Verduras y frutas
Las verduras aportan una variedad de nutrientes, incluidos antioxidantes que pueden ayudar al cuerpo a protegerse de infecciones y enfermedades.
Las verduras ricas en fibra pueden ser especialmente útiles para quienes buscan inhibir el crecimiento de la cándida. Entre ellas se encuentran la col rizada, las espinacas, el brócoli, las alcachofas, el repollo y los aguacates.
Carbohidrato
Los carbohidratos complejos, como los cereales integrales y las verduras con almidón, aportan nutrientes ricos, fibra y glucosa, la principal fuente de energía del cuerpo.
Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, una dieta rica en vitaminas del complejo B y vitamina C puede ayudar a prevenir o reducir los síntomas de la cándida. El arroz integral de grano largo, la avena, la cebada y la quinoa no contienen levadura de forma natural y son ricos en vitaminas del complejo B.
Alimentos ricos en proteínas
Las proteínas contribuyen al crecimiento y la reparación del tejido magro. Dado que los alimentos ricos en proteínas son de digestión lenta, tienden a favorecer un equilibrio positivo del azúcar en sangre. Una dieta eficaz contra la cándida es aquella que no incluye alimentos fermentados, como el queso y los productos lácteos.
Muchos alimentos ricos en proteínas no contienen levadura y son aptos para una dieta anticándida. Elija siempre fuentes de proteína magra y natural, como pechuga de pollo, frijoles, lentejas, guisantes, etc.
Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a prevenir los brotes de cándida. Para aprovechar los beneficios de las grasas omega-3, consuma regularmente pescados grasos, como salmón, atún, sardinas, arenque, caballa y fletán.
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Fuente: https://laodong.vn/suc-khoe/3-thuc-pham-giup-chong-lai-nam-candida-va-can-bang-noi-tiet-to-1358582.ldo
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