El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha confirmado que se reunirá con su homólogo ruso, Putin, en la cumbre BRICS+ a finales de este mes, tras una reciente llamada telefónica entre ambos líderes.
Los miembros de la OTAN felicitan a Putin por su cumpleaños y confirman su asistencia a la cumbre BRICS+ en Rusia. ¿Está muy cerca el objetivo de unirse? (Fuente: YouTube) |
La cumbre del BRICS está programada para celebrarse en Kazán, Tartaristán, Rusia, del 22 al 24 de octubre. El Kremlin espera que la cumbre incluya debates más estratégicos, lo que brindará la oportunidad de ampliar su influencia y forjar alianzas económicas más estrechas.
El movimiento estratégico de Turquía
El mes pasado, informes y medios de comunicación informaron que Turquía, miembro de la OTAN, había solicitado oficialmente unirse al BRICS. El portavoz presidencial turco, Omer Celik, también confirmó la información, afirmando que el proceso de solicitud sigue en curso y que se debatirá en la Cumbre BRICS+ de octubre.
Según un comunicado compartido en la cuenta de redes sociales del Departamento de Comunicaciones de la Presidencia turca, Erdoğan y el presidente ruso Putin tuvieron una llamada telefónica el 7 de octubre. El comunicado reveló que durante la llamada telefónica se discutieron las relaciones bilaterales, así como cuestiones regionales y globales.
Durante la conversación, el presidente Erdoğan expresó su satisfacción por el fortalecimiento y desarrollo de las relaciones turco-rusas, destacó la continuación del diálogo político de alto nivel y afirmó que continuarán abordando en profundidad diversas cuestiones regionales y globales en el próximo período, se lee en el comunicado.
El comunicado de la Oficina de Prensa de la Presidencia turca también mencionó que el líder del país felicitó a Putin por su 72º cumpleaños (7 de octubre).
Al mismo tiempo, el Kremlin también emitió un comunicado sobre la conversación entre los dos líderes ruso-turcos. El Kremlin confirmó que Erdoğan y Putin se reunirán en persona en el marco de la Cumbre BRICS en Kazán.
El mundo está experimentando una reestructuración geopolítica. Mientras las tensiones entre las grandes potencias configuran las relaciones internacionales, las alianzas económicas también avanzan a un ritmo sin precedentes. En el corazón de este nuevo orden mundial, los BRICS —un grupo de grandes economías emergentes— se consolidan como un actor clave, capaz de transformar el equilibrio global.
El grupo, que anteriormente estaba limitado a cinco miembros, ha abierto recientemente sus puertas a nuevos candidatos, incorporando a sus filas a gigantes como Irán y los Emiratos Árabes Unidos (EAU). En este contexto, Turquía, liderada por el presidente Recep Tayyip Erdoğan, busca unirse a esta influyente alianza.
Los medios internacionales comentaron que se trató de una decisión estratégica tomada cuando la perspectiva de unirse a la Unión Europea se estaba desvaneciendo, lo que impulsó a Ankara a diversificar sus asociaciones económicas y geopolíticas.
Los cálculos del presidente Erdoğan: ¿están de acuerdo los BRICS?
Sin embargo, en el caso de los BRICS, según los observadores, parece que los miembros clave aún se encuentran en fase de consolidación tras la última expansión. Es posible que deban consolidarse antes de tomar decisiones sobre la admisión de nuevos miembros, aunque los BRICS están atrayendo la atención de más de 20 países que desean unirse al grupo, incluyendo unos 10 que han presentado solicitudes oficiales, como Turquía.
En una reciente conferencia de prensa después del 79º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, anunció que los BRICS no están considerando actualmente admitir nuevos miembros.
Al confirmar el número de países que han expresado interés en unirse al BRICS, el Sr. Lavrov también explicó el motivo: "Los miembros actuales consideran necesario fortalecer el bloque antes de considerar una mayor expansión. Este período de adaptación es necesario para garantizar la integración armoniosa de los nuevos miembros en la organización".
Esta postura cautelosa subraya la importancia de que los BRICS mantengan un equilibrio entre los miembros antiguos y los nuevos, en un contexto global que cambia rápidamente.
La incorporación de cinco nuevos países al grupo original ha ampliado significativamente el alcance geopolítico y económico de los BRICS, que ahora representan el 45 % de la población mundial y casi el 28 % del PIB mundial. Esta rápida expansión requiere ajustes internos antes de aceptar nuevos miembros, como Turquía, que busca diversificar sus alianzas tras haber visto repetidamente bloqueado su acceso a la Unión Europea (UE).
En cuanto a Turquía, ¿por qué Ankara quiere unirse al BRICS+?
La decisión del presidente Erdoğan de unirse al grupo BRICS+ se debe a que enfrenta una serie de desafíos económicos, como la inflación y la devaluación de la lira. Por lo tanto, al unirse al grupo económico más grande y dinámico, Ankara podrá acceder a mercados más amplios y recursos financieros de otras economías emergentes, lo que le permitirá "sanar" la economía y, al mismo tiempo, lograr el objetivo de ser menos dependiente de Occidente.
Al unirse al BRICS+, la economía euroasiática podrá lograr independencia estratégica, ya que siempre ha intentado consolidarse como un actor autónomo, evitando una dependencia excesiva de las dinámicas impuestas por Occidente. Por lo tanto, el BRICS+ representará una alternativa válida en términos de cooperación política, permitiendo a Ankara interactuar con mayor facilidad con diferentes socios en el contexto internacional.
Además, a lo largo de los años, la economía turca se ha orientado cada vez más hacia Asia, África y Oriente Medio, que son mercados esenciales para las exportaciones del país y la recuperación de la economía turca.
Convertirse en miembro del BRICS+ permitirá a Ankara fortalecer las relaciones comerciales y aprovechar nuevas oportunidades en países con economías en constante crecimiento.
Por lo tanto, la estrategia de Turquía parece bastante clara: jugar en múltiples mesas y desarrollar la diplomacia en múltiples frentes. Esto no sorprende, ya que Ankara se encuentra atrapada, por un lado, en el deterioro de sus relaciones, por ejemplo con Israel, y, por otro, en las guerras en Gaza y el Líbano que están causando agitación en Oriente Medio.
Además, el objetivo del presidente Erdoğan es convertir a este país euroasiático en un “estado puente”, es decir, un punto de contacto y diálogo entre los bloques de poder dominantes en la comunidad internacional.
Sin embargo, los analistas dicen que son las tensiones en torno a la política exterior de Turquía, especialmente su postura ambigua hacia Rusia y Ucrania, las que añaden complejidad a su objetivo de registrarse como miembro del BRICS+.
Ankara, aunque no participa en las sanciones occidentales contra Moscú, mantiene estrechos vínculos con Kiev, lo que podría complicar la integración de Turquía en un bloque donde Rusia juega un papel central.
Por ahora, a pesar de estos obstáculos, Turquía espera que su fortaleza económica y su posición estratégica entre Europa y Asia le constituyan una ventaja propia, especialmente a la hora de fortalecer las relaciones con otros miembros emergentes del BRICS, con la esperanza de encontrar alternativas a las alianzas occidentales.
Si bien la candidatura de Turquía para unirse al BRICS refleja un claro deseo de escapar de la sombra de Occidente, plantea interrogantes sobre la coherencia de la política exterior y la capacidad de gestionar alianzas a veces conflictivas, como han comentado analistas internacionales. La cumbre del BRICS en Kazán podría ofrecer algunas aclaraciones, pero por ahora, la integración de Turquía al grupo de las principales economías emergentes permanece en el limbo.
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Fuente: https://baoquocte.vn/thanh-vien-nato-chuc-mung-sinh-nhat-ong-putin-xac-nhan-den-nga-hop-thuong-dinh-brics-co-hoi-gia-nhap-da-toi-rat-gan-289302.html
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