En el futuro, nadie puede predecir si se repetirán los desastres naturales mencionados, por lo que fortalecer la capacidad de respuesta ante desastres es una cuestión que debemos abordar. Durante las inundaciones que azotan la región Centro-Sur, una prioridad es el rescate de personas en peligro. El número de fallecidos y desaparecidos es considerable y podría aumentar. Por lo tanto, en dos telegramas consecutivos, el 223/CD-TTg del 19 de noviembre y el 225/CD-TTg del 20 de noviembre, enviados a diversas provincias, ciudades, ministerios y dependencias, se priorizó el rescate y la protección de la vida de las personas.
En el mensaje 225 de Telegram, lo primero es "concentrar todos los esfuerzos, movilizar todas las fuerzas, los medios y por todas las medidas, en todas las direcciones, para acceder urgentemente a todas las zonas residenciales que aún se encuentran aisladas y profundamente inundadas, con el fin de rescatar a las personas. No se debe permitir bajo ningún concepto que las personas aisladas en sus casas o en los tejados, pidiendo auxilio, queden sin recibir ayuda a tiempo". Se exige a los Ministerios de Defensa Nacional y Seguridad Pública que ordenen a sus unidades subordinadas "mantener y movilizar el máximo de fuerzas y medios para llevar a cabo las labores de búsqueda y rescate".
Algunas provincias de la región Centro-Sur no habían sufrido tormentas ni inundaciones en muchos años, pero la tormenta número 13 azotó a principios de noviembre, dejando algunas zonas devastadas. Los daños aún no se han reparado, y lluvias torrenciales inusualmente intensas han afectado una extensa área, desde las tierras altas hasta las zonas costeras, provocando inundaciones sucesivas y convirtiendo rápidamente las zonas bajas en mares de agua. Desde la noche del 19 de noviembre, a pesar de los esfuerzos de las autoridades, todavía no son capaces de responder a todas las llamadas de auxilio de las víctimas. Las labores de rescate también se enfrentan a innumerables peligros debido a la inmensa fuerza del agua; se han producido incidentes que han dañado vehículos y equipos de rescate. Los helicópteros no pueden despegar con vientos de fuerza 6 o 7, e incluso pueden sufrir el efecto contrario, ya que el viento generado por las hélices puede causar daños adicionales a quienes se encuentran bajo el agua.
Los recientes desastres naturales vuelven a poner de manifiesto la necesidad de implementar mejor el lema de las "4 en el lugar" en la respuesta a desastres naturales y emergencias (mando en el lugar; fuerzas en el lugar; medios y materiales en el lugar; logística en el lugar). Además de los organismos de protección civil en todos los niveles, es necesario fomentar que más grupos civiles se apoyen mutuamente en las labores de rescate cuando ocurran incidentes. Dado que "más vale prevenir que curar", las fuerzas profesionales deben estar siempre operativas, de guardia y con directrices claras; los vehículos y equipos de rescate deben estar completamente equipados y recibir mantenimiento periódico. Por parte de la población, es fundamental que todos sepan que lo primero que deben hacer es protegerse a sí mismos, adquiriendo conocimientos sobre autoprotección, cómo mantenerse abrigados en caso de inundación, cómo refugiarse durante una tormenta y a qué número llamar para pedir ayuda; equipándose con medios preventivos según sus posibilidades; y minimizando los daños mientras esperan el rescate.
Fuente: https://baophapluat.vn/tang-cuong-kha-nang-ung-pho-tham-hoa.html






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