El éxito del pensamiento abierto
En los últimos años, equipos del sudeste asiático como Indonesia, Malasia y Filipinas han logrado grandes avances en el mapa del fútbol regional, gracias a una política fuerte y proactiva en la contratación de jugadores con raíces patrias que viven en el extranjero.
Indonesia es un claro ejemplo. Desde 2020, la Asociación de Fútbol de Indonesia (PSSI) ha lanzado una campaña a gran escala para encontrar y naturalizar jugadores de origen indonesio, principalmente en los Países Bajos.
En tan solo unos años, decenas de jugadores nacidos y formados en Europa han vestido la camiseta de la selección nacional. No solo aportaron físico, velocidad y técnica superiores, sino que también mejoraron el pensamiento táctico de todo el equipo. Gracias a ello, Indonesia se clasificó por primera vez para los octavos de final de la Copa Asiática 2023 y compite por un puesto en la ronda clasificatoria final del Mundial 2026.
De igual manera, Malasia también ha tenido éxito gracias a su política de naturalizar jugadores de ascendencia europea y sudamericana . Cabe destacar que, en la victoria por 4-0 sobre Vietnam en las eliminatorias de la Copa Asiática de 2027, la selección malasia contó con hasta nueve jugadores naturalizados. Estos jugadores han ayudado a Malasia a transformarse por completo tras más de una década de frecuentes derrotas ante Vietnam.
En el fútbol femenino, Filipinas se convirtió en un fenómeno asiático al participar por primera vez en el Mundial de 2023 y obtener una histórica victoria sobre Nueva Zelanda. Las jugadoras de origen filipino, nacidas, criadas y formadas en Estados Unidos, contribuyeron enormemente a ese milagro.
¿Por qué Vietnam no puede hacerlo?
A diferencia de la oleada de refuerzos provenientes de fuera de las selecciones regionales, Vietnam aún tiene dificultades para encontrar, reclutar y utilizar jugadores vietnamitas en el extranjero. Si bien la comunidad vietnamita en el extranjero es relativamente numerosa, el número de jugadores vietnamitas de alta calidad que juegan en la selección nacional es aún muy limitado. Existen numerosas razones que explican esta situación, incluyendo factores tanto objetivos como subjetivos.
Objetivamente, el número de jugadores vietnamitas que juegan en las principales ligas europeas es muy limitado. Mientras que Indonesia cuenta con decenas de jugadores mestizos en los Países Bajos formados en academias como el Ajax y el PSV, Vietnam solo cuenta con unos pocos nombres destacados, como Filip Nguyen (República Checa), Patrik Le Giang (Eslovaquia), Lee Nguyen (EE. UU.) o Ibrahim Maza (Alemania).
Subjetivamente, el fútbol vietnamita carece de una estrategia sistemática para atraer jugadores vietnamitas en el extranjero. No hemos establecido un sistema de ojeadores en el extranjero, carecemos de canales de información que conecten con la comunidad vietnamita en el extranjero y no contamos con una política de apoyo activo a los jugadores que desean nacionalizarse.
Muchos jugadores anhelan jugar con la selección nacional, pero no han completado los trámites durante años o no han recibido indicaciones claras de la unidad responsable, por lo que se han dado por vencidos. Por ejemplo, el portero Filip Nguyen esperó casi nueve años para obtener la ciudadanía vietnamita.
Mientras tanto, Ibrahim Maza es uno de los jóvenes talentos de origen vietnamita más destacados de Alemania, quien eligió jugar con la selección nacional argelina tras no tener ningún contacto oficial con Vietnam. Muchos otros, como Lee Nguyen, Patrik Le Giang, Jason Pendel... también han expresado su deseo de contribuir al fútbol vietnamita, pero han permanecido en silencio o se han visto atrapados en trámites. Además, la mentalidad de "priorizar a los jugadores nacionales", que ha existido durante tanto tiempo, también es una barrera invisible.
Para no quedarse atrás en la carrera por combinar recursos internos y externos, el fútbol vietnamita necesita una estrategia nueva, integral y sistemática para atraer, integrar y desarrollar jugadores vietnamitas en el extranjero. En primer lugar, es necesario crear las condiciones para el establecimiento de un departamento internacional de ojeadores bajo la supervisión de la VFF. Esta unidad debe crear una base de datos completa de jugadores vietnamitas en todo el mundo , especialmente en Francia, Alemania, Estados Unidos, Rusia, República Checa, Australia, etc. Al mismo tiempo, se debe coordinar con clubes nacionales, embajadas y la comunidad vietnamita para detectar y contactar con talentos prometedores de forma temprana.
En segundo lugar, mejorar el proceso de naturalización. Las autoridades deberían simplificar los trámites legales para los jugadores vietnamitas cualificados. Facilitarles la obtención de la doble nacionalidad (si la ley lo permite) y proporcionar un mecanismo de apoyo independiente para quienes realmente deseen jugar con la selección nacional vietnamita.
En tercer lugar, aumentar las oportunidades para que los jugadores vietnamitas en el extranjero prueben su talento. El fútbol vietnamita debería organizar campamentos de entrenamiento de verano, torneos amistosos o invitar a jugadores vietnamitas en el extranjero a probar suerte en las selecciones nacionales sub-19 y sub-23. Esto no solo ayuda a evaluar sus habilidades, sino que también crea un entorno para que se familiaricen con la cultura y el ambiente futbolístico del país.
En cuarto lugar, apoyar la integración y enriquecer las experiencias. En quinto lugar, cambiar la mentalidad. Es hora de que el fútbol vietnamita abandone el miedo a usar factores mestizos o naturalizados. Lo importante no es dónde nacieron, sino si tienen la capacidad y el deseo de contribuir al equipo. La lección de Nguyen Xuan Son, jugador nacido en Brasil y nacionalizado vietnamita, que se convirtió en el máximo goleador de la Copa ASEAN 2024, es una prueba clara de que si se elige a la persona adecuada, el fútbol vietnamita se beneficiará.
En el contexto del auge de los equipos regionales gracias a las políticas de atracción de jugadores extranjeros, el fútbol vietnamita no puede quedarse al margen. Descubrir, seleccionar e integrar recursos humanos vietnamitas de alta calidad en el extranjero no es solo una solución temporal, sino que debe formar parte de una estrategia de desarrollo a largo plazo.
Para lograrlo, necesitamos ser más proactivos, flexibles y valientes en nuestras acciones, políticas y cambios de mentalidad. Solo así la selección nacional podrá mantenerse al día y ser competitiva a nivel continental.
Fuente: https://baovanhoa.vn/the-thao/vi-sao-chua-tan-dung-tot-nguon-cau-thu-viet-kieu-143187.html
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