El Ejército Popular de Liberación de China (EPL) advirtió recientemente que la inteligencia artificial (IA) no podrá reemplazar a los humanos en la toma de decisiones en el campo de batalla.
La decisión final recae en el comandante humano para evitar errores derivados de la naturaleza de caja negra de la IA. (Fuente: Shutterstock) |
"La IA debe trabajar en conjunto con quienes toman las decisiones para optimizar la eficiencia del comando, complementando en lugar de reemplazar a los humanos", afirma un artículo publicado en el Diario del Ejército Popular de Liberación el 31 de diciembre de 2024.
La IA se puede utilizar para aumentar las capacidades humanas (a través del análisis de datos, la simulación o la planificación), pero no puede reemplazar nuestros roles, dice el artículo.
“A medida que la IA se desarrolla, sigue siendo una herramienta guiada por el criterio humano, lo que garantiza la rendición de cuentas. La creatividad y la adaptabilidad estratégica siguen siendo prioridades fundamentales en la toma de decisiones militares”, comenta el artículo.
Según el artículo, la autonomía y la creatividad humanas son factores indispensables en el campo de batalla. Mientras que los humanos en puestos de mando pueden reaccionar dinámicamente ante las situaciones y explotar las debilidades del enemigo, la IA opera dentro de límites algorítmicos predeterminados y sus respuestas tecnológicas suelen carecer de originalidad.
El EPL ha propuesto un modelo donde “los humanos planifican y la IA ejecuta”, donde se utiliza la tecnología para ejecutar estrategias y tácticas desarrolladas por los comandantes mientras se conserva un elemento de supervisión humana.
Sin embargo, "la decisión final recae en el comandante humano para protegerse contra los errores derivados de la naturaleza de caja negra de la IA".
Otra debilidad de la tecnología, cree el EPL, es su incapacidad para asumir la responsabilidad de las decisiones tomadas, a diferencia de los comandantes humanos que pueden ajustar los planes para responder con flexibilidad a las situaciones.
El artículo también decía que incluso los equipos más avanzados, como los sistemas automatizados de defensa contra misiles, a menudo dependen de operadores humanos para tomar decisiones finales que garanticen la rendición de cuentas.
China es un firme defensor de la regulación del uso de la IA en el ejército y anteriormente ha presentado documentos a las Naciones Unidas sobre el tema, subrayando la necesidad del “control humano de la tecnología”.
El presidente chino, Xi Jinping, ha enfatizado la necesidad de controlar la tecnología, y en su más reciente reunión con su homólogo estadounidense, Joe Biden, en Perú hace dos meses, las dos potencias acordaron que "los humanos, no la IA, deben decidir cómo se utilizan las armas nucleares".
El último informe anual del Pentágono sobre el ejército chino, publicado el mes pasado, afirma que el EPL está impulsando la colaboración entre humanos y máquinas, con el objetivo de lograr una "guerra algorítmica" y una "guerra centrada en la red" para 2030.
El informe destaca las importantes inversiones del EPL en vehículos autónomos, mantenimiento predictivo, reconocimiento automático de objetivos y drones submarinos. Al mismo tiempo, el EPL busca implementar iniciativas civiles de IA en áreas como drones, reconocimiento de imágenes y toma de decisiones inteligente.
Estados Unidos también busca utilizar esta tecnología. El mes pasado, Radha Plumb, jefa de inteligencia artificial y digital del Pentágono, reveló detalles de un plan para integrar la tecnología en las operaciones de combate, que describió como "el primer gran esfuerzo para implementar inteligencia artificial avanzada que atienda las necesidades de los combatientes en tiempo real".
La adquisición por parte de Estados Unidos de esta tecnología a “adversarios” como China, Rusia, Irán y Corea del Norte “se está acelerando y plantea riesgos significativos para la seguridad nacional”, advirtió.
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