El día de la construcción, la colina era solo un terreno baldío, nivelado a toda prisa...
El día de la ceremonia de colocación de la primera piedra, ni siquiera los más optimistas se atrevieron a pensar que el proyecto pudiera completarse en tan poco tiempo. El terreno era irregular y empinado, lo que dificultaba el transporte de materiales. Los caminos que conducían a la obra eran solo senderos de tierra roja, resbaladizos en la temporada de lluvias y polvorientos en la temporada seca. Pero, superando todo esto, las manos diligentes del equipo de trabajadores convirtieron las dificultades en motivación día a día.
Los trabajos de limpieza del sitio encontraron muchas dificultades... (Foto: Periódico Lao Cai )
Son trabajadores de diversos lugares, con un gran sentido de responsabilidad y dedicación. Algunos tienen que viajar cientos de kilómetros desde sus hogares, viviendo en campamentos improvisados en las montañas. Durante el día, trabajan arduamente bajo un sol abrasador o bajo una lluvia torrencial. Por la noche, las luces de la obra aún brillan, porque saben que cada instante es valioso.
El Sr. Luu Van Hung, representante de una de las cinco unidades que construyen la zona de reasentamiento de Kho Vang, declaró: «Hemos movilizado a más de 100 trabajadores, junto con numerosas excavadoras, bulldozers, vehículos, hormigoneras... para trabajar continuamente en tres turnos y cuatro cuadrillas. De hecho, en la provincia de Lao Cai, nunca se ha construido y completado un proyecto a un ritmo tan rápido como esta zona de reasentamiento».
Pero la Junta Directiva, los contratistas, los ingenieros y los trabajadores lo superaron todo. En menos de 90 días, surgió con firmeza una nueva zona residencial.
Pero no están solos. Las autoridades locales y los negocios siempre los acompañan y apoyan de cerca. El líder del Comité Popular Provincial de Lao Cai, durante una visita de inspección de progreso, trajo un cerdo entero como regalo para animar a los trabajadores.
El Grupo de Petróleo y Gas de Vietnam ( Petrovietnam ) no solo contribuyó económicamente, sino que también donó dos cerdos para alimentar al equipo. Las donaciones parecían pequeñas, pero reflejaban una gran preocupación, dando fuerza a quienes trabajaban día y noche en las remotas montañas y bosques.
Durante esos 90 días, la urgencia fue extrema. Cada metro de terreno fue nivelado, cada ladrillo fue cuidadosamente colocado. Las casas no solo se construyeron de forma sólida y segura, sino que también reflejaron la identidad cultural de los pueblos Mong y Dao. Casas bajas con techos inclinados, junto con pequeños patios... crearon un conjunto armonioso y hermoso. Cada detalle, por pequeño que fuera, fue cuidado con esmero para garantizar que la gente pudiera establecerse y trabajar durante mucho tiempo.
Estos días, cuando regresamos, la zona de reconstrucción se había transformado por completo. De una colina desolada, este lugar se convirtió en un pueblo vibrante.
El hermoso pueblo apareció en un tiempo récord.
Los niños ahora pueden jugar en calles de concreto limpias. Los adultos se dedican a limpiar sus casas, plantar árboles y flores... con la esperanza de una vida mejor. Kho Vang se ha convertido en un símbolo: un símbolo de voluntad, de solidaridad y de fe en un futuro brillante.
Desde arriba, las casas parecen notas musicales que se extienden por las laderas, fundiéndose con el verde de las montañas y los bosques. Esta escena no solo es el orgullo de los lugareños, sino también una inspiración para quienes llegan aquí: no importa lo difícil que sea, las personas pueden superar las dificultades, siempre que tengan voluntad y unidad.
Y lo más grande que este viaje nos trae es la fe: fe en el resurgimiento, en levantarnos con fuerza de la adversidad. Y con lo logrado, Kho Vang no solo es un lugar de reasentamiento para una comunidad, sino también un símbolo de un comienzo, del sueño de una vida mejor...
(Continuará)
Minh Tien
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Fuente: https://www.pvn.vn/chuyen-muc/tap-doan/tin/b73e6356-f440-4fd5-80ef-5ef36f7ab622
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