Para mantenerse activo en condiciones climáticas cálidas y húmedas, las personas pueden aplicar los siguientes métodos:
Entrenamiento en interiores
Con la subida de las temperaturas, conviene hacer ejercicio en espacios climatizados como gimnasios. Las piscinas también son excelentes lugares para ejercitarse, según el sitio web de salud estadounidense Healthline .
Ejercicios como caminar, montar en bicicleta, trotar y levantar pesas generan calor en el cuerpo. Por lo tanto, ejercitarse en un ambiente con temperatura controlada ayudará a reducir el riesgo de problemas relacionados con el calor, como la deshidratación y los trastornos de la termorregulación.
Haga ejercicio durante las horas más frescas del día.
Si prefieres hacer ejercicio al aire libre, elige las horas más frescas del día, como temprano por la mañana o al atardecer. En esos momentos, la temperatura es más agradable y crea un ambiente más cómodo para ejercitarse.
Bebe suficiente agua
Beber suficiente agua desempeña un papel extremadamente importante en la prevención de la deshidratación al hacer ejercicio en verano.
Mantenerse hidratado es importante en climas cálidos. Por lo tanto, los expertos suelen recomendar beber agua con regularidad durante el ejercicio, incluso si no tenemos sed.
Además, las bebidas ricas en electrolitos ayudan a reponer el agua y los minerales que el cuerpo pierde a través del sudor. También es importante evitar las bebidas con cafeína y alcohol, ya que son diuréticas y provocan que el cuerpo elimine más agua, lo que aumenta la susceptibilidad a la deshidratación.
Usar ropa adecuada
La ropa que se use para hacer ejercicio debe ser fresca y holgada para que el sudor se evapore fácilmente y la piel esté expuesta al aire. Es preferible usar ropa de colores claros, ya que los colores oscuros absorben fácilmente el calor del sol. Si haces ejercicio al aire libre, debes usar protector solar para prevenir quemaduras solares y otros problemas en la piel.
Ajusta la intensidad de tu entrenamiento.
Cuando empieza a hacer calor, conviene ajustar la intensidad y la duración del ejercicio. Es importante escuchar al cuerpo. Si se presentan síntomas como mareos, náuseas, fatiga o sudoración excesiva, se debe interrumpir el ejercicio, buscar un lugar fresco y beber mucha agua, según Healthline.
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