Desde entonces, el 2 de septiembre no sólo ha sido un hito en la historia, sino que también se ha convertido en el Día de la Independencia, una gran fiesta para toda la nación, cuando la voluntad de independencia y la aspiración de rebelión se fusionan en fuerza.

Durante los últimos 80 años, bajo el liderazgo del Partido, el pueblo vietnamita ha superado innumerables dificultades, obtenido victorias en las guerras de resistencia y se ha mantenido firme en la causa de la innovación, la integración y el desarrollo. En ese flujo común, Ciudad Ho Chi Minh —la heroica ciudad que lleva el nombre del querido tío Ho— siempre ha sido un punto de convergencia de fuerzas, una locomotora que contribuye activamente al avance del país.
Hace 80 años, en el histórico otoño de 1945, Saigón - Cho Lon y el Sur se levantaron para tomar el poder, haciendo una gran contribución a la victoria de la Revolución de Agosto.
Desde entonces, en la guerra de resistencia contra el colonialismo y el imperialismo, Saigón-Gia Dinh se ha convertido en la "Ciudadela de la Patria", símbolo de la resiliencia e indomabilidad de la nación. En julio de 1976, la VI Asamblea Nacional decidió cambiar el nombre de Saigón-Gia Dinh a Ciudad Ho Chi Minh, la ciudad honrada de llevar el nombre del amado líder de la nación. A partir de aquí, comenzó una nueva andadura, con la responsabilidad de ser el motor económico y la puerta de entrada al comercio internacional de todo el país.
Se puede decir que, al observar Ciudad Ho Chi Minh, se aprecia con mayor claridad el espíritu de "atrévete a pensar, atrévete a hacer" de toda la nación. De una ciudad gravemente devastada tras la guerra, se ha convertido en el centro económico más dinámico del país. En los últimos años, gracias a numerosas resoluciones del Politburó dedicadas a ella, Ciudad Ho Chi Minh ha recibido y sigue recibiendo la responsabilidad de impulsar instituciones, impulsar infraestructuras innovadoras y promover la economía del conocimiento, la economía verde y la economía digital.
Ciudad Ho Chi Minh no solo es líder en desarrollo, sino también un punto de encuentro entre la humanidad. En cada circunstancia, desde epidemias hasta desastres naturales, el espíritu de "una ciudad para todo el país, con todo el país" se reafirma siempre con acciones solidarias y humanitarias. Es la combinación de dinamismo, creatividad y humanidad la que ha forjado la imagen de Ciudad Ho Chi Minh como uno de los símbolos típicos de las aspiraciones de Vietnam.
En estos días, desde Hanoi hasta Ciudad Ho Chi Minh, desde las llanuras hasta las montañas, desde el campo hasta las ciudades, la fuerza de la nación está convergiendo hacia un objetivo común: la aspiración de 2045: hacer de Vietnam un país desarrollado.
Aún quedan muchos desafíos: la competencia global, el cambio climático, los desastres naturales, las epidemias, la necesidad de innovación institucional, la mejora de la calidad de los recursos humanos... pero los últimos 80 años de historia nos han dejado una valiosa lección: con solidaridad, coraje y dedicación, el pueblo vietnamita los superará.
Toda la nación celebra el Día de la Independencia, y hoy no solo se conmemora, sino que también se afirma: la responsabilidad de la generación actual es continuar la aspiración a la independencia con acciones concretas. Si la generación anterior "estuvo decidida a morir por la Patria", la generación actual debe estar "decidida a fortalecerla".
En ese camino, Ciudad Ho Chi Minh no solo es una ciudad especial, sino también un símbolo del afán de superación, una prueba de que la fuerza de Vietnam siempre nace de la iniciativa y la expansión. En particular, un nuevo hito en la historia de la ciudad es la organización y fusión de las unidades administrativas, en el espíritu de la Resolución de la Asamblea Nacional, que ha abierto un amplio, sincrónico y moderno espacio de desarrollo para la ciudad.
La expansión de los límites administrativos ayuda a la ciudad a reestructurar su espacio de desarrollo, combinando armoniosamente la industria, los servicios y la agricultura de alta tecnología. Esta es una premisa importante para que la ciudad reorganice la producción, distribuya la población y garantice un desarrollo más sostenible y equilibrado.
Ciudad Ho Chi Minh es también un lugar donde converge el espíritu de humanidad, priorizando siempre a las personas. Cuidar la seguridad social y no dejar a nadie atrás es la belleza de una ciudad con profundos valores humanos.
En el contexto de la construcción de un país fuerte, la combinación de dinamismo, creatividad y humanidad de Ciudad Ho Chi Minh será un factor importante que contribuirá al éxito general.

En la atmósfera del Día de la Independencia de hoy, no sólo es una oportunidad para revisar las páginas doradas de la historia sino también un recordatorio de la responsabilidad de cada ciudadano vietnamita en la causa de la construcción de la nación.
Las acciones de hoy –desde mantener la independencia, fortalecer la unidad nacional, promover la innovación hasta hacer esfuerzos para cuidar la vida de las personas– son el camino para hacer realidad la aspiración a un gran poder.
Desde Hanoi, donde el tío Ho leyó la Declaración de Independencia, hasta Ho Chi Minh, la ciudad más grande del país, que crece fuertemente y se extiende a todas las regiones, la fuerza de Vietnam converge y brilla.
Esa es la fuerza de una nación que no ha escatimado sangre ni sacrificios para lograr la independencia y que ahora está decidida a construir un Vietnam fuerte, próspero y feliz.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/vi-mot-viet-nam-hung-cuong-post811270.html






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