"Eres médico, ¿puedes quedarte tirado en el sofá toda la vida?", exclamó el padre con impotencia.

Del orgullo a la carga

El día que Su Shenwu recibió su carta de aceptación al programa de doctorado en ingeniería biomédica, toda la zona residencial de la ciudad de Jiangxi (China) estaba de fiesta. La gente la llamaba "la hija de otros", la esperanza de la joven generación de ascender a través del conocimiento. Sus padres, Su Dehua y Wang Huifang, sonreían con orgullo.

Durante seis años, Than Vu se dedicó por completo al laboratorio, publicó decenas de artículos científicos internacionales y participó en diversos temas a todos los niveles. Sus amigos la admiraban y sus profesores tenían grandes expectativas sobre ella. El día de su graduación, recibió numerosas ofertas de trabajo atractivas de grandes empresas y universidades.

Sin embargo, decidió regresar a su ciudad natal simplemente porque "quería descansar y estar cerca de sus padres por un tiempo". Ese breve periodo planeado terminó durando tres años.

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Muchos jóvenes chinos aún tienen dificultades para encontrar una carrera profesional después de obtener su doctorado. Foto: VCG

Al principio, sus padres consentían a su hija con gusto, diciéndose: «Has estudiado muchos años, es justo dejarte descansar». Con el paso del tiempo, Shen Wu seguía sin planes para el futuro. Era muy exigente con su trabajo, rechazando un puesto tras otro con el argumento de que «no merecía un doctorado».

A medida que los saludos de los vecinos se convertían en susurros, el ambiente en la casa se volvía pesado. "¡Eres médico, no recién graduado!", gritó su padre en un ataque de ira. Su madre simplemente dijo: "Somos viejos, no podemos mantenerte eternamente".

De una niña talentosa y ambiciosa, To Than Vu se convirtió gradualmente en una chica que escapaba de la realidad y vivía en una zona segura creada por ella misma.

Tres meses cambian a una persona

En el tercer año, la situación económica de la familia Than Vu se complicó. El contrato del padre fue rescindido mientras la salud de la madre se deterioraba. La pareja tomó una decisión difícil: abandonar el campo, ir a la ciudad a trabajar y dejar a su hija sola.

Mientras sus padres hacían las maletas y se marchaban, Shen Yu se mantuvo fiel a sus viejas costumbres: dormir hasta tarde, mirar el móvil, esperando un "trabajo adecuado". Pero ver las facturas acumularse o las comidas vacías la hizo volver a la realidad. La doctora empezó a comprar para sí misma, a aprender a cocinar y a presupuestar. Reabrió sus solicitudes de empleo, editó su currículum y empezó a ir a entrevistas.

Tras dos meses de rechazos consecutivos, finalmente la aceptaron en una pequeña startup. El salario no era alto, el trabajo era duro, pero por primera vez en tres años, To Than Vu sintió que tenía un propósito en la vida.

Tres años después de dejar su ciudad natal, el Sr. To y su esposa regresaron y se sorprendieron al ver a su hija con un elegante uniforme de oficina. «Estaba lista para seguir adelante», dijo la niña.

La historia de Su Shenwu no es un caso aislado, sino que refleja la situación de muchas familias chinas hoy en día, donde los niños que una vez fueron el orgullo de su educación regresan a casa con altos títulos pero luchan por encontrar un camino entre las expectativas y la realidad.

La historia de la doctora, tras difundirse en redes sociales, ha generado opiniones encontradas. Muchos expresaron su compasión, afirmando que, tras un largo y estresante proceso de estudios, es comprensible tomarse un descanso, especialmente para jóvenes agotados física y mentalmente.

Sin embargo, otros creen que quedarse en casa durante tres años sin un plan específico mientras aún viven con sus padres es señal de falta de iniciativa y responsabilidad. «Un título universitario alto no debería ser una excusa para evadir la realidad», comentó un usuario.

Algunos dicen que esto es el resultado de una presión excesiva sobre los jóvenes que se destacan en sus estudios cuando se convierten en la esperanza de sus familias, pero que no están totalmente preparados para el “shock” después de la graduación, especialmente en el contexto del mercado laboral saturado y ferozmente competitivo de China.

Fuente: https://vietnamnet.vn/tranh-cai-tien-si-sau-3-nam-tot-nghiep-van-o-nha-an-bam-cha-me-2424983.html