Los niños que juegan rompecabezas, crucigramas, hacen ejercicio y practican el hábito de completar pequeñas tareas pueden concentrarse por más tiempo.
La dificultad para concentrarse es un problema para muchos niños. Los padres pueden notar cuando la atención de su hijo cambia de una cosa a otra en cuestión de minutos. Por ejemplo, un niño puede estar haciendo matemáticas y luego jugando con un lápiz. Con el tiempo, este hábito puede afectar su capacidad para aprender y realizar tareas. Aquí hay algunas maneras de ayudar a su hijo a concentrarse mejor.
Crea un espacio serio
Los padres intentan no distraer a sus hijos mientras realizan tareas. La televisión, la música , el ruido y los teléfonos móviles pueden molestarlos fácilmente. Cuando su hijo esté estudiando o participando en alguna actividad, intente reducir estas distracciones. Dependiendo de la personalidad de cada niño, los padres saben qué es lo mejor para él.
Juega el juego
Muchos juegos, como los crucigramas y los rompecabezas, pueden ayudar a mejorar la concentración de su hijo. Estos juegos requieren que su hijo se concentre en completar una tarea, desarrollando así su capacidad de atención y paciencia.
Los niños menores de dos años pueden jugar con formas sencillas como triángulos y círculos. Los niños mayores pueden intentar armar rompecabezas según su edad y capacidad. Los rompecabezas deben elegirse según los intereses del niño para fomentar su interés y curiosidad.
Mantener una rutina diaria ayuda a los niños a aumentar su concentración. Foto: Kim Uyen
Formando hábitos
Formar buenos hábitos diarios es importante para el desarrollo infantil. Por ejemplo, los padres guían a sus hijos para que hagan sus tareas todos los días a la misma hora. Repetir lo mismo les ayudará a desarrollar una mayor conciencia y a adoptar el hábito voluntariamente.
Práctica
La meditación no solo es beneficiosa para los adultos, sino que también tiene el mismo efecto en los niños. Meditar 10 minutos al día ayuda a los niños a concentrarse mejor. El ejercicio también mejora la capacidad intelectual.
Los padres animan a sus hijos a practicar deportes. Por ejemplo, el baloncesto puede atraer a niños tímidos a actividades grupales. Los niños aprenden a controlar su cuerpo mediante la defensa y el ataque. Realizar pases rápidos ayuda a los niños a desarrollar el pensamiento, los reflejos y el regate, fomentando la coordinación ojo-pie.
Los deportes requieren la capacidad de memorizar, repetir y aprender, todo lo cual está relacionado con la capacidad de absorber conocimientos en el aula.
Divide tus objetivos en metas pequeñas
Establezca metas pequeñas para su hijo/a para que no se sienta abrumado/a. Trabajar en una misma tarea durante mucho tiempo suele aburrirlos y desconcentrarlos. Dividir las metas en partes más pequeñas facilita que su hijo/a las complete a tiempo y se interese por nuevas tareas.
Los padres dan a sus hijos tiempo para relajarse entre dos actividades para que disfruten y se preparen completamente para la siguiente tarea.
Le Nguyen (según el Times of India )
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