Ronaldo aún no puede superar su destino en Arabia Saudita.

Ronaldo todavía no ha ganado ningún título importante en Arabia Saudí.

Cristiano Ronaldo llegó a Arabia Saudí con la mirada encendida. Traía consigo el deseo de demostrar que el tiempo no podía doblegar su voluntad, que aún le esperaban goles y títulos, aunque estuviera en la recta final de su carrera. Pero tres años después, bajo el sol y el viento del desierto, ese sueño sigue siendo solo un espejismo en el horizonte.

Una noche gris en Riad: Al Nassr cayó 1-2 ante Al Ittihad en casa, en los octavos de final de la Copa del Rey. Ronaldo, cabizbajo, abandonó el campo en silencio. En las gradas, la decepción se reflejaba en los ojos de los aficionados. Una vez más, la fe depositada en él se había convertido en decepción. Y lo que resultaba aún más amargo era que quien había truncado el sueño de Ronaldo fuera Karim Benzema, quien lo había acompañado en su camino hacia la conquista de Europa.

El primer gol de Benzema fue un hito histórico. Houssem Aouar marcó el gol decisivo, mientras que Ronaldo y sus famosos compañeros, entre ellos Kingsley Coman, João Félix y Sadio Mané, fueron impotentes para cambiar el rumbo del partido. Un ataque de cien millones de euros, pero sin alma. Un equipo repleto de estrellas, pero incapaz de ganar.

Desde que dejó Europa, Ronaldo ha participado en 13 torneos oficiales con el Al Nassr, pero aún sin títulos. Tres finales, tres derrotas. Las lágrimas en la Copa del Rey de 2024, los fracasos en las Supercopas de Arabia Saudita de 2024 y 2025, parecen agravar la tragedia del hombre que una vez dominó el fútbol mundial . Ni siquiera el trofeo de la Copa de Campeones de Clubes Árabes que levantó fue reconocido por la FIFA. Una victoria sin título, insuficiente para saciar la sed de gloria que arde en su corazón.

Ronaldo cayó ante su compañero Karim Benzema recientemente.

Cuando estaba en Madrid, Ronaldo solía subir al podio a recibir el Balón de Oro entre vítores, lo que antes era sinónimo de victoria. Hoy, sigue pateando, sigue corriendo, sigue levantando los brazos para animar a sus compañeros. Pero los gritos de «¡Siuu!» resuenan cada vez menos, perdidos en las gradas de Oriente Medio. El fútbol, cruel como siempre, nunca ha perdonado a las leyendas.

Tres años, más de mil días, y Ronaldo sigue buscando su primer título. Ha superado todos sus propios límites, pero aún debe vencer la barrera del destino. Quizás, en Arabia Saudí, no solo lucha contra sus rivales, sino también contra el propio tiempo.

Sin embargo, Ronaldo no se ha dado por vencido. Sigue ardiendo en la creencia de que algún día la copa estará en sus manos. Al Nassr ha comenzado la nueva temporada de forma espectacular: seis victorias, líder de la tabla, 21 goles a favor y solo 2 en contra. Ronaldo marcó 6 goles y dio 1 asistencia; las estadísticas no reflejan todo su espíritu, pero dejan claro algo: sigue siendo la figura clave de este equipo.

Dicen que en Arabia Saudí Ronaldo encuentra dinero. Pero para él, también es un lugar donde encontrarle sentido a la vida. Cada derrota es un rasguño, pero también una prueba de que sigue luchando, de que no se rinde. Y quizá sea esa resiliencia su mayor virtud, algo que nadie puede medir con medallas ni trofeos.

Si el Al Nassr gana la Liga Profesional Saudí esta temporada, Ronaldo quedará liberado. No solo de su sed de títulos, sino también de las dudas que lo han atormentado durante los últimos tres años. Y si fracasa, este camino, aunque inconcluso, será recordado como un capítulo humano en la extraordinaria carrera de un guerrero incansable.

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