El ejercicio puede provocar un derrame cerebral si se padece esta enfermedad.

En un estudio reciente, científicos del Instituto de Tecnología de Kharagpur (India) afirmaron que el ejercicio aporta beneficios para la salud a casi todo el mundo, pero puede ser peligroso para los pacientes con obstrucción de la arteria carótida, según el sitio web de noticias Talker.

En concreto, un equipo de investigadores indios descubrió que el aumento de la frecuencia cardíaca durante el ejercicio puede provocar un ictus en pacientes con obstrucción grave de la arteria carótida. Sin embargo, para las personas sanas o los pacientes con una obstrucción arterial leve, el ejercicio resulta beneficioso para mantener un flujo sanguíneo óptimo.

El ejercicio es beneficioso para mantener un flujo sanguíneo óptimo.

El equipo explicó con más detalle cómo los pacientes con obstrucciones graves de la arteria carótida pueden sufrir un derrame cerebral mientras hacen ejercicio, y añadió que esta es la arteria que suministra flujo sanguíneo a los tejidos faciales y cerebrales, ubicada a ambos lados del cuello.

Cuando la grasa, el colesterol y otras partículas se acumulan en la pared de la arteria carótida, forman placa y la estrechan. Este estrechamiento es peligroso porque restringe el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede provocar falta de oxígeno en el cerebro y causar un accidente cerebrovascular.

En pacientes sanos, el aumento de la frecuencia cardíaca durante el ejercicio incrementa y estabiliza la resistencia sanguínea a la pared arterial, reduciendo el riesgo de estenosis. Sin embargo, en pacientes con estenosis de la arteria carótida, no resulta beneficioso.

“Se ha demostrado que el ejercicio de alta intensidad tiene efectos secundarios peligrosos en pacientes con estenosis carotídea moderada o grave”, afirmó el Dr. Somnath Roy, autor del estudio. “Aumenta significativamente la presión sobre la estenosis, lo que puede provocar su rotura”.

"La placa en la pared arterial después de la ruptura puede fluir a través de la sangre hacia el cerebro, causando una obstrucción y provocando un accidente cerebrovascular isquémico", agregó el Dr. Roy, añadiendo que las personas con obstrucción moderada a grave de la arteria carótida deben recibir asesoramiento y supervisión de un profesional médico si desean hacer ejercicio.

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