La nutricionista Le Thao Nguyen, del Hospital General Internacional Nam Sai Gon, explicó que el cuerpo humano funciona según un reloj biológico, lo que significa que los órganos tienen diferentes ciclos de actividad durante el día. Por la noche, especialmente después de las 8 p. m., la tasa metabólica, la capacidad digestiva y la sensibilidad a la insulina disminuyen. Si se cena en abundancia a esta hora, la energía ingerida no será utilizada eficazmente por el cuerpo y se convertirá fácilmente en grasa almacenada.
Por otro lado, numerosos estudios han demostrado una relación entre la hora de la cena y el peso. Un estudio de Harvard (2022) reveló que las personas que cenaban cuatro horas más tarde de lo habitual quemaban menos energía, sentían más hambre y tendían a aumentar de peso más rápidamente que quienes cenaban más temprano. En Japón, un estudio con más de 2000 participantes halló un riesgo significativamente mayor de obesidad en quienes solían cenar después de las 8 p. m. o a altas horas de la noche.
Cuando se come tarde, el cuerpo no utiliza mucha energía, sino que la acumula en forma de grasa, lo que a largo plazo provoca sobrepeso, aumento de la grasa visceral e incluso resistencia a la insulina, un precursor de la diabetes tipo 2.
Riesgo potencial de problemas digestivos
Además del problema del peso, comer tarde por la noche también afecta al sistema digestivo. Después de comer, el estómago necesita entre dos y tres horas para digerir. Si uno se acuesta inmediatamente después de comer, el ácido estomacal puede subir al esófago, causando acidez, reflujo ácido, hinchazón o náuseas. Este es un síntoma común de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Especialmente para las personas mayores y quienes padecen gastritis o trastornos digestivos, comer tarde es aún más peligroso. Estas personas son propensas a sufrir hinchazón, flatulencia, dificultad para dormir y despertarse cansadas debido al estrés del sistema digestivo, lo que puede derivar fácilmente en otras complicaciones digestivas graves como úlceras estomacales, úlceras esofágicas y esófago de Barrett (una lesión precancerosa).

El momento ideal para cenar es antes de las 6 de la tarde, y la cena debe ser al menos 2-3 horas antes de acostarse.
FOTO: CAT ANH
¿Cuál es, entonces, el mejor momento para cenar?
Lo ideal es cenar antes de las 6 de la tarde. Se recomienda cenar al menos 2 o 3 horas antes de acostarse para que el cuerpo tenga tiempo de digerir y absorber bien los alimentos. Si se hace ejercicio por la tarde, se puede tomar una comida ligera al menos 30 minutos antes con alimentos fáciles de digerir como sopa, avena, yogur o fruta.
Además del horario, elegir la alimentación para la cena también es fundamental. Evita comer en exceso y consumir demasiados carbohidratos y grasas. Prioriza alimentos de fácil digestión como verduras, pescado, carne magra, tofu, etc. Evita el café, el té fuerte, los refrescos y el alcohol después de las 7 p. m., ya que pueden irritar el estómago y provocar insomnio. Mantén el hábito de hacer ejercicio ligero después de comer para favorecer la digestión.
¿Qué debes hacer si tienes que cenar después de las 8 de la noche?
En el ajetreado ritmo de vida actual, a veces es inevitable cenar tarde. Si tienes que cenar tarde, conviene reducir la cantidad de almidón, limitar los fritos y las comidas grasosas, y optar por platos fáciles de digerir como verduras hervidas, pescado al vapor, huevos o leche tibia.
Además, conviene comer al menos una o dos horas antes de acostarse para que el sistema digestivo tenga tiempo de funcionar correctamente. Asimismo, después de comer, es recomendable caminar suavemente o sentarse y descansar entre 30 y 60 minutos para evitar la hinchazón y el reflujo estomacal.

Fuente: https://thanhnien.vn/alo-bac-si-nghe-an-toi-sau-20-gio-co-gay-tang-can-roi-loan-tieu-hoa-18525111415224806.htm






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