Aún no hay más munición para Kiev
Según la iniciativa propuesta, una empresa japonesa produciría proyectiles de artillería de 155 mm bajo licencia de BAE Systems y los enviaría al Reino Unido, lo que permitiría a Londres enviar más munición a Ucrania. Ese plan se ha estancado, según personas familiarizadas con el asunto que hablaron con el Wall Street Journal.
Los esfuerzos occidentales por enviar más proyectiles de artillería a Ucrania han tenido resultados dispares hasta la fecha. Estados Unidos ha duplicado su producción de proyectiles de 155 mm desde antes del conflicto ruso-ucraniano, mientras que Europa ha tardado más en aumentar los suministros. Entre los problemas se encuentra la incompatibilidad crónica de los supuestos proyectiles estándar.
El ejército ucraniano dispara miles de proyectiles de artillería a diario y necesita urgentemente munición. Foto: CNN
El plan de artillería entre Japón y el Reino Unido surge de la decisión de Tokio de flexibilizar los controles que se venían aplicando a las exportaciones de armas. En diciembre del año pasado, el gobierno japonés anunció que permitiría el envío de armas fabricadas en Japón bajo licencia extranjera al país que emitió la licencia.
Según las directrices revisadas, Japón dijo que proporcionaría misiles Patriot a Estados Unidos a partir de este trimestre, una medida que los observadores creen que podría permitir a Estados Unidos enviar más misiles de defensa aérea a Ucrania.
El verano pasado, Estados Unidos planteó por primera vez la idea de que Japón suministrara proyectiles de artillería de 155 mm que podrían complementar los suministros estadounidenses, liberando así reservas para Ucrania. En virtud de un acuerdo similar, Corea del Sur ha aportado cientos de miles de proyectiles de artillería de 155 mm a Estados Unidos.
Tokio y Washington son aliados militares cercanos con un marco para compartir municiones, pero los funcionarios japoneses han dicho que el acuerdo sólo es para el intercambio y devolución de suministros entre Estados Unidos y Japón cuando los dos ejércitos operan juntos.
Japón mantiene una prohibición de exportar armas a países involucrados en conflictos, lo que significa que no puede enviar proyectiles de artillería directamente a Ucrania.
La idea de suministrar proyectiles de artillería a Estados Unidos fracasó, pero después de que Japón cambiara sus directrices de exportación de armas, el Reino Unido se sumó. La empresa japonesa Komatsu produce proyectiles de artillería bajo licencia de BAE Systems para el ejército japonés.
Los funcionarios británicos habían considerado si el Ejército británico podría utilizar proyectiles de artillería de 155 mm fabricados por Komatsu, pero decidieron abandonar la idea antes de proponerlos formalmente a Japón, lo que significa que Londres no podría reponer sus reservas si enviaba más proyectiles a Ucrania.
El desafío no es sólo la falta de munición
Entre las muchas complicaciones que enfrentan los aliados occidentales al enviar más armas a Ucrania está la falta ocasional de compatibilidad entre proyectiles de artillería y piezas de artillería de diferentes fabricantes.
El cartucho de 155 mm se considera un estándar de artillería en los países de la OTAN y sus aliados, lo que permite a los países combinar armas y municiones. Sin embargo, en la práctica, no siempre son compatibles.
Mark Cancian, exoficial de artillería del Cuerpo de Marines, ahora en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), comentó que a veces pueden surgir problemas de seguridad. «La combinación de pólvora y balas no siempre es intercambiable», afirmó.
Si bien la mayoría de los proyectiles pueden dispararse desde armas de otros países, existen distintos procedimientos de seguridad que implican que puede ser necesario inspeccionarlos antes de poder dispararlos de forma segura.
El almirante Rob Bauer, un alto funcionario militar de la OTAN, dijo que las discrepancias en la forma en que operan los sistemas de artillería de los miembros hacen más difícil lograr la interoperabilidad necesaria entre las fuerzas armadas.
"En el sistema actual, cada sistema de cañón de 155 mm se construye de forma un poco diferente", dijo Bauer, y agregó que los fabricantes aliados producen 14 tipos diferentes de sistemas de 155 mm y cuatro más están en desarrollo.
"La sed de balas" aún es larga
Ucrania tiene una enorme necesidad de proyectiles de artillería, disparando miles de ellos a diario. Y conseguir más es un gran reto para Ucrania, que ha sufrido escasez de suministros tras casi dos años de conflicto con Rusia. Según algunas fuentes de inteligencia, el ejército ucraniano ha tenido que limitar en ocasiones el uso de proyectiles de artillería.
Unos proyectiles de artillería de 155 mm cerca de la línea del frente en la región ucraniana de Zaporiyia, que son el principal tipo de proyectiles que Occidente pretende enviar a Kiev. Foto: WSJ
Obtener más proyectiles de artillería es una de las principales prioridades de Ucrania, declaró Doug Bush, subsecretario de Adquisiciones, Logística y Tecnología del Ejército estadounidense, en una entrevista con el Wall Street Journal. Y también es una prioridad para Occidente en lo que respecta al suministro de armas a Kiev.
Este mes, la OTAN intentó impulsar la producción anunciando contratos por unos 220.000 proyectiles de artillería de 155 mm por un valor de 1.200 millones de dólares. Para noviembre, los Estados miembros de la UE habían entregado 300.000 proyectiles a Ucrania, y se habían encargado otros 180.000, pero aún no se habían entregado.
Los fabricantes europeos se han quejado de no haber recibido pedidos gubernamentales a largo plazo que les infundieran confianza para ampliar su capacidad. Para finales de 2023, el Pentágono afirmó haber entregado más de 2 millones de proyectiles de artillería de 155 mm.
El gobierno estadounidense controla gran parte de la producción de proyectiles de artillería, aunque las fábricas suelen estar gestionadas por empresas. Estados Unidos produce actualmente unos 30.000 proyectiles de 155 mm al mes y se prevé que produzca 80.000 al mes para finales de 2024, según Doug Bush.
Pero Estados Unidos se enfrenta a sus propios problemas, ya que el Congreso sigue negándose a aprobar la financiación para enviar más armas a Ucrania. "Si hay algo que me quita el sueño, es el dinero", declaró Doug Bush, subsecretario del Ejército para Adquisiciones, Logística y Tecnología. "Necesitamos dinero". Esto sugiere que la posibilidad de obtener suficientes proyectiles de artillería sigue siendo remota para Ucrania.
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