Las nueces, los anacardos y las semillas de girasol contienen proteínas vegetales, grasas saludables y vitaminas que son buenas para la salud de las mujeres embarazadas.
La nutricionista Do Thi Lan, del Hospital General Tam Anh de Hanói , afirmó que los frutos secos, ricos en ácido fólico y ácidos grasos como el omega-3 y el omega-6, son beneficiosos para el desarrollo neurológico del feto. El consumo de frutos secos nutritivos por parte de las embarazadas ayuda a mejorar el coeficiente intelectual, la memoria y la concentración de sus hijos en el futuro.
Almendra
Las almendras aportan vitaminas, minerales, proteínas y fibra a las embarazadas. Este alimento contiene ácido fólico, que promueve el desarrollo neurológico y reduce el riesgo de defectos congénitos en el feto. La fibra también ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre, previniendo la diabetes gestacional. Este fruto seco también es rico en hierro, lo que ayuda a prevenir la anemia y otros problemas de salud relacionados.
Las mujeres embarazadas deben comer de 4 a 6 almendras en ayunas todas las mañanas para aumentar y mantener la energía. No comer en exceso, ya que puede causar efectos secundarios como hinchazón, estreñimiento, flatulencia y visión borrosa.
Nueces
Los frutos secos son ricos en ácidos grasos omega-3, esenciales para la salud tanto de la madre como del bebé. Contienen una buena cantidad de folato, que ayuda a prevenir defectos del tubo neural en los recién nacidos. También aportan minerales esenciales como magnesio, fósforo, potasio y hierro, beneficiosos para las embarazadas.
Comer nueces ayuda a prevenir y reducir el riesgo de diabetes gestacional. Sin embargo, las mujeres embarazadas deben consumir cantidades moderadas; unas 4-5 nueces al día son suficientes. Evite el exceso, ya que puede causar diarrea.
Complementar la dieta con frutos secos nutritivos como nueces, nueces de macadamia y almendras aporta numerosos beneficios a las embarazadas y a los fetos. Foto: Freepik
Nueces de macadamia
La macadamia es uno de los frutos secos que se recomienda consumir durante el embarazo para complementar la nutrición del feto. En promedio, 100 g de macadamia contienen más de 25 tipos de vitaminas y minerales, incluyendo 7,14 g de proteína. Estos nutrientes ayudan a fortalecer el sistema inmunitario, ayudando a la madre y al bebé a prevenir muchas enfermedades infecciosas.
El calcio fortalece los huesos y dientes de las embarazadas. Otros minerales presentes en las semillas, como el manganeso y el fósforo, estimulan la absorción de calcio en el organismo.
La fibra presente en los alimentos ayuda a las embarazadas a prevenir el estreñimiento y otros problemas intestinales. Además, el consumo regular de nueces de macadamia también fortalece el sistema inmunitario del feto desde el útero.
Anacardo
Los anacardos son ricos en vitaminas, macronutrientes y minerales esenciales para el organismo de la madre y el desarrollo del feto. Contienen proteínas que contribuyen al desarrollo de los tejidos corporales. El hierro es necesario para la formación de glóbulos rojos sanos que transportan oxígeno por todo el cuerpo.
También es una rica fuente de folato y ácido fólico, que ayudan a prevenir defectos del tubo neural en el feto. Esta semilla también es rica en fibra, que actúa como prebiótico (un tipo de fibra soluble) y nutre la microflora intestinal beneficiosa para un sistema digestivo saludable.
Aunque los anacardos son ricos en nutrientes, las mujeres embarazadas no deben consumir demasiado porque el contenido calórico de los frutos secos es bastante alto y puede provocar un aumento de peso excesivo.
Pistachos
Los pistachos, también conocidos como pistachos, contienen proteínas y fibra. El folato es muy beneficioso, ya que reduce el riesgo de defectos congénitos. Suplementarlos con pistachos puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional. El magnesio presente en los frutos secos también mantiene estables los niveles de azúcar en sangre.
Las mujeres embarazadas solo deben consumir una cantidad moderada, no más de 15 semillas al día. Si se suplementa demasiado durante el embarazo, puede causar efectos secundarios como estreñimiento, hinchazón, náuseas, vómitos, diarrea o dolor abdominal.
semillas de girasol
Las semillas de girasol son ricas en vitaminas, proteínas, fitoquímicos, minerales y grasas insaturadas. La vitamina E presente en las semillas actúa como antioxidante, protegiendo al organismo del daño causado por los radicales libres.
El potasio ayuda a mantener estable la presión arterial de las embarazadas. Los fitoquímicos ayudan a fortalecer el sistema inmunitario durante el embarazo.
Semillas de sandía o calabaza
Las semillas de sandía son bajas en calorías y ricas en proteínas, grasas saludables, cobre, zinc, selenio, hierro, potasio, magnesio, vitaminas del complejo B y ácido fólico. Todos sus nutrientes contribuyen al desarrollo integral de la madre y el bebé, ayudando al feto a desarrollarse de forma saludable.
Además de las semillas de sandía, las semillas de calabaza son ricas en ácidos grasos omega-3, zinc, magnesio, hierro, calcio y fósforo. Son un refrigerio ideal para embarazadas, ya que no solo reducen el hambre, sino que también cubren importantes necesidades nutricionales.
semillas de loto
Las semillas de loto aportan una gran cantidad de proteínas beneficiosas que ayudan a mejorar el desarrollo del sistema nervioso y el cerebro del feto. Además, son ricas en vitaminas del complejo B y fibra, bajas en calorías, queman calorías y controlan el azúcar en sangre. Comer semillas de loto ayuda a las embarazadas a reducir la fatiga, a calmarse, a relajarse y a conciliar el sueño con facilidad.
Sin embargo, las semillas de loto solo son realmente buenas y seguras para las embarazadas si se usan correctamente. Su uso excesivo puede causar hinchazón, estreñimiento y flatulencia.
Para garantizar la seguridad alimentaria, estos frutos secos deben almacenarse en recipientes herméticos para evitar la formación de moho. Las mujeres embarazadas no deben consumir frutos secos caducados o de origen desconocido, ya que pueden provocar intoxicación alimentaria y trastornos digestivos. Limite el consumo de estos frutos secos procesados, como tostados con sal o fritos en aceite, ya que afectan la salud de la madre y del feto.
En general, frutos secos como las almendras, las nueces, las nueces de macadamia y los anacardos contienen nutrientes esenciales beneficiosos para el desarrollo integral del feto. Sin embargo, su alto contenido en grasa puede causar un desequilibrio nutricional si se consumen en exceso. Las mujeres embarazadas corren el riesgo de aumentar de peso por encima del nivel recomendado, lo que puede provocar trastornos lipídicos y diabetes gestacional, lo que afecta significativamente el desarrollo del feto.
Por lo tanto, es necesario controlar la cantidad de frutos secos que se consumen cada día, unos 30-50g de frutos secos en total y consumir 2-3 veces por semana.
Thuy Nguyen
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