En comparación con las recientes películas de animación extranjeras, las nacionales se encuentran muy rezagadas. Por ejemplo, Conan Movie 25: Afterimage of the One-Eyed Man superó los 100 mil millones de VND en tan solo cinco días de exhibición, y Doraemon se retiró de los cines tras recaudar casi 170 mil millones de VND. Sabemos que las comparaciones son simplistas, pero el hecho de que la balanza se incline hacia las películas extranjeras preocupa a quienes sienten pasión por la industria de la animación nacional.
Las películas de animación vietnamitas, con recursos limitados, tiempos de producción cortos y equipos jóvenes, tienen dificultades para competir con las producciones extranjeras de gran presupuesto y reputación consolidada. En consecuencia, la confianza del público no se ha afianzado y muchos aún dudan en comprar entradas para ver películas de animación vietnamitas, incluso de marcas conocidas como Wolfoo, que solía ser un fenómeno en YouTube. Esta situación también se dio hace más de una década, cuando el mercado nacional aún estaba en desarrollo, lo que obligó a los cineastas a evitar competir con los grandes éxitos extranjeros en sus estrenos en cines.
Sin embargo, no es justo basarse únicamente en la recaudación en taquilla para evaluar la calidad de la animación vietnamita. Objetivamente, De Men, Trang Quynh Nhi y Wolfoo demuestran un esfuerzo notable al explotar elementos de la cultura popular, crear personajes únicos, perfeccionar técnicas y transmitir mensajes positivos. La brecha de calidad entre la animación nacional y la extranjera se está reduciendo gradualmente. Estos avances constituyen la base necesaria para que la animación vietnamita cree su propia identidad y se gane poco a poco el corazón del público, si bien este camino sin duda requiere perseverancia e inversión a largo plazo.
El equipo de animación vietnamita ha salido valientemente de su zona de confort, explorando nuevas oportunidades y potencialidades. Sin embargo, los esfuerzos individuales no bastan sin el apoyo tanto del Estado como del sector privado, a través de una estrategia sistemática en materia de mecanismos, presupuesto, recursos humanos, guiones, tecnología y distribución. Solo cuando ambas direcciones avancen conjuntamente, el equilibrio entre la animación nacional y la extranjera tendrá la oportunidad de cambiar, tal como el cine vietnamita ha persuadido persistentemente al público para que recupere gradualmente la iniciativa en su propio terreno.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/trao-niem-tin-cho-hoat-hinh-viet-post806754.html






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