Los antiguos barcos que yacen en las profundidades del mar ejercen una extraña fascinación: guardan en su interior la historia del tiempo, de antiguos viajes tormentosos. Pero para los arqueólogos, rescatar un antiguo barco del agua no es solo un acto de exploración del pasado, sino también un gran riesgo para la conservación . Un pequeño error puede provocar que toda la estructura de madera del barco se derrumbe o sufra daños irreparables al estar expuesta al aire.
En el entorno marino, especialmente bajo capas de lodo o arena, los bloques de madera se conservan en un estado casi anaeróbico, donde los microorganismos de descomposición orgánica no pueden actuar. Por eso, muchos barcos pueden permanecer cientos de años en el fondo marino manteniendo su forma. Sin embargo, al ser rescatados, la estructura se desestabiliza de inmediato. El agua llena las fibras de la madera, actuando como un armazón de soporte. Una vez que se drena el agua, los capilares de la madera colapsan, provocando que se contraiga, se agriete y se deforme en pocos días. Por ello, en todo el mundo , muchos barcos antiguos han sufrido graves daños inmediatamente después de ser llevados a tierra, a pesar de los esfuerzos de los expertos. El rescate de barcos antiguos bajo el agua debe realizarse de forma muy científica y meticulosa.

El barco sueco Vasa. Foto: The Seattle Times.
La historia más famosa es la del barco sueco Vasa, un buque de guerra que se hundió en 1628 y fue reflotado en 1961. Tras ser llevado a tierra, el barco fue colocado en un entorno especial y durante más de 20 años se le aplicó polietilenglicol (PEG) para reemplazar el agua presente en la madera. Aunque se considera el caso más exitoso en la historia de la conservación de barcos antiguos, el mantenimiento del Vasa aún cuesta millones de dólares al año, y los expertos siguen preocupados por el riesgo de que la madera se debilite debido a la lenta reacción química. Otro ejemplo es el barco británico Mary Rose, reflotado en 1982, que también requirió más de 30 años de tratamiento y mantenimiento en un entorno controlado antes de ser exhibido al público.
Estos casos demuestran que la conservación de barcos antiguos no solo supone un reto técnico, sino también financiero, de infraestructura y de tiempo. Un proceso estándar internacional suele constar de varias etapas: levantamiento hidrostático 3D, estabilización estructural, mantenimiento de una humedad estable durante el rescate y, posteriormente, un tratamiento químico que perdura durante décadas. El PEG es un material común, pero muchos países están experimentando con métodos alternativos como el lactitol o la liofilización para reducir costes y aumentar la durabilidad del material.

Antiguo barco descubierto recientemente en Hoi An. Foto: Hoai Van / Periódico Tien Phong.
En Vietnam, los descubrimientos de barcos antiguos en Quang Ngai, Binh Thuan , Cu Lao Cham y, más recientemente, Hoi An, demuestran un gran potencial para la arqueología submarina. Sin embargo, las condiciones de conservación tras la excavación siguen siendo deficientes. El clima cálido y húmedo, las limitadas instalaciones de conservación y la falta de equipos de control ambiental dificultan el mantenimiento de la integridad de la madera antigua. De hecho, muchas piezas de madera o detalles estructurales de barcos antiguos se han deteriorado rápidamente tras ser extraídos del agua, a pesar de haber sido cubiertos, rociados con agua y tratados temporalmente.
Los expertos nacionales siguen recomendando cautela: el salvamento solo debe realizarse cuando se den las condiciones para su conservación a largo plazo. De lo contrario, dejar que el barco siga reposando bajo la arena y el agua de mar es, en ocasiones, la mejor solución, ya que el entorno natural constituye la capa de protección más eficaz para las reliquias. Este enfoque es similar a la tendencia de conservación in situ promovida por la UNESCO, que prioriza la investigación, la modelización y la monitorización remota en lugar de la excavación precipitada.
Tras el reciente descubrimiento del antiguo barco en Hoi An, se está abordando con detenimiento el tema de su conservación. Un rescate completo solo es posible con la tecnología y los recursos adecuados, algo que incluso muchos países desarrollados deben considerar cuidadosamente.
Rescatar un barco antiguo, por lo tanto, no es simplemente «traer el pasado a tierra», sino adentrarse en un proceso de conservación largo, costoso y de alto riesgo. Cada decisión es crucial para la supervivencia del patrimonio. Los barcos que yacen sepultados bajo el agua y la arena del Mar del Este son tesoros a la espera de ser descubiertos y, a la vez, un recordatorio de que la ciencia a veces debe detenerse ante la fragilidad de recuerdos milenarios.
Tras la tormenta número 13, una gruesa capa de arena de la costa fue arrasada, dejando al descubierto la silueta de un barco de madera, posiblemente una antigua embarcación de decenas de metros de eslora, en la playa de Tan Thanh, barrio de Hoi An Tay (ciudad de Da Nang). El barco yace paralelo a la orilla, conservando gran parte de su estructura intacta, lo que ha atraído la atención de lugareños y turistas. Según una primera evaluación, el barco data de entre los siglos XIV y XVI, y su estructura muestra la fusión de los estilos de construcción naval del sudeste y este de Asia. Se considera uno de los pocos barcos antiguos que se conservan prácticamente intactos descubiertos en Vietnam.
Fuente: https://khoahocdoisong.vn/truc-vot-tau-co-nghin-nam-hanh-trinh-bao-ton-day-rui-ro-kho-luong-post2149067623.html






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