Según The Guardian , los arqueólogos que examinaron fotografías aéreas tomadas en las décadas de 1960 y 1970 afirman haber revelado 396 emplazamientos de fuertes romanos previamente desconocidos en Siria e Irak, a lo largo de la estepa siria (también conocida como desierto sirio o Badiya).
El descubrimiento, publicado el 26 de octubre en Antiquity , una revista internacional de arqueología, obligó a los investigadores a replantearse la vida en los márgenes del antiguo Imperio Romano.
Imágenes satelitales revelan 396 fuertes romanos
El explorador jesuita francés Antoine Poidebard, pionero de la arqueología aérea en Oriente Medio con su biplano, inspeccionó la zona en 1934. Durante esa inspección, observó una serie de 116 fortalezas.
Hasta ahora, los historiadores han creído que estas fortalezas formaban parte de una línea defensiva construida para proteger la provincia oriental del Imperio Romano de las invasiones de árabes y persas, así como de las tribus nómadas que pretendían capturar y saquear esclavos.
Sin embargo, los autores del estudio recién publicado afirman que los nuevos hallazgos sugieren que las fronteras del Imperio romano eran menos rígidas y que existía un comercio dinámico en lugar de conflictos constantes. Los 396 fuertes, distribuidos de este a oeste, podrían haber sustentado un sistema de comercio, comunicación y transporte militar interregional basado en caravanas.
"Desde la década de 1930, historiadores y arqueólogos han debatido el propósito estratégico o político de este sistema de fortificaciones. Pero pocos estudiosos han cuestionado la observación básica de Poidebard de que existía una línea de fuertes que definía la frontera romana oriental", dijo el autor principal del estudio, el profesor Jesse Casana, del Dartmouth College (Nuevo Hampshire, EE. UU.).
Los investigadores creen que la antigua Roma era una sociedad militar, pero está claro que valoraban el comercio y la comunicación con las zonas que no estaban bajo su control directo.
Las imágenes estudiadas formaban parte del primer programa mundial de satélites espía, lanzado en un momento de gran tensión geopolítica entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Gracias a estas imágenes, los arqueólogos descubrieron fortalezas que habían quedado ocultas bajo construcciones modernas.
“Un análisis cuidadoso de estos importantes datos podría conducir a futuros descubrimientos en Oriente Medio y más allá”, dijo el profesor Casana.
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