquier ilusión sobre la capacidad ofensiva del Real Madrid se hizo añicos.
El marcador global tras los dos partidos fue de 1-5, un resultado increíble, pero realista con lo que mostraron las estrellas del Real Madrid. Sin alma en su filosofía futbolística, aburrido en su coordinación y carente de emociones intensas, esa fue la imagen del Real Madrid tras la derrota ante el Arsenal en cuartos de final de la Champions League.
El problema del Real Madrid
Contra un Arsenal disciplinado y valiente, las deficiencias inherentes que los "Blancos" han arrastrado a lo largo de la temporada quedaron al descubierto. El equipo de Carlo Ancelotti careció por completo de la creatividad y el ataque característicos del Real Madrid.
Los jugadores de blanco a veces se mueven y manejan el balón como si no supieran qué hacer, con falta de decisión y coordinación. Esto refleja claramente la inestabilidad del equipo, cuando los atacantes no pueden apoyar a los defensores y viceversa, lo que lleva a una pérdida total del control del juego.
El Real Madrid en el Bernabéu, la madrugada del 17 de abril, era un equipo sin equilibrio esencial, una máquina disfuncional que intentaba aferrarse al halo creado por Kylian Mbappé. Cuántas palabras hermosas, cuántas expectativas se tejieron en torno al contrato estrella llamado Mbappé.
Ahora, la estrella francesa es jugador del Real Madrid, está asentado y se está adaptando poco a poco al idioma. Sin embargo, todo eso parece insuficiente para ocultar los problemas fundamentales.
Se ha pronosticado mucho que, con la llegada de Mbappé, el Real Madrid se convertiría en una potencia invencible y que ganar sería un proceso aburrido. Pero la realidad les desmiente.
En la era moderna del fútbol, el esfuerzo colectivo, el espíritu de equipo y la dedicación incansable son los factores clave, superando la reputación, los logros pasados o las llamativas campañas publicitarias.
Mbappé no es un "mago" en el campo capaz de crear milagros. |
El Real Madrid, al igual que los chiringuitos que se construyen y desmontan cada temporada, carece de una base sólida. Esto es fácil de percibir desde las primeras jornadas de la temporada.
Agujeros gigantes
La marcha de Toni Kroos dejó un enorme vacío en el mediocampo, privándolos de un director de orquesta talentoso y un apoyo sólido. Sin embargo, la directiva del Bernabéu parece haber depositado toda su fe en la "carta ganadora" de Mbappé y espera que Vinicius Jr. domine el mundo del fútbol, ganando un Balón de Oro tras otro.
¿Y el fútbol? ¿Y el mediocampo? ¿Y el plan de juego? Quizás el presidente Florentino Pérez y sus colaboradores hayan pasado por alto estos factores vitales.
Si el Real Madrid tenía un plan específico para el partido contra el Arsenal, este se desvaneció por completo en el campo. En cambio, la gente solo vio un conjunto de estrellas descoordinado, sin cohesión ni ideas claras de juego.
En este punto, probablemente sea más fácil culpar a Carlo Ancelotti. Se puede criticar su estilo de gestión flexible y su lentitud para tomar decisiones de sustitución.
Es hora de que el Real Madrid analice más a fondo el problema tras su derrota ante el Arsenal en los cuartos de final de la Liga de Campeones. |
Pero en el fondo, la raíz del problema reside en la planificación. ¿Quién es responsable de organizar el juego del Real Madrid? ¿Por qué hay una brecha tan grande entre el mediocampo y el ataque?
¿Por qué los dos extremos juegan con tanta ineficacia y sin recambios de calidad? ¿Por qué jugadores con excelentes habilidades individuales y una aguda visión táctica como Luka Modric, Dani Ceballos, Brahim Díaz o el joven talento Arda Güler apenas juegan un papel en el banquillo?
Cuando un equipo se enfrenta a tantas preguntas sin respuestas satisfactorias, el problema se hace evidente. Pero para resolverlo, primero hay que reconocer su existencia. Y, lamentablemente, la cúpula del Bernabéu ha mantenido la misma actitud durante meses y ha pagado un alto precio ante un Arsenal mejor organizado y con más ganas.
Esta derrota no solo fue una sorpresa en cuanto al marcador, sino también una profunda advertencia sobre las deficiencias en la construcción y el funcionamiento de un gran equipo. Mbappé sigue siendo muy bueno, pero no es un "mago todopoderoso" capaz de convertir cosas aparentemente imposibles en realidad con un simple movimiento de varita.
Para el Real Madrid, la derrota de hoy fue una llamada de atención. Un golpe a las ilusiones que el equipo soñaba cuando Mbappé estaba en la plantilla.
Fuente: https://znews.vn/real-madrid-vo-mong-voi-mbappe-post1546562.html
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