La trayectoria de esfuerzos del doctor de la Universidad de Harvard, Ha Giang, director ejecutivo de Vizgen, empresa líder mundial en biotecnología, es la prueba más clara de que 'el conocimiento cambia el destino'; en el contexto actual, muchos padres están preocupados por la educación de sus hijos.

¿Es necesario invertir grandes cantidades de recursos financieros y materiales en el desarrollo infantil? ¿O cómo crear una buena educación familiar que ayude a los niños a alcanzar sus sueños? Para responder a estas preguntas, la Dra. Ha Giang compartirá su propia historia.

La línea de salida no determina el éxito

Nací en 1988, en la zona montañosa y pobre de Hunan (China). Mi familia era de bajos recursos. Mis padres eran agricultores con bajo nivel educativo. Debido a la pobreza de mi familia, seguí a mis padres a plantar, cosechar y desherbar temprano.

Me gradué de una escuela primaria y secundaria común en una zona rural. En aquella época, las instalaciones escolares en las zonas montañosas eran relativamente deficientes. Como mi familia era pobre, solía reutilizar los cuadernos en los que había escrito y luego los borraba. En un pueblo montañoso con escasos recursos, las clases y actividades extracurriculares me eran desconocidas.

Fui el primer hijo de mi familia en ser admitido en la Universidad de Ciencia y Tecnología de China en 2005. Durante cuatro años, obtuve el promedio más alto de la escuela. En 2009, fui el mejor alumno de la carrera de Biotecnología.

Debido a mi pasión por este campo, tras graduarme de la universidad, decidí estudiar en el extranjero. En 2009, fui admitido en la Universidad de Harvard para obtener mi maestría y doctorado. En 2016, me convertí en el primer chino en hablar en la ceremonia de graduación de la Universidad de Harvard como el mejor estudiante de mi promoción.

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Dr. Ha Giang, director ejecutivo de Vizgen, empresa líder mundial en biotecnología. Foto: Baidu

Tras obtener mi doctorado, me incorporé al laboratorio de la Dra. Sangeeta Bhatia, miembro de la Academia Estadounidense de Ciencias, para realizar investigaciones. Allí estudié hígados artificiales y los primeros signos de detección del cáncer.

Como resultado de esta investigación, en 2018, fui incluido en la lista Forbes 30 Under 30 de EE. UU., en la categoría de Salud y Medicina. También recibí el premio STAT Wunderkind a la Estrella Emergente de la Biotecnología en Estados Unidos.

Para impulsar la transformación de los resultados de la investigación científica, en 2019 fundé la empresa de biotecnología Vizgen en Boston (EE. UU.), especializada en el desarrollo de nuevas herramientas de investigación genética. En menos de tres años, mi empresa completó numerosas rondas de financiación con un total de hasta 132 millones de dólares (3321 billones de VND) y lanzó la primera herramienta genómica espacial unicelular del mundo.

Actualmente, los productos de Vizgen se venden en más de 10 países de Europa, América, Asia-Pacífico (APAC) y Oriente Medio. Solo en 2023, los ingresos de la compañía alcanzaron los 250 millones de yuanes (860 mil millones de VND). Me enorgullece que la revista Nature califique la tecnología de la compañía como un avance. Vizgen también ha figurado en numerosas ocasiones entre las 10 mejores empresas de biotecnología del mundo.

Se puede decir que cada paso que di fue un gran salto. De ser un niño pobre en las montañas a un excelente doctorado de la Universidad de Harvard, y luego a ser dueño de la empresa de biotecnología líder en el mundo.

Tras conocer mi camino hacia la edad adulta, muchos sienten curiosidad por saber cómo logré abrirme camino. ¿Qué papel desempeñaron mis padres en mi crecimiento? ¿Cómo planificaron mi educación? ¿Hay algún secreto educativo detrás de mi éxito?

Al recordar mi infancia, me di cuenta de que el punto de partida no es el factor decisivo para el éxito. Incluso cuando la situación económica y los recursos familiares siguen siendo difíciles, si aplicamos conceptos y métodos educativos adecuados, podemos convertir las limitaciones en momentos decisivos en la vida.

Conceptos y métodos educativos apropiados

Detrás de mi éxito, las estrictas enseñanzas de mis padres son indispensables. Sin su compañía y perseverancia, tal vez habría sido como muchos de mis amigos de la infancia, teniendo que ir a trabajar temprano sin poder estudiar.

Mis padres cultivaron con esmero mis hábitos de vida y estudio, mi capacidad de pensamiento, mi perspectiva vital y mis cualidades personales. Estas cualidades han influido profundamente en mi crecimiento personal. Hasta ahora, las conservo y me impulsan hacia el futuro.

En otras palabras, la mejor estrategia educativa que toda familia puede adoptar es marcar una gran diferencia con un pequeño cambio. Eliminemos los conflictos internos para crear una base educativa familiar que beneficie a los niños.

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El camino desde un niño de montaña hasta un doctorado en la Universidad de Harvard, y luego hasta convertirse en director ejecutivo de la empresa de biotecnología Vizgen de Ha Giang, es inspirador. Foto: Baidu

Algunos piensan que mi historia de éxito es solo un ejemplo. Sin embargo, yo no lo creo, porque los métodos y conceptos educativos de mis padres también impulsaron el éxito de mi hermano menor. Es relativamente raro que una familia de montaña tenga un hijo con un alto nivel educativo pero sin recursos.

Sin la educación adecuada de mis padres, mis hermanos y yo difícilmente habríamos llegado lejos. Siempre estoy agradecido por la base educativa de mi familia. Son las enseñanzas de mis padres las que me han ayudado a ser quien soy hoy. Soy consciente de que el éxito de una persona depende de muchos factores. Además de la suerte, el pensamiento, los hábitos y los métodos de trabajo también determinan el éxito o el fracaso de una persona.

Sin embargo, muchos padres no comparten esta opinión. Siguen creyendo que el conocimiento es fundamental para el éxito de los niños. Esto lleva a que los padres obliguen a sus hijos a estudiar por temor a que se retrasen.

Veo el mayor problema de los padres hoy en día: se preocupan por sus hijos, pero no tienen el método educativo adecuado. Para mí, los buenos hijos se deben a la educación, los buenos hábitos a la formación, los buenos logros al esfuerzo y los buenos padres al aprendizaje.

Al recordar mi infancia, debido a la falta de recursos, no tuve muchas oportunidades de acceder a los mejores recursos educativos de la localidad. Sin embargo, gracias a buenos hábitos de estudio y un buen estilo de vida, rápidamente conseguí oportunidades futuras.

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