Al igual que tu cuerpo, tu cerebro envejece con la edad. A medida que envejeces, se vuelve más difícil recordar información. También puede llevar más tiempo aprender cosas nuevas.
Podemos controlar para mantener el cerebro sano - Foto: Nick Notas
La buena noticia es que podemos tomar el control para mantener nuestro cerebro sano y evitar el envejecimiento prematuro, empezando por nuestros hábitos diarios.
Según los científicos , a veces hay cosas que parecen inofensivas, pero que tienen efectos negativos en la salud cerebral. Entre ellas se incluyen:
Falta de interacción social
La interacción social, tanto presencial como en línea, tiene un impacto significativo en el cerebro. Cada vez que conocemos a alguien, creamos nuevas conexiones entre las neuronas. Además, se ha demostrado que una red social sólida mejora el estado de ánimo, lo cual está vinculado a la salud cerebral.
Haces que tu cerebro repita las mismas cosas una y otra vez.
Además de mantener tu cerebro activo conservando las habilidades existentes, también necesitas sacarlo de su zona de confort.
Si crees que eres demasiado joven y no necesitas aprender nada nuevo, esto puede ser perjudicial para tu salud cerebral y provocar un envejecimiento prematuro. Al igual que conocer a una persona nueva, aprender algo nuevo crea conexiones entre las neuronas y ayuda a ralentizar el proceso de envejecimiento.
Ignoras el estrés crónico
El estrés es parte de la vida cotidiana, y nuestro cuerpo suele recuperarse rápidamente de una situación o evento estresante. Los verdaderos problemas comienzan cuando este estrés se vuelve crónico y no lo afrontamos.
“Somos muy buenos para mantener nuestra respuesta al estrés a lo largo del día, a un nivel que quizá ni siquiera percibamos”, afirma la Dra. Elissa Epel, profesora de psiquiatría en la Universidad de California, San Francisco. “Incluso cuando no ocurre nada estresante, podemos seguir cargando con estrés inconsciente”.
Ella afirma que es importante reconocer esta tensión y liberarla a lo largo del día, por ejemplo, prestando atención a los pensamientos y respirando más despacio. Al alcanzar estados de descanso profundo, tanto durante el día como durante el sueño, damos a nuestras neuronas la oportunidad de recuperarse y ralentizar el envejecimiento cerebral.
Pides demasiada comida para llevar.
Cuando estás ocupado, es natural comer algo rápido. Pero a la larga, eso podría no ser bueno para tu cerebro.
La comida rápida suele tener un alto contenido de grasas saturadas y azúcares añadidos. Estudios han demostrado que una dieta rica en estos alimentos durante muchos años puede aumentar el riesgo de demencia.
Intente centrarse en una dieta rica en ácidos grasos omega-3, como verduras de hoja verde, pescado, aceite de oliva y frutos secos. Se ha demostrado que los omega-3 mejoran la memoria, la capacidad de aprendizaje y aumentan el flujo sanguíneo al cerebro.
Mala calidad del sueño
Incluso si intentas dormir las 7 a 9 horas recomendadas cada noche, si la calidad de tu sueño es mala, es posible que te sientas cansado al día siguiente.
Los investigadores enfatizan que tanto la cantidad como la calidad del sueño son importantes para la salud del cerebro. Con el tiempo, la falta de sueño puede aumentar el riesgo de envejecimiento cerebral prematuro y desarrollar demencia.
Para mejorar la calidad del sueño, debes establecer una hora regular para acostarte, minimizar el consumo de alcohol, reducir la ingesta de líquidos antes de acostarte, evitar los sedantes y las pastillas para dormir y utilizar la cama solo para dormir en lugar de navegar por el teléfono o mirar televisión.
No estás físicamente activo
La actividad física es importante para mantener el cerebro joven. Además del ejercicio, deberías incorporar la actividad física a tu estilo de vida. Ya sea jardinería o senderismo, hay cosas que podemos incorporar a nuestra vida diaria, en lugar de simplemente pasar una hora en el gimnasio una vez a la semana.
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Fuente: https://tuoitre.vn/6-thoi-quen-tuong-vo-hai-nhung-khien-nao-lao-hoa-som-20250101114451332.htm
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