
Los semáforos en Japón se distinguen por 3 colores: rojo, amarillo y azul (Foto: Shutterstock).
En la mayoría de los países del mundo , los colores de los semáforos se consideran una "regla no escrita": el rojo significa "alto", el amarillo "precaución" y el verde "adelante". Estas señales se han convertido en reflejos casi instintivos que no requieren explicación y trascienden todas las barreras lingüísticas y culturales.
Sin embargo, en Japón, un país famoso por su cultura única, esta regla no se cumple del todo. En concreto, la mayoría de las luces "verdes" en Japón son azules en lugar de verdes, lo que confunde a muchos turistas.
La diferencia viene del... lenguaje.
Los semáforos en Japón también tienen tres colores, como en el resto del mundo: rojo, amarillo y verde. Pero lo curioso es que aquí el verde es más azul que verde.
Este fenómeno no es un error técnico, sino que tiene sus raíces en la historia del japonés. En el japonés antiguo, la palabra «ao», que originalmente significaba azul, se usaba para referirse al verde, al azul y a todo lo intermedio.
Aunque el japonés moderno ahora utiliza la palabra "midori" para verde, esta distinción aún no se ha extendido por completo en la cultura popular. Los japoneses aún suelen referirse a las cosas verdes como "ao", como en las frases "aoringo" (manzana verde) o "aoyama" (montaña verde).

Los semáforos para peatones en Japón también utilizan el color azul en lugar del verde (Foto: Getty).
Esta ambigüedad en la percepción del color llevó al gobierno japonés, al emitir las normas para los semáforos en 1973, a elegir un tono de verde cercano al azul. Se decía que esto mantenía la coherencia en el lenguaje y la estética cultural.
Eso explica por qué algunos semáforos en Japón parecen azules, especialmente en zonas donde todavía se utiliza el antiguo sistema.
Percepción del color: ¿científica o subjetiva?
Las diferencias en los colores de los semáforos en Japón también sugieren un tema más amplio: la denominación y la percepción de los colores según características culturales y personales.
Un ejemplo famoso es la prueba en línea IsMy.Blue , en la que se pide a los usuarios clasificar las gamas de colores entre el verde y el azul. Los resultados muestran que no existe un consenso absoluto, ni siquiera entre hablantes del mismo idioma.
Lo mismo ocurría en la antigua Grecia, cuando los nombres de los colores no se basaban en la longitud de onda de la luz, sino que solían asociarse con la textura, el brillo y la reflectividad. Esta es una forma muy diferente de definir el color a la actual.
Al regresar a Japón, se puede ver que el color azul en los semáforos no es sólo una elección técnica, sino un profundo reflejo de las capas lingüísticas y culturales que se han formado a lo largo de los siglos.
Así que, si un día te paras en una intersección en Tokio y ves una luz "azul", no dudes en seguir caminando. Para los japoneses, sigue siendo una luz verde, solo que verde a su manera.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/vi-sao-den-giao-thong-o-nhat-co-mau-xanh-lam-20250616110452585.htm
Kommentar (0)