El cáncer de hígado y los hábitos poco saludables están muy relacionados.
El hígado es el órgano metabólico y de desintoxicación más grande del cuerpo. Su función principal es la desintoxicación, ayudando al cuerpo a excretar el exceso de desechos y toxinas, manteniendo la salud física y el equilibrio fisiológico. Además, el hígado también almacena y regula la sangre, secreta bilis y proteínas, y participa en la motilidad intestinal y la digestión.
La mayor diferencia entre el hígado y otros órganos es que posee una potente función regenerativa y reparadora. Incluso si se le corta la mitad, este puede recuperar su estado original gracias a su potente capacidad regenerativa.
Pero las ventajas siempre conllevan desventajas. La mayor desventaja del hígado es que posee pocos nervios sensoriales. Esto significa que muchos pacientes con enfermedad hepática prácticamente no experimentan dolor, incluso con enfermedades hepáticas graves, como el cáncer de hígado. Esto afecta la detección temprana del cáncer de hígado, retrasa el momento ideal para el tratamiento, reduce la respuesta al mismo y tiene un mal pronóstico. Al momento del diagnóstico, la enfermedad suele estar en etapas intermedias o avanzadas y no tiene cura.
Los hábitos perjudiciales para el hígado deben abandonarse lo antes posible.
Según Sohu, estos hábitos son como "veneno" para el hígado, aumentando el riesgo de cáncer de hígado que debes evitar:
1. Alcoholismo
Tener el hábito de beber alcohol, especialmente el alcoholismo a largo plazo, aumentará el riesgo de sufrir daño hepático y enfermedad hepática alcohólica, hepatitis que progresa a cirrosis y cáncer de hígado.

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La enfermedad hepática alcohólica presenta síntomas diferentes en cada persona, según el grado de daño hepático y la etapa en la que se encuentre. En particular, la hepatitis alcohólica leve puede no presentar signos específicos. Hasta que el daño sea más extenso y grave, el paciente puede experimentar síntomas como pérdida de apetito y pérdida del gusto; fatiga y debilidad frecuentes; náuseas y vómitos; hinchazón de piernas y abdomen; fiebre baja persistente; mayor facilidad para sangrar o formar hematomas; ojos y piel amarillentos, y alteraciones del estado mental como confusión y coma.
2. Quedarse despierto hasta tarde a menudo
Trasnochar parece haberse convertido en algo habitual en la vida de los jóvenes. Trasnochar ocasionalmente no afecta al hígado, pero trasnochar regularmente, especialmente entre la 1 y las 3 de la madrugada, aumenta el riesgo de enfermedad hepática.

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Según la medicina oriental, el período comprendido entre la 1 y las 3 de la madrugada se considera la etapa de desintoxicación del hígado. Si no se permite que el cuerpo descanse durante este tiempo, la función de desintoxicación no será eficaz. Con el tiempo, los desechos y las toxinas se acumulan cada vez más en el hígado, lo que aumenta la carga hepática y provoca daño hepático, causando enfermedades hepáticas.
3. Dieta alta en grasas
Una dieta rica en grasas como grasas animales, órganos de animales, comida rápida, alimentos fritos, etc. que contienen grasas trans y grasas saturadas aumentará el riesgo de enfermedad hepática, especialmente si se consume regularmente durante mucho tiempo.

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Esto se debe a que el colesterol y la grasa presentes en estos alimentos aumentan la carga metabólica del hígado, lo que aumenta el riesgo de enfermedad del hígado graso debido a la acumulación excesiva de grasa. Los síntomas comunes del hígado graso incluyen: orina amarilla y oscura; heces pálidas; picazón frecuente, urticaria; fatiga; ictericia, ojos amarillentos; náuseas y vómitos; pérdida de apetito... Con el tiempo, si el hígado graso no mejora, puede progresar a cirrosis, lo que provoca edemas, distensión abdominal...
Fuente: Sohu
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/3-thoi-quen-dau-doc-gan-nhieu-nguoi-thuong-xuyen-lam-ma-khong-biet-lau-dai-ung-thu-gan-se-tim-toi-tan-cua-172250314114135421.htm
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