
Trabajadores fabrican componentes electrónicos en Canon Electronics Company Limited (Parque Industrial Pho Noi A, provincia de Hung Yen ). Foto: Pham Kien/VNA
El corresponsal de la Agencia de Noticias de Vietnam en París citó a la revista mencionada anteriormente, que afirmaba que el país con forma de S, junto con India, Indonesia, México y Arabia Saudita, se están convirtiendo en nuevos motores del crecimiento mundial, a medida que las potencias económicas tradicionales del Norte se desaceleran gradualmente.
De una economía predominantemente textil, Vietnam se ha consolidado rápidamente como un centro manufacturero —específicamente un centro de ensamblaje— a nivel mundial , abasteciendo principalmente a los mercados occidentales. Esta transformación se fundamenta en sólidos pilares: un flujo creciente de inversión extranjera directa, una fuerza laboral cada vez más cualificada y joven de casi 55 millones de personas, costos de producción competitivos y una posición estratégica en la cadena de suministro global.
Gracias a esto, el volumen de exportaciones de Vietnam ha aumentado rápidamente, alcanzando actualmente casi los 450 mil millones de dólares anuales. El ingreso per cápita también se ha cuadruplicado en comparación con finales de la década de 1990. Vietnam se considera uno de los países que más se ha beneficiado del proceso de globalización y está consolidando gradualmente su papel central en la red de producción global del siglo XXI.
Junto con Vietnam, India lidera el grupo de economías emergentes con mayor crecimiento a nivel mundial en 2025. El país se impulsa gracias a una población joven, una fuerza laboral cada vez más cualificada y una mayor productividad, impulsada por una fuerte inversión en infraestructura y transformación digital. Con más de 1.400 millones de habitantes, India ha superado a China y se ha convertido en el país más poblado del mundo, a la vez que construye un "imperio digital" con una influencia omnipresente en toda la economía.
En el sudeste asiático, Indonesia se está consolidando como una potencia regional. Con una población de 285 millones de habitantes, de los cuales casi el 70% está en edad laboral, el país está aprovechando al máximo su dividendo demográfico. Como el mayor productor mundial de níquel y con abundantes reservas de carbón, cobre y bauxita, Indonesia ha orientado su desarrollo hacia un modelo de industrialización basado en el procesamiento profundo, atrayendo así capital y tecnología para incrementar el valor añadido.
Al otro lado del Pacífico, México se ha consolidado como el corazón industrial de las Américas. Su proximidad con Estados Unidos, los tratados de libre comercio y su abundante mano de obra han contribuido a que México se convierta en la «fábrica» de Norteamérica. Sin embargo, dado que el 81 % de sus exportaciones se destinan a Estados Unidos, el país sigue estando fuertemente influenciado por las políticas comerciales de Washington.
En Oriente Medio, Arabia Saudí se está alejando gradualmente de su modelo económico dependiente del petróleo a través de su programa “Visión 2030”. Esta política tiene como objetivo desarrollar nuevas industrias, atraer inversión extranjera y construir una economía más diversificada y dinámica.
Según Xerfi Canal, el centro del crecimiento mundial se está desplazando gradualmente del Norte al Sur. Si antes Washington, Pekín o Berlín se consideraban los principales motores de la economía global, ahora Nueva Delhi, Yakarta, Hanói, Ciudad de México y Riad emergen como los nuevos centros de dinamismo económico en la era postindustrial.
Fuente: https://baotintuc.vn/kinh-te/viet-nam-diem-sang-trong-lan-song-tang-truong-moi-20251101064131171.htm






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