El periodismo moderno filtra y domina la IA. (Fuente: Vneconomy) |
El contenido generado por IA abarca todas las áreas del periodismo, desde artículos y publicaciones en redes sociales, agregación de noticias, conversión de texto a voz, generación y reconocimiento de imágenes, e incluso creación de videos . Con la capacidad de generar cantidades masivas de contenido en tiempo récord, lo que crea la IA supone un cambio radical para muchas organizaciones de noticias. Pero ¿qué significa esta tendencia para el futuro del periodismo?
Si bien la IA está revolucionando la forma en que difundimos noticias con mayor rapidez, precisión y personalización, también plantea diversas cuestiones éticas y legales sobre la rendición de cuentas y la propiedad intelectual. A medida que la IA continúa desarrollándose, es importante que periodistas y organismos reguladores comprendan su potencial como herramienta y como posible amenaza.
Haz un gran avance
La eficiencia en costos y tiempo en la producción de contenido, manteniendo la calidad, es una gran ventaja para el periodismo que la IA aporta. Esta tecnología puede producir contenido a un ritmo mucho mayor que el de los humanos, liberando tiempo y recursos en comparación con la creación manual. Además, puede crear contenido las 24 horas del día sin descansos, lo que acelera los plazos de entrega. Además, la IA también ayuda a los medios a reducir la necesidad de editores y reporteros, permitiéndoles invertir más en otras áreas.
The New York Times, Associated Press, Reuters y The Washington Post han utilizado IA para crear contenido. Press Association (Reino Unido) ahora puede producir 30.000 noticias al mes utilizando IA, en todos los formatos: texto, imágenes, vídeos…
La precisión de la información es la principal ventaja del contenido generado por IA. Mediante algoritmos, las máquinas están diseñadas para seguir un conjunto de reglas que garantizan resultados consistentes y precisos. Las máquinas pueden procesar grandes cantidades de datos con mayor eficiencia que los humanos y no se cansan ni cometen errores debido al estrés. Esto garantiza que el resultado sea objetivo y no esté influenciado por emociones o sesgos humanos.
La precisión del contenido generado por IA depende de la calidad de los datos utilizados para entrenarla y de los algoritmos empleados durante el entrenamiento. Los algoritmos de IA pueden procesar grandes cantidades de información con rapidez, lo que mejora la precisión del contenido basado en datos y el análisis estadístico, superando el rendimiento humano.
Según el estudio de la Comisión Catalana de Prensa "Algoritmos en la Redacción: Retos y Recomendaciones para la Inteligencia Artificial con Ética Periodística", las agencias de prensa aplican la IA en casi todas las etapas de la producción de contenidos. De ellas, la tasa de uso de la IA para tareas específicas, como la identificación y recomendación de contenido, supera el 76 %, mientras que el apoyo a la agrupación y el análisis del comportamiento del lector alcanza el 60 %.
La inteligencia artificial tiene el potencial de transformar la forma en que se distribuyen y publican las noticias, ofreciendo una experiencia personalizada a la medida de cada lector. Al analizar las preferencias, los hábitos, el comportamiento de navegación y las interacciones en redes sociales de los usuarios, los algoritmos de IA pueden recomendar historias relevantes y temas de interés. Esto aumenta la interacción de la audiencia y permite a los periodistas crear contenido adaptado a lectores específicos, aumentando el número de lectores y fomentando una conexión más estrecha entre periodistas y lectores.
Desafíos que plantea la IA
Uno de los mayores desafíos del contenido generado por IA es su falta de creatividad e ingenio. Los modelos de IA se entrenan con datos y patrones existentes, lo que limita su capacidad para crear contenido verdaderamente original. Son excelentes para reconocer y replicar patrones y estructuras en su base de datos existente, pero les cuesta generar ideas innovadoras y novedosas.
Además, la IA carece de la sensibilidad y la sutileza de un periodista, es decir, la capacidad de comprender y responder a las emociones y comportamientos humanos. Esto significa que el contenido generado por IA puede no captar los matices de una situación particular ni comprender el contexto cultural de un contenido, lo que resulta en un contenido potencialmente insensible o inapropiado, e incluso engañoso en algunos casos.
Como resultado, muchos argumentan que, si bien el contenido generado por IA puede ser útil para ciertas tareas, no debería reemplazar la creatividad y la intuición humanas en industrias como el periodismo. Los periodistas humanos pueden aprovechar sus perspectivas y experiencias únicas para crear contenido preciso y atractivo, adaptándose a las necesidades y expectativas cambiantes de su público.
Así pues, si bien la IA es ahora una herramienta extremadamente poderosa, que supera a los periodistas en algunos aspectos, esto no significa que deba eliminarse por completo su papel en la producción y distribución de periódicos. Debe utilizarse en conjunción con la experiencia humana para crear contenido verdaderamente atractivo, relevante y receptivo para los lectores.
El contenido generado por IA puede ser sesgado o impreciso si los algoritmos no se diseñan correctamente. Por ejemplo, si el conjunto de datos de entrenamiento está sesgado o si los algoritmos están programados para favorecer ciertos elementos, esto puede generar contenido inexacto o engañoso. La posibilidad de sesgo y discriminación algorítmica es una preocupación importante. Periodistas y desarrolladores deben colaborar para garantizar que los sistemas de IA sean transparentes, responsables y se basen en conjuntos de datos diversos y representativos.
Existen consideraciones éticas y legales al producir contenido generado por IA, ya que difiere del periodismo tradicional, que se basa en el criterio humano. Los modelos de IA se basan en grandes conjuntos de datos para su entrenamiento, y la recopilación y el uso ético de datos son cruciales. Pueden surgir problemas relacionados con la privacidad, el consentimiento y la propiedad de los datos cuando se utiliza información personal o sensible sin consentimiento o sin las garantías adecuadas. Proteger la privacidad del usuario y garantizar prácticas éticas de datos son consideraciones esenciales al producir contenido generado por IA.
En algunos casos, la IA puede incluso manipularse con fines maliciosos, como los deepfakes, medios sintéticos que alteran o falsifican contenido de forma convincente, como vídeos o grabaciones de audio. Los deepfakes pueden utilizarse para difundir desinformación, manipular la opinión pública o dañar la reputación de las personas. Se requieren evaluaciones y controles éticos, incluyendo la lucha contra el uso indebido de la tecnología de IA y el desarrollo de mecanismos para verificar y detectar incidentes maliciosos y prevenirlos a tiempo.
Aliados valiosos y responsables
La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta poderosa en el periodismo, transformando muchos aspectos del campo, desde la recopilación de noticias hasta la creación de contenido y la interacción con la audiencia. Si bien ofrece oportunidades sin precedentes de eficiencia, precisión y personalización, también conlleva desafíos éticos que requieren una cuidadosa consideración.
La cuestión es que los reguladores, así como los tecnólogos y los creadores de contenido, necesitan trabajar juntos para aprovechar las oportunidades que presenta la IA y abordar de manera responsable los desafíos que plantea, garantizando que la IA sirva como un aliado valioso para los periodistas y al mismo tiempo defendiendo los principios básicos del periodismo: verdad, precisión y brindar información de la manera más ética y confiable y, sobre todo, servir al público de la manera más responsable.
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