Elección de alimentos para niños: el factor "seguridad y transparencia" está en auge
Según un informe publicado por Innova Market Insights a finales de 2024 sobre el mercado de nutrición infantil en la región Asia- Pacífico , la seguridad y la transparencia se están convirtiendo en un criterio importante en las decisiones de compra de muchos padres. Los consumidores tienden cada vez más a considerar cuidadosamente el origen de las materias primas, las listas de ingredientes y el nivel de transparencia en la declaración del producto, en lugar de preocuparse únicamente por el contenido nutricional.
Ingredientes controvertidos como las hormonas de crecimiento, los OGM, los antibióticos o los conservantes también están siendo objeto de un escrutinio más estricto, debido a las preocupaciones sobre sus efectos acumulativos sobre la salud a largo plazo y el sistema inmunológico de los niños.
Otra encuesta de Innova Market Insights (2025) también señaló que hasta el 73% de los productos para bebés y niños en edad preescolar en el mercado global han eliminado aditivos innecesarios.
En la industria de la leche fresca, muchas marcas también están diciendo activamente "no" a las hormonas de crecimiento, los alimentos genéticamente modificados o la leche en polvo reconstituida, como una forma de generar confianza y avanzar hacia productos más sostenibles y seguros para los consumidores jóvenes.
Algunas marcas de leche fresca son pioneras en la práctica de no utilizar alimentos genéticamente modificados, hormonas de crecimiento ni residuos de antibióticos, satisfaciendo la creciente demanda de productos seguros.
Decir "no" de forma proactiva es la forma en que los fabricantes elevan los estándares alimentarios.
Eliminar ingredientes controvertidos de los alimentos no se trata simplemente de acortar la fórmula. Es también el resultado de una rigurosa cadena de controles, desde la crianza de las vacas y la recolección de la leche, hasta el procesamiento y el control de calidad, con el objetivo de conservar lo mejor de la naturaleza y eliminar elementos innecesarios o potencialmente peligrosos.
En Tasmania (Australia), el modelo de producción lechera en libertad durante todo el año se está convirtiendo en un ejemplo típico. Con un clima templado, una vegetación exuberante, aire puro y un ecosistema estrictamente preservado, las vacas se crían en pastos, se alimentan de hierba fresca y se mueven libremente, lo cual es ideal para minimizar el uso de antibióticos o piensos industriales.
No sólo eso, Tasmania es también el estado que todavía prohíbe completamente el uso y distribución de organismos genéticamente modificados (OGM), según una política que está en vigor desde 2001 y se ha extendido hasta 2029. Esto significa que las fuentes de alimento de las vacas y los productos lácteos no contienen elementos genéticamente modificados.
Desde sus condiciones naturales ideales hasta sus modernos sistemas de producción y sus claras políticas de conservación, Tasmania se está convirtiendo en un centro global para el desarrollo de la producción lechera limpia. Es también donde se implementan programas de investigación como Dairy HIGH 2 para optimizar el modelo de pastoreo al aire libre, garantizando tanto la productividad como la pureza de la leche.
El pastoreo en libertad durante todo el año mantiene a las vacas de Tasmania saludables, requiriendo poca intervención con antibióticos y, por lo tanto, la leche sigue siendo altamente segura.
En Tasmania, normas como la cría en libertad, la ausencia de hormonas de crecimiento, piensos modificados genéticamente o potenciadores del crecimiento no son una tendencia nueva, sino una opción profundamente arraigada en las prácticas agrícolas locales. Estos principios de "no" se basan en las condiciones naturales únicas y en la filosofía de la producción sostenible. Gracias a ello, los productos lácteos de Tasmania no solo tienen un origen intachable, sino que también satisfacen la creciente demanda de seguridad y autenticidad, especialmente para los niños pequeños.
Decir “no” ya no es una exclusión pasiva, sino una forma para que la industria alimentaria redefina proactivamente la calidad para que sea más simple, más transparente y más segura para los consumidores, especialmente los niños.
Leche Moozi: seleccionada entre "10 no"
Moozi es leche fresca premium, importada 100 % en cajas originales desde Tasmania (Australia), una tierra con clima templado, un entorno limpio y vacas criadas de forma natural durante todo el año, sin establos industriales. Gracias a las condiciones naturales de cultivo y al procesamiento de la leche in situ, Moozi evita los siguientes factores:
- Sin graneros (las vacas se crían y se alimentan con pasto de forma natural)
- Sin hormonas de crecimiento
- No hay alimentos modificados genéticamente
- Sin estimulantes del crecimiento
- Sin residuos de pesticidas
- Sin residuos de antibióticos
- ...
Con el estándar “10 no”, las cajas de leche fresca Moozi buscan la simplicidad, la transparencia y la idoneidad para las necesidades nutricionales seguras de los niños pequeños.
Fuente: https://thanhnien.vn/thuc-pham-tot-khi-khong-co-lai-la-diem-cong-185250804165208563.htm
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