Al observar la disminución de precios, podemos deducir que estos deben subir. Cuando los huevos son baratos, las pérdidas comerciales obligan a muchas granjas a reducir la producción. Además, las fluctuaciones del tipo de cambio afectan los costos. Y, en tercer lugar, la demanda de consumo interno aumenta debido a la temporada de elaboración de pasteles de luna; las exportaciones de huevos también aumentan. La demanda es mayor que la oferta, por lo que los precios deben subir.
Cuando los precios de los huevos suben, tanto los avicultores como los vendedores se benefician. Pero ¿durará mucho esta buena tendencia de precios?
Por ahora, dado que la demanda sigue siendo alta y la oferta baja, los precios altos de los huevos pueden mantenerse. Cuando el mercado registre demanda, habrá granjas que reduzcan sus parvadas nuevamente. Por lo tanto, los precios de los huevos podrían bajar el próximo año. En este momento, los avicultores se apresuran a expandir sus parvadas, pero no tienen claro qué ganar. Los huevos de gallina son similares a las naranjas, las batatas o los durianes; inundar el mercado resulta agotador.
Además de optimizar la producción, siempre es necesario diversificarla. Depositar todas las esperanzas en un solo lugar solo conducirá al fracaso cuando sople el viento. Lo mismo ocurre con todos los productos agrícolas; para estar seguro, es necesario contar con una amplia gama de mercados.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/rong-cua-bao-tieu-post807909.html
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