Vuelve y mira el cielo en mi jardín.

El artista Dang Mau Tuu no pinta jardines de Hue llenos de fragantes flores y dulces frutas, sino que pinta como un reflejo de la filosofía serena de quienes viven en los antiguos jardines. En sus pinturas, los jardines no son solo lugares con árboles verdes, sino también lugares que dan sombra a los recuerdos, manteniendo el ritmo tranquilo de la vida en Hue.

Hue, en la percepción del público, suele aparecer de un color púrpura pálido, con llovizna y el Río del Perfume, silencioso como un poema olvidado. Pero para el artista Dang Mau Tuu, residente en el corazón de la antigua capital, Hue no es solo una antigua ciudadela, sino también un jardín misterioso, donde la naturaleza se funde con la gente, donde el alma del país fluye como un río subterráneo que nutre sus talentosas pinceladas. Desde "Temporada de flores de mostaza junto al río" hasta "Te conocí yendo al templo temprano esta mañana", desde "Deuda de un poeta" hasta "Temporada de flores de poinciana real"..., en todos esos marcos aparentemente suaves se esconde todo un universo de jardines de Hue: un espacio de cultura, recuerdos y surrealismo. Los jardines de Hue están presentes no solo en el jardín, sino también en la figura de una niña, en la ventana, en las nubes o en la repentina puesta de sol...

El jardín Hue en las pinturas de Dang Mau Tuu es una intersección entre la poesía y la pintura, entre la visión y la memoria.

Antiguo canto de pájaro de jardín

En la obra "El canto de los pájaros en el antiguo jardín", Dang Mau Tuu no solo pintó un jardín, sino también la nostalgia de Hue, plasmada a través del color verde y la figura de una joven con un ao dai verde oscuro, de pie, escuchando o contemplando un sonido distante: el canto de los pájaros. La pintura está llena de verde, creando una sensación de frescura y distancia, como los antiguos jardines que se graban profundamente en la memoria. La tierra amarilla y marrón se entremezclan como la luz del atardecer que se filtra entre las hojas, evocando la suave tristeza de una tarde en Hue. El artista no describe los pájaros, solo permite que el espectador sienta su canto, que es la sutileza del arte expresivo: pintar lo invisible, pero dejar que el espectador lo escuche. El canto de los pájaros es el canto del pasado, el eco en el alma de lo antiguo, no el sonido del presente. "El canto de los pájaros en el antiguo jardín" es un poema visual, donde sonidos invisibles, recuerdos apacibles y espacio natural se funden en una sensación muy propia de Hue...

Kim Long, la famosa tierra de casas tradicionales, jardines de areca y hileras de té, y el sonido de las campanas de los templos al atardecer, se presenta no de forma realista, sino emotiva. Se puede reconocer un pequeño callejón, un tejado de tejas, un enrejado de flores y un sendero que conduce a un mundo aparte: el mundo del "jardín de Hue". Los colores no se detienen, se mueven, se funden, como la luz del sol que el viento rompe en la tierra húmeda. Esta no es solo una pintura de un jardín de Hue, sino una pintura del alma de la luz del sol que atraviesa los recuerdos del jardín. Allí, la luz del sol también es una forma de emoción, y solo quienes aman profundamente a Hue pueden comprender esa luz del sol: a la vez armoniosa, cálida y suave, con melancólicos rayos de luz.

Sol en el jardín de Kim Long

Los jardines de Hue en las pinturas de Dang Mau Tuu no son para exhibir, sino para ocultar; al igual que la gente de Hue vive tranquila y apaciblemente. Sus pinturas no desbordan color, sino que invitan al espectador a un mundo sereno y onírico, mitad real, mitad metafísico.

Al contemplar las numerosas pinturas de jardines de Hue de Dang Mau Tuu, siempre recuerdo la pintura "Volviendo a contemplar el cielo en el jardín de mi casa". Es una belleza vibrante y refrescante, un sueño de retorno a la tierra natal. La pintura abre un exuberante jardín verde. Allí, una mujer con un ao dai blanco yace sobre la hierba, con las manos levantadas sobre la cabeza como si abriera su corazón al cielo que se alza sobre el follaje. Ese gesto evoca una liberación poética, con el cuerpo estirado cómodamente, relajado tras un viaje de miles de kilómetros, como si se fundiera con la naturaleza, una sensación que solo se experimenta al regresar a casa. La pintura rebosa de contemplación sobre la lealtad, como un sueño verde y prolongado.

En un mundo trastocado por la velocidad y la tecnología, las pinturas de Dang Mau Tuu sobre los jardines de Hue son un mensaje que evoca, no a una patria específica, sino a la interioridad del alma. A través de sus pinturas, los jardines de Hue son un símbolo de la memoria, de una forma de vida en armonía con la naturaleza que existió, aún existe y se preservará para siempre.

Ho Dang Thanh Ngoc

Fuente: https://huengaynay.vn/van-hoa-nghe-thuat/my-thuat-dieu-khac/vuon-hue-trong-tranh-dang-mau-tuu-156315.html