
El astronauta con inteligencia artificial de la NASA conquistará Marte en el futuro (Foto ilustrativa: BGR).
Ante la preocupación por la salud de los astronautas en las duras condiciones de Marte, la NASA está considerando una nueva dirección para futuras misiones de exploración: utilizar robots modernos equipados con inteligencia artificial (IA).
Estos "exploradores" especiales no necesitan comida, agua, oxígeno ni protección contra la radiación, pero pueden soportar el duro entorno de Marte, construir refugios, extraer recursos y preparar infraestructura antes de que los humanos pongan un pie en el Planeta Rojo.
Esta visión se está haciendo realidad. El Programa de Sistemas y Operaciones Autónomos de la NASA ha demostrado la capacidad de la IA para gestionar naves espaciales, apoyar a las tripulaciones y permitir operaciones autónomas incluso con retrasos en las comunicaciones.
El uso de astronautas con IA conlleva muchos beneficios, especialmente ahorro de costes y minimización de riesgos para los humanos durante viajes espaciales largos y distantes.
Sin embargo, esto también plantea profundas preguntas filosóficas sobre el papel de los humanos en la exploración espacial. Si las máquinas son las primeras personas en pisar Marte, ¿qué significa eso para el sueño de la humanidad de conquistar el universo?
Los viajes espaciales en la era de la IA

El objetivo de los robots no es reemplazar a los humanos (Ilustración: BGR).
Pascal Lee, científico planetario del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI) y del Instituto de Marte, ha pasado décadas estudiando los desafíos de enviar humanos al Planeta Rojo.
Ha dirigido misiones de simulación de Marte en entornos hostiles de la Tierra, desde el Ártico hasta los altos desiertos, para comprender mejor los peligros y las complejidades de una expedición real.
El Sr. Lee cree que enviar "superastronautas artificiales" podría ser la vía más práctica para llegar pronto a Marte. Estos exploradores robóticos, mejorados con inteligencia artificial avanzada, serían diferentes de los róveres tradicionales.
Pueden operar de forma autónoma, tomar decisiones en tiempo real a pesar de los retrasos en las comunicaciones y soportar los duros entornos del Planeta Rojo sin sufrir agotamiento como los humanos.
En la Conferencia de Robótica Espacial de julio de 2025, el Sr. Lee enfatizó que el objetivo no es reemplazar a los humanos, sino aceptar que establecerse en Marte será una tarea que durará siglos, en la que las máquinas serán pioneras y alimentarán el sueño de conquistar Marte.
Para hacer realidad esta idea, la NASA ha implementado programas robóticos que abarcan desde la plataforma humanoide Valkyrie hasta experimentos con asistentes de IA (como Astrobee en la Estación Espacial Internacional). La agencia también está integrando activamente la IA en la planificación de vuelos.
Si bien el sueño de una huella humana en Marte persiste, el camino realista a seguir puede implicar que los “pioneros del silicio” lleguen primero y preparen el terreno para la presencia humana en el planeta.
Redefiniendo la exploración espacial

Los robots no reemplazan a los humanos, sino que se convierten en extensiones de ellos (Ilustración: BGR).
La perspectiva de enviar máquinas en lugar de humanos a Marte desafía las antiguas suposiciones sobre la exploración espacial. Durante generaciones, la imagen de un astronauta plantando una bandera en tierra extranjera ha simbolizado el progreso humano.
Pero a medida que la IA evoluciona, necesitamos reimaginar nuestro camino hacia una civilización espacial. La exploración ya no se trata solo de la resistencia humana, sino de cómo diseñamos y potenciamos sistemas inteligentes para que actúen como extensiones de nosotros mismos.
El científico Pascal Lee ha interpretado este cambio en términos profundamente humanos. Concibe a los robots exploradores no como nuestros sustitutos, sino como nuestros descendientes.
Serán los “niños tecnológicos” creados por la humanidad para aventurarse hacia donde nosotros no podemos llegar con seguridad.
Así como los padres envían a sus hijos al mundo con esperanza y temor, la humanidad puede enviar astronautas de IA a Marte con orgullo y al mismo tiempo garantizar que se cumpla con la responsabilidad.
Sus éxitos reflejarán nuestro ingenio. Sus dificultades reflejarán nuestras limitaciones, y su presencia en un mundo alienígena mantendrá vivo el sueño de una misión humana a Marte.
En este sentido, la historia de la conquista de Marte no es sólo una prueba de tecnología, sino también un reflejo de cómo definimos la exploración, la relación “instintiva” (entre humanos y máquinas modernas) y el futuro de la humanidad.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/phi-hanh-gia-ai-cua-nasa-se-chinh-phuc-sao-hoa-nhu-the-nao-20251008010426553.htm
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