Funcionarios de la NASA afirmaron no haber recibido informes de daños ni heridos desde la reentrada, que tuvo lugar en la madrugada en Sudán. El satélite cayó a 26 grados de longitud y 21,3 grados de latitud en el desierto del Sahara, según el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Imagen simulada del satélite RHESSI. Foto: NASA
Se cree que la mayor parte del satélite de 300 kg, conocido por sus siglas RHESSI, se quemó al precipitarse a través de la atmósfera. Sin embargo, los expertos predicen que algunos fragmentos podrían haber sobrevivido y caído al suelo.
Lanzado en 2002, RHESSI se apagó en 2018 tras un fallo de comunicaciones. Antes de quedar inactivo, estudió las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal.
La nave espacial está equipada con un espectrómetro de imágenes que registra los rayos X y gamma del Sol. Desde su posición original en la órbita baja terrestre, el satélite capturó imágenes de los electrones de alta energía liberados en las erupciones solares, según la NASA.
Antes de RHESSI, no se habían tomado imágenes de rayos gamma ni de rayos X de alta energía de estos eventos, que liberan energía equivalente a miles de millones de megatones de TNT en la atmósfera del Sol en cuestión de minutos y pueden tener impactos en la Tierra, incluida la interrupción de los sistemas eléctricos.
Bui Huy (según la NASA, CNN, AP)
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