Europa "sentada en llamas"
Las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia podrían hacer que Europa pierda su posición en la cuestión de Ucrania, así como su propia seguridad. Si antes Europa se posicionaba como una parte indispensable en el conflicto, ahora el riesgo de que quede al margen es cada vez más real. Es evidente que los recientes acontecimientos en torno a Ucrania, desde las negociaciones entre Estados Unidos y Ucrania para acordar un alto el fuego de 30 días hasta la llamada telefónica entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia para acordar un alto el fuego de 30 días en la infraestructura energética de Ucrania, llevan la marca de la diplomacia itinerante estadounidense.
Europa ha estado en vilo en los últimos días con una serie de intensos eventos diplomáticos. El 20 de marzo, líderes europeos y oficiales militares de la región se reunieron por separado para debatir un plan a largo plazo parapacificar Ucrania. Unos 30 líderes militares de países interesados en supervisar un alto el fuego duradero en Ucrania se reunieron en un lugar al norte de Londres, Inglaterra. Mientras tanto, los líderes de la Unión Europea (UE) se reunieron en Bruselas, Bélgica, para debatir cuestiones de seguridad, en particular la continuación de la ayuda a Ucrania, y para evaluar los acontecimientos recientes y la propuesta estadounidense de alto el fuego.
En otra acción, inmediatamente después de asumir el cargo, el nuevo primer ministro canadiense, Mark Carney, eligió Francia y el Reino Unido como sus primeros destinos en el extranjero, ignorando a su vecino. El 17 de marzo en París, el Sr. Carney confirmó al presidente francés, Emmanuel Macron, que su país «garantizará siempre y en todo momento la seguridad de Europa». Los líderes de ambos países se comprometieron a que Canadá y Francia apoyarían a Ucrania como «fuerza de paz».
Durante su segunda visita al Reino Unido, el primer ministro canadiense, Mark Carney, y su homólogo anfitrión, Keir Starmer, reafirmaron su compromiso con una relación más estrecha y eficaz entre Canadá y el Reino Unido. En una reunión celebrada en el número 10 de Downing Street, el primer ministro Keir Starmer destacó que el Reino Unido y Canadá son aliados, los socios más cercanos y duraderos. Ambos líderes coincidieron en que la alianza entre Canadá y el Reino Unido se basa en la historia, los valores compartidos y la base de la Commonwealth; ambos países desean fortalecer la relación.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, promueven activamente la iniciativa de enviar fuerzas de paz a Ucrania, llegando incluso a afirmar que los aliados occidentales no tienen la obligación de preguntar a Rusia si aprueban dicha misión, ya que la decisión final "recae en la Ucrania soberana". Según el líder francés, esto podría incluir, por ejemplo, "desplegar miles de tropas de cada país en lugares clave para entrenamiento" y "demostrar el apoyo a largo plazo de Occidente" a Ucrania.
Es prematuro hablar de la formación de una nueva alianza transatlántica, pero en medio de las tensiones entre Estados Unidos y sus socios de la OTAN, comienzan a formarse pequeños bloques y "clubes de intereses". Ya existen alianzas militares franco-británicas y anglo-polacas, y es probable que surjan otros mecanismos bilaterales, como las alianzas franco-canadienses y anglo-canadienses.
Estos avances benefician a la nueva administración estadounidense. El presidente Donald Trump no ha ocultado su deseo de trasladar la responsabilidad de su propia defensa a los europeos. El presidente francés, Emmanuel Macron, también ha expresado su deseo de debatir un marco común europeo de defensa nuclear, lo cual se considera una de las señales clave de un cambio histórico en la visión de la seguridad europea. Los europeos han optado por proponer sus propias propuestas en lugar de seguir a su principal aliado, Estados Unidos.
¿Está perdida Europa?
Sin embargo, la pregunta es: ¿Están los países europeos intentando buscar autonomía estratégica o se están exponiendo a la alienación debido a su desacuerdo con Estados Unidos? En primer lugar, el surgimiento de una Europa más fuerte y estratégicamente independiente es totalmente posible, pero debe entenderse que esto requerirá más recursos, esfuerzo y tiempo. Mientras tanto, Europa se enfrenta a una serie de desafíos que deben abordarse. Uno de los principales desafíos es que la política arancelaria de la administración Trump tiene un impacto negativo en el crecimiento económico europeo, y se espera que el PIB de la UE caiga un 0,3% en 2026 si se implementa el arancel del 10-20%. Además, la nueva guerra arancelaria entre Estados Unidos y China también podría afectar gravemente a las economías dependientes de la exportación, como Alemania. Según los analistas, la administración estadounidense considera los aranceles como moneda de cambio, mientras que la posibilidad de represalias similares es improbable. Esto se convertiría en un shock deflacionario, una fragmentación global que perjudicaría a la Europa dependiente del comercio a largo plazo.
El aumento del precio del gas seguirá siendo uno de los mayores desafíos para Europa en 2025. Para Alemania, cuya economía se enfrenta a una desaceleración prolongada en su sector manufacturero clave, los economistas pronostican un crecimiento de tan solo el 0,4 % en 2025 y el 1 % en 2026, una reducción de 0,3 puntos porcentuales cada año. Las previsiones para Francia también se han revisado a la baja, mientras que se espera que España crezca ligeramente más rápido de lo previsto anteriormente.
En segundo lugar, la unidad interna y la solidaridad son algo que los líderes europeos siempre se han esforzado por promover, pero nunca han logrado. La reciente cumbre de la UE es la prueba más clara de esta afirmación. Según Politico, el 21 de marzo, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, propuso un plan para movilizar 40 000 millones de euros en ayuda militar para Ucrania este año. Sin embargo, este plan fue derrotado tras la reunión de los líderes de la UE en Bruselas. El principal problema fue la falta de consenso entre los Estados miembros de la UE. Algunos países, como Hungría, vetaron el plan, mientras que otros se mostraron reacios a apoyar el paquete de ayuda cuando su deuda pública interna se disparaba.
En tercer lugar, el plan de enviar fuerzas de paz a Ucrania también sería complejo. Para Rusia, Moscú podría discutir el mantenimiento de la paz tras alcanzar un acuerdo. Es decir, si las partes coinciden en que el "paquete de paz" requiere apoyo internacional, surgiría un tema de debate. Este podría incluir observadores desarmados, una misión civil que supervisaría la implementación de ciertos aspectos del alto el fuego o mecanismos de garantía.
Sin embargo, el envío de fuerzas de paz europeas a Ucrania en la actual situación de guerra se enfrentará a una férrea oposición por parte de Rusia. En ese momento, podría darse el riesgo de un conflicto directo entre Rusia y Europa. Este es un escenario que los países europeos no desean. Hay muchas razones para explicar este problema, la más importante de las cuales es el temor a una represalia nuclear, pero incluso en una guerra convencional, las tácticas y armas europeas no pueden garantizar que el bloque logre la ventaja sobre Rusia. La situación será aún más difícil para Europa, ya que es probable que la administración Trump se mantenga al margen si se produce este escenario.
Entendiendo los riesgos de enfrentarse a Rusia, no todos los países europeos están dispuestos a enviar tropas a territorio ucraniano. Por ejemplo, en una reunión en Bruselas el 17 de marzo, el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, declaró que Roma se oponía al envío de tropas a misiones de la OTAN o la UE. «Podríamos hacerlo si hubiera una misión de la ONU en la zona de amortiguación con la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero por ahora, pongamos fin a la guerra primero y luego veamos qué sucede», declaró el ministro de Asuntos Exteriores italiano, según Izvestia. Berlín también se pronunció en contra del envío de fuerzas de paz a Ucrania antes de lo previsto. La iniciativa de París y Londres no contó con el apoyo de Eslovaquia, Finlandia y Croacia.
HUNG ANH (Colaborador)
Fuente: https://baothanhhoa.vn/tu-chu-chien-luoc-hay-la-su-co-don-lac-long-nbsp-243302.htm
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