Según el Dr. Ngo Gia Tung, del Hospital General de Phu Tho , la conjuntivitis primaveral es común en personas con antecedentes familiares de alergias, como rinitis alérgica, asma o eccema. Se trata de una enfermedad crónica, con mayor incidencia en hombres y a una edad temprana, y que tiende a remitir gradualmente en la edad adulta.
Esta afección se produce cuando los ojos reaccionan a alérgenos como el polen, la caspa de mascotas o el polvo del aire. Las personas con otras alergias estacionales tienen un mayor riesgo de desarrollar conjuntivitis alérgica primaveral. Los síntomas suelen confundirse con los de otras afecciones oculares, pero la característica es que el alérgeno desencadena la reacción de hipersensibilidad del organismo.
Los pacientes suelen sentir picazón en los ojos y desean frotarse los ojos continuamente, pero cuanto más se frotan, más picazón les produce. Ambos ojos pueden estar enrojecidos, llorosos, tener ardor y miedo a la luz. Al evertir los párpados, se pueden observar granos grandes de más de 1 mm muy juntos, papilas con vasos sanguíneos en la punta o manchas blancas lechosas cerca del iris. La enfermedad suele reaparecer estacionalmente, lo que afecta gravemente las actividades diarias y la calidad de vida.
El tratamiento de la conjuntivitis primaveral depende de la causa de la enfermedad. Es importante identificar con precisión el alérgeno (antígeno). Cuando el paciente limita o evita el contacto con el antígeno, las reacciones de hipersensibilidad disminuyen gradualmente, lo que aumenta la eficacia del tratamiento.
Sin embargo, en realidad, alérgenos como el polen se dispersan ampliamente en el aire, lo que dificulta su control total. Por lo tanto, los pacientes deben proteger sus ojos de forma proactiva y seguir las indicaciones de su médico.
Los médicos suelen recetar gotas para los ojos y otros medicamentos adecuados para controlar los síntomas. Los pacientes no deben comprar ni usar medicamentos por su cuenta, sino que deben acudir a un oftalmólogo para recibir asesoramiento y tratamiento adecuados. En algunos casos, los médicos pueden realizar pruebas para identificar el alérgeno y prescribir el tratamiento adecuado.
La conjuntivitis primaveral es una enfermedad con fácil recaída. Cada recaída puede ser diferente, por lo que no debe reutilizar la receta anterior, sino que debe realizarse revisiones periódicas para supervisar y ajustar el tratamiento cuando sea necesario. Algunos medicamentos, si se usan durante un tiempo prolongado, pueden causar efectos secundarios, por lo que es fundamental la supervisión médica estrecha durante el tratamiento.
Además de tomar la medicación, los pacientes deben tomar medidas de cuidado ocular en casa para reducir los síntomas y limitar la recurrencia. Evite frotarse los ojos para evitar aumentar la irritación y dañar la córnea. Puede aplicar compresas frías con una toalla limpia para aliviar la sensación de ardor y reducir la inflamación. Use lágrimas artificiales sin conservantes para reducir la sequedad y la irritación ocular. Mantener la higiene personal y lavarse las manos y la cara con regularidad también ayuda a limitar el riesgo de exposición a alérgenos.
Para prevenir la conjuntivitis primaveral, limite la exposición a alérgenos como el polen, el polvo y el humo del cigarrillo. Use gafas protectoras al salir al exterior para evitar que el polvo y el polen entren en sus ojos. Mantenga un entorno de vida limpio manteniendo su hogar limpio y usando un purificador de aire para reducir los irritantes.
Aunque la conjuntivitis primaveral no causa consecuencias graves para la salud general, puede tener efectos a largo plazo en la salud ocular. La detección temprana y el tratamiento oportuno ayudarán a reducir el riesgo de complicaciones y a proteger la visión de la mejor manera. La prevención activa y el cuidado ocular adecuado son clave para mantener sus ojos sanos y brillantes todos los días.
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Fuente: https://kinhtedothi.vn/trieu-chung-va-cach-phong-ngua-benh-viem-ket-mac-mua-xuan.html
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