Antes, esto nunca ocurría, porque «respetar a los maestros y valorar la educación» era la moral más alta de la sociedad. Antes, quienes asistían a la escuela lo entendían y siempre respetaban a sus maestros, incluso más que a sus padres.
Hoy en día, en las escuelas, la ética se enseña como una asignatura principal; todos los estudiantes la aprenden, pero cuánto saben y cómo la ponen en práctica es otra historia. La política de "los estudiantes son el centro" no significa que los estudiantes sean superiores a los maestros, porque "sin un maestro, no se puede tener éxito". Los maestros no solo enseñan letras, sino que también "aprenden primero modales", para que los estudiantes puedan ser personas útiles a la sociedad en el futuro.
En esta historia de agresiones al profesor, tan antieducativa , el papel de los padres no es menor. Si bien es sabido que muchos padres tienen que trabajar arduamente para ganarse la vida a diario y no disponen de mucho tiempo para sus hijos, para educarlos en una vida educada y moral, no tienen que sermonearlos, sino que, a través de actividades cotidianas, en la mesa, en su tiempo libre, pueden conversar con cariño con sus hijos, y los estudiantes comprenderán gradualmente cómo deben vivir en la escuela y fuera de ella.
Los padres nunca deben ignorar esas cosas feas en sus hijos, hasta que se sorprenden cuando sus hijos hacen cosas ilegales, entonces es demasiado tarde.
Para los docentes, hoy en día los medios de comunicación son muy rápidos, los docentes tienen que comunicarse con los padres sobre sus hijos todos los días, para que los padres puedan monitorear de cerca a sus hijos y no dejar que sucedan situaciones que causen dolor a la escuela y la familia.
Como seres humanos, todos somos iguales. En clase o en la escuela hay estudiantes llamados "alumnos problemáticos". Si esa diferencia es solo de personalidad, no hay de qué preocuparse. Pero decir "problema" significa hablar de las malas cualidades de estos estudiantes, por lo que debemos buscar medidas inmediatas para evitar que se desarrollen y se echen a perder.
Y esta es la tarea del profesor: hacer que cada lección traiga alegría, disfrute y entusiasmo a los alumnos. Cuando los alumnos ven que aprender les da alegría, naturalmente les encantará aprender, les encantará comprender, y se formarán buenas cualidades de forma sostenible. Así es como se aprende a ser humano.
Fuente: https://quangngaitv.vn/thoi-nao-cung-phai-biet-ton-su-trong-dao-6507687.html
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