Preocupaciones sobre el rendimiento y el sabor del café
El café es una industria de 200 mil millones de dólares que abarca desde pequeñas fincas en Brasil e Indonesia hasta tostadores y fabricantes como Nestlé. Tradicionalmente, las cadenas de café como Starbucks han preferido la variedad Arábica, más suave y aromática, mientras que la Robusta se usa a menudo para el café instantáneo.
Sin embargo, las condiciones climáticas erráticas están poniendo en riesgo las cosechas a nivel mundial. Es probable que los cafés de grano más duro, como el robusta, alcancen precios más altos. No obstante, en Vietnam, el principal productor mundial de robusta, las condiciones climáticas erráticas están causando importantes dificultades a los caficultores.

Las condiciones de cultivo más adversas han provocado que muchos agricultores vietnamitas desconfíen del valor del café como cultivo comercial, mientras que algunos han talado sus cafetos para plantar pimienta y durián. Esto ha reducido la oferta, lo que ha impulsado los precios del café robusta a su nivel más alto desde 2008 este año. Asimismo, se prevé que el aumento de las temperaturas reduzca la producción futura de café.
Además de las preocupaciones sobre la producción de café, los consumidores tendrán que acostumbrarse a un sabor diferente. Según un estudio de 2022 sobre cultivos tropicales, como el café arábica, los aguacates y los anacardos, el café es el más vulnerable al cambio climático, ya que el aumento de las temperaturas reduce las zonas aptas para su cultivo a nivel mundial. Los investigadores afirman que es necesaria la adaptación, incluyendo la recomendación de sustituir el arábica por la robusta, que es más resistente al calor.
Nestlé, la empresa suiza fabricante de Nespresso y Nescafé, es una de las compañías que se enfrentan a este cambio. Durante una visita a algunas fincas cafetaleras vietnamitas, Philipp Navratil, director de Estrategia Comercial de Café de Nestlé, afirmó que, según las previsiones, en los próximos 30 años, si no se aborda el cambio climático, el 50 % de la superficie cafetalera actual dejará de ser apta para la producción de café.
Nestlé es un importante consumidor de café Robusta. Se estima que en todo el mundo se consumen más de 6000 tazas de Nescafé por segundo. Nestlé gasta 700 millones de dólares al año para comprar aproximadamente una cuarta parte de la producción total de café de Vietnam.
Sin embargo, según un informe de octubre de World Coffee Research, en medio de las crecientes tendencias de consumo y el impacto del cambio climático en la producción, el mundo podría enfrentarse a una escasez de hasta 35 millones de sacos de café Robusta para 2040. Actualmente, el mundo produce cerca de 80 millones de sacos de café Robusta cada año.
Incentivar a los caficultores a practicar la agricultura sostenible
Según World Coffee Research, los cambios en los patrones climáticos podrían reducir significativamente las cosechas, dejando a millones de pequeños agricultores que producen el 60% del café mundial vulnerables a la inseguridad económica y alimentaria.
En 2021, autores de diversas instituciones, entre ellas una universidad vietnamita, publicaron un estudio que demostraba que la prolongada sequía y la escasez de agua de riego en Vietnam durante los últimos años habían afectado gravemente la productividad de las plantaciones de café robusta en las tierras altas centrales. El país también se está preparando para afrontar el impacto de El Niño en los próximos meses.
Ante los desafíos de la escasez de agua y el aumento de las temperaturas, Tran Thi Lien, de 46 años, propietaria de una finca cafetalera de una hectárea en la provincia de Dak Lak, en las Tierras Altas Centrales, ha comprobado que las prácticas agrícolas más sostenibles están dando sus frutos. Ella y sus vecinos han reducido el uso de fertilizantes químicos y han proporcionado sombra a las plantas de café para que estén menos expuestas al sol intenso. Además, cultiva pimienta negra y betel para diversificar sus cultivos.
Ante la amenaza que representan los fenómenos meteorológicos extremos para los cultivos y con el fin de adaptarse al cambio climático, Nestlé anunció en 2022 una inversión de aproximadamente 1200 millones de dólares para 2030 con el objetivo de incentivar a los caficultores que abastecen su marca Nescafé a adoptar métodos de cultivo más sostenibles. Esto incluye la sustitución de los árboles existentes por variedades más resistentes a las fluctuaciones climáticas.
“La robusta no es la panacea para el cambio climático”, afirmó Jennifer Vern Long, directora ejecutiva de World Coffee Research, un grupo fundado por la industria cafetera mundial en 2012. “Si bien la robusta es más tolerante al calor y más resistente a algunas plagas, todavía estamos aprendiendo sus límites”.
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