
Imagen que muestra el módulo de aterrizaje Resilience de ispace durante su intento de aterrizar en la Luna el 5 de junio (Foto: ispace).
El 5 de junio, el módulo de aterrizaje Resilience de la misión Hakuto-R 2 de la compañía espacial privada japonesa ispace intentó aterrizar en la Luna, lo que marca un nuevo paso adelante en la ola de exploración espacial privada global.
Sin embargo, este esfuerzo se enfrentó a muchas dudas cuando el barco dejó de transmitir señales repentinamente aproximadamente 1 minuto y 45 segundos antes de la hora prevista de aterrizaje.
Recreación de la ansiedad por fracasos anteriores
La nave espacial Resilience, de 2,3 metros de altura y con un peso aproximado de 1.000 kg cuando está completamente cargada, fue lanzada el 15 de enero a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX. La nave siguió una trayectoria de ahorro de energía y alcanzó con éxito la órbita lunar el 6 de mayo.
El objetivo de la misión es realizar un aterrizaje suave en Mare Frigoris, una llanura basáltica en la cara norte de la Luna. Sin embargo, el destino de la nave espacial aún es incierto. El equipo de ispace está analizando activamente los datos y planea publicar información oficial sobre el estado de la nave próximamente.

ispace falló una vez en su intento de realizar un aterrizaje similar en la Luna en 2023 (Foto: ispace).
Este incidente de interrupción de la señal recuerda al propio fallo de ispace durante la misión Hakuto-R 1 en abril de 2023.
El módulo de aterrizaje también perdió contacto justo antes de aterrizar, tras confundir el borde de un cráter con la superficie lunar, lo que provocó una colisión. Si bien ispace ha aprendido muchas lecciones técnicas del incidente anterior, persiste la posibilidad de que se repita la falla.
La feroz carrera privada para conquistar la Luna
El segundo intento de aterrizaje de ispace se produce en un momento en que se intensifica la carrera lunar privada. Desde la misión israelí Beresheet en 2019, numerosas empresas, como Astrobotic (EE. UU.), Intuitive Machines (EE. UU.) y Firefly Aerospace (EE. UU.), se han unido a la iniciativa.
Algunas de estas misiones han tenido éxito, como el módulo de aterrizaje Blue Ghost de Firefly, que aterrizó y operó durante dos semanas en la Luna en marzo. Sin embargo, muchas otras han experimentado problemas, desde fugas de combustible hasta vuelcos tras el aterrizaje, en particular Peregrine, Odysseus y Athena.
Resilience es único porque no forma parte del programa de Servicios de Carga Lunar Comercial (CLPS) de la NASA, del que forman parte la mayoría de las demás misiones privadas. En su lugar, transportará cinco cargas útiles financiadas por organizaciones privadas de Japón, Taiwán, Malasia y Luxemburgo.
Si tiene éxito, Resilience marcará el segundo aterrizaje suave de Japón en la Luna, tras el éxito de la nave espacial SLIM realizada por la agencia espacial nacional JAXA en enero de 2024. Sin embargo, el futuro de Resilience aún depende completamente de los datos analizados por ispace.
Independientemente del resultado, ispace mantiene su compromiso con su estrategia a largo plazo. La compañía planea lanzar un Apex 1.0 más grande en 2026 y aumentar la frecuencia de los aterrizajes, junto con una flota de vehículos autónomos para extraer recursos y apoyar la ambición de asentamientos humanos a largo plazo en la Luna.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/tau-do-bo-nhat-ban-mat-tich-bi-an-tren-mat-trang-lap-lai-that-bai-cu-20250606073413652.htm
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