
Simulación de un coche autónomo en acción en el Proyecto Chrono (Foto: Science Alert).
Este descubrimiento promete cambiar la forma en que se diseñarán los robots de exploración espacial en el futuro.
Durante más de medio siglo, desde que se lanzó el primer explorador extraterrestre en 1970, la humanidad ha mejorado continuamente la tecnología de exploración espacial.
Sin embargo, incluso los rovers más avanzados de la NASA han encontrado repetidamente problemas que han provocado que sus ruedas se atasquen en la arena blanda del planeta, interrumpiendo sus misiones.
Un ejemplo de ello es el rover Spirit de Marte. Se atascó en 2009 y no se ha movido desde entonces. La causa exacta de esto se ha determinado recientemente.
Según Dan Negrut, ingeniero mecánico de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.), el problema radica en que los ingenieros anteriores sólo consideraron el impacto de la gravedad en el rover, sin analizar completamente el impacto de la baja gravedad en la superficie arenosa de los cuerpos celestes.
En los entornos de Marte o la Luna, la gravedad débil hace que el polvo y la arena planetarios sean mucho más sueltos, blandos y fáciles de mover que en la Tierra, lo que reduce significativamente la tracción y aumenta el riesgo de quedarse atascado.
Mientras tanto, pruebas terrestres anteriores utilizando suelo simulado no lograron reproducir adecuadamente el comportamiento de la arena en condiciones de gravedad extraterrestre, lo que provocó fallas de diseño.

La rueda del rover Opportunity se atascó en la arena de Marte (Foto: NASA).
Para solucionar esto, el equipo utilizó simulaciones físicas en un proyecto llamado Chrono, con el objetivo de comparar los resultados con pruebas de arena en condiciones reales. Los resultados mostraron una clara diferencia: en el mismo coche, pero en un entorno de baja gravedad, la arena estaba más alterada, desestabilizándose y dificultando considerablemente la generación de empuje de las ruedas.
Este descubrimiento se considera la pieza clave para mejorar el diseño de robots de exploración espacial. Al incorporar el efecto gravitacional de la arena al modelo de prueba, los ingenieros pueden predecir la movilidad con mayor precisión, reducir el riesgo de que el vehículo se atasque y ahorrar en costos de misión.
Esta es una clara demostración del valor de la simulación basada en la física para resolver desafíos de ingeniería del mundo real, enfatizó Dan Negrut.
Con esta nueva comprensión, las futuras misiones de exploración espacial estarán equipadas con vehículos exploradores más duraderos y mejor adaptados al duro terreno de los planetas, lo que contribuirá a ampliar la capacidad de explorar y recopilar datos científicos .
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/vi-sao-xe-tu-hanh-toi-tan-van-ket-banh-tren-sao-hoa-mat-trang-20250811081247437.htm






Kommentar (0)