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Vinicius aún no ha demostrado su potencial explosivo. |
Pero 365 días después, emergió un Vinicius diferente. Un jugador agobiado por la ansiedad, falto de libertad y debatiéndose entre su antigua gloria y la dura realidad del Bernabéu.
París, octubre de 2024. Se esperaba que la ceremonia del Balón de Oro en el Teatro Châtelet honrara a Vinicius. Pero Rodri subió al podio, mientras que Vinicius solo envió un mensaje frío en redes sociales: "Haré un esfuerzo diez veces mayor si es necesario. No están listos " .
Esas palabras fueron en su día la declaración de una estrella segura de sí misma. Hoy resuenan como un recordatorio: esa promesa sigue sin cumplirse.
Desde entonces, Vinicius ha vivido en conflicto. Sigue siendo una alegría para el Real Madrid, dando y luchando. Pero en cada estadio, sigue rodeado de abucheos y cánticos burlones. Aprendió a soportar la dureza de la opinión pública con solo 18 años, y ahora, a los 25, tiene que aprender esa lección de nuevo, esta vez en mayor soledad.
Cristiano Ronaldo dijo una vez: «Vinicius se merece el Balón de Oro». No es fácil conseguir semejante elogio para una leyenda, pero también supone una enorme presión para él. Porque, a partir de entonces, cada tiro fallado, cada pérdida de balón, se analiza con mayor lupa.
Vinicius siguió brillando contra el Atalanta, el Salzburgo, e incluso incendió el Bernabéu contra el Manchester City. Pero cuando el Real Madrid más lo necesitaba, contra el Arsenal, contra el Atlético, esa luz se desvaneció. La temporada terminó con una Supercopa de Europa de consolación y una decepción en la final de la Copa del Rey.
La llegada de Xabi Alonso abrió un nuevo capítulo. Xabi trajo orden, cálculo y un equipo construido alrededor de Mbappé. Para Vinicius, fue tanto un reto como una oportunidad. Ya no era la única estrella, pero si lograba adaptarse, crecería más que nunca.
El problema es que Vinicius sigue dividido entre el instinto y la disciplina. Quiere jugar con libertad, pero el Real Madrid es ahora una máquina de ganar, donde cada acción se define por la eficiencia.
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Vinicius sigue siendo un jugador que merece la pena seguir. |
Tres partidos consecutivos en el banquillo, tres sustituciones tempranas: esos números hablan por sí solos del cambio. Su promedio goleador bajó de 0,6 a 0,4 goles por partido. Pero incluso en la adversidad, su instinto prevaleció.
Cinco goles en diez jornadas de Liga, su mejor inicio desde la temporada 2021/22, demuestran que Vinicius no ha perdido su capacidad para marcar la diferencia. A pesar de haber descendido 14 puestos en la última clasificación del Balón de Oro, sigue siendo el jugador que el Real Madrid necesita para marcar la diferencia en los partidos importantes.
La buena noticia es que Vinicius no se rinde. Está aprendiendo a controlar sus emociones, a controlar la ira que solía distraerlo.
La frustración de Vinicius al ser sustituido en El Clásico no fue señal de decadencia, sino de un guerrero que se negó a aceptar la derrota. El fuego que una vez llevó al Real Madrid a la Champions League aún arde en su interior.
Un año después de perderse el Balón de Oro, Vinicius sigue ahí, diferente, más tranquilo, pero su ambición no ha menguado. Entiende que la era de Mbappé quizá esté comenzando, pero eso no significa que su tiempo haya terminado. Cada ráfaga de velocidad, cada giro del balón, aún puede cambiar el curso del partido, si logra encontrar el equilibrio entre su individualidad y el equipo.
Vinicius se encuentra en una encrucijada. Tiene ante sí la oportunidad de reescribir su propia historia. En su día, infundió miedo en toda Europa con su velocidad y arrogancia. Ahora, Vinicius necesita ganarse el respeto del mundo con su carácter y madurez. Si lo consigue, no solo recuperará su mejor forma, sino que también podría convertirse en el jugador completo que el Real Madrid siempre ha anhelado.
Fuente: https://znews.vn/vinicius-giua-con-song-doi-thay-o-real-madrid-post1597955.html












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