No solo los turistas, sino también el personal hotelero de muchos países del mundo sigue este procedimiento al acompañar a los huéspedes a sus habitaciones. El año pasado, un vídeo en redes sociales que mostraba al personal de varios hoteles y complejos turísticos «llamando a la puerta tres veces» generó numerosos comentarios.
El personal del hotel siempre llama tres veces antes de abrir la puerta cuando acompaña a los huéspedes a sus habitaciones.
La mayoría de los espectadores sentían curiosidad por conocer el verdadero propósito de este procedimiento. Algunos comentaron que se debía a razones espirituales o de feng shui no escritas en el sector hotelero. «Trabajaba como recepcionista de hotel y me enseñaron a hacerlo cada vez que un huésped se registraba», compartió una persona. Otra dijo: «Según mi experiencia como guía turístico, llamar a la puerta para el registro sirve para avisar a cierta presencia en la habitación de que el huésped está a punto de entrar, para que pueda marcharse».
De hecho, llamar a la puerta antes de entrar en la habitación no solo se aplica al personal de recepción, sino también a otros departamentos del hotel. Desde servicio y limpieza hasta administración, todos deben seguir este principio profesional para mostrar cortesía y respeto a los huéspedes.
Aunque no haya nadie en la habitación, esta medida sirve para evitar confusiones con el número de habitación o la tarjeta, lo que podría llevar a que la persona que se encuentre dentro entre en una habitación ya ocupada. Llamar a la puerta le da tiempo a la persona que está dentro para prepararse si un desconocido entra en la habitación equivocada. El número tres veces es simplemente el típico anuncio de "uno, dos, tres".
La mayoría del personal de hoteles y resorts de todo el mundo, desde los más económicos hasta los de lujo, está capacitado para cumplir con los principios anteriores.
Sin embargo, para muchos visitantes, la regla de llamar tres veces tiene un componente espiritual y se realiza siempre como una práctica obligatoria. Además, después de llamar, hay que hacerse a un lado para dejar salir a la persona que está dentro.
Además, existen otras normas que los asiáticos suelen aplicar al registrarse en un hotel, como por ejemplo, al entrar en la habitación, encender las luces, abrir las cortinas o las ventanas para dar la bienvenida a la energía positiva; colocar las pertenencias sobre la cama vacía; dejar las zapatillas desordenadas; no sacar todas las pertenencias de la maleta...
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