Bitcoin: la moneda digital que "consume" electricidad
Bitcoin es notable no sólo por su valor financiero sino también por la enorme cantidad de energía que consume. El corazón tecnológico de Bitcoin, el mecanismo de Prueba de Trabajo (PoW), requiere que los mineros utilicen computadoras de alta potencia para resolver problemas criptográficos. Quien lo resuelva primero valida el nuevo bloque de transacciones y recibe una recompensa en Bitcoin.
Cuando se creó Bitcoin por primera vez, las computadoras personales también eran capaces de participar. Pero a medida que más personas se sumaron a la minería, la dificultad aumentó, lo que obligó a las "granjas mineras" a invertir en miles de máquinas ASIC especializadas para mantener la velocidad de resolución del algoritmo. Esto provoca que el consumo de electricidad se dispare.
A partir de 2018, la cantidad de electricidad consumida por la red Bitcoin es equivalente a todo el país de Nigeria o Dinamarca. Una sola transacción de bitcoin puede consumir más de 1.100 kWh: la cantidad de electricidad que utiliza un hogar estadounidense en más de un mes.

Bitcoin está acusado de consumir electricidad como un país, emitir gases como una fábrica y crear montañas de desechos electrónicos y es considerado el "culpable" del daño ambiental (Foto: Getty).
Bitcoin no sólo consume electricidad, sino que también se le acusa de dañar el medio ambiente en cuatro frentes:
Emisiones de CO2: La mayor parte de la energía utilizada para minar Bitcoin todavía proviene del carbón o el gas, que son grandes emisores. Se estima que en algún momento hasta el 90% de la electricidad utilizada para minar Bitcoin provenía de combustibles fósiles.
Consumo de agua de refrigeración: Los mineros generan mucho calor y requieren grandes sistemas de refrigeración, que consumen decenas de miles de litros de agua por transacción.
Generación de desechos electrónicos: los mineros se vuelven obsoletos rápidamente y a menudo se reemplazan después de 1 o 2 años. Como resultado, se liberan miles de toneladas de residuos electrónicos tóxicos.
Consumo masivo de electricidad: el consumo total de electricidad de la red Bitcoin a veces es igual al de un país de tamaño mediano.
Un ejemplo típico es que se dice que cada transacción de bitcoin genera 620 kg de CO2, millones de veces más que una transacción con tarjeta VISA. También se dice que la minería de Bitcoin es más contaminante que la minería de oro.
Incluso las empresas que alguna vez apoyaron a Bitcoin se muestran cautelosas. Tesla dejó de aceptar pagos en bitcoin en 2021, alegando preocupaciones medioambientales. Mientras tanto, Ethereum, la segunda criptomoneda más grande, ha cambiado a un mecanismo de prueba de participación (PoS) a partir de 2022 para reducir el consumo de energía.
El mundo de Bitcoin contraataca: ¿se está volviendo Bitcoin "verde"?
Sin embargo, la comunidad Bitcoin no se queda de brazos cruzados. Criticaron muchos de los estudios "impactantes" por considerarlos obsoletos e inexactos. Según el Digital Asset Institute (DARI), un estudio de 2018 fue citado erróneamente miles de veces en 2024, mientras que solo el 2% de los artículos reflejaban fielmente la realidad.
Muchos también argumentan que las comparaciones entre Bitcoin y VISA son erróneas: Visa sólo procesa transacciones, mientras que Bitcoin maneja tanto el almacenamiento como la verificación sin la necesidad de un intermediario.
En lugar de simplemente protestar, la industria minera de Bitcoin también ha realizado algunos esfuerzos notables:
Cambiar a energía renovable: muchos pools de minería utilizan energía solar, eólica o hidroeléctrica. Etiopía, por ejemplo, utiliza energía limpia de la Gran Presa del Renacimiento para minar bitcoins.
Aprovechamiento del excedente de electricidad: algunas instalaciones mineras optan por utilizar el exceso de electricidad de la red, que de otro modo se desperdiciaría.
Optimización de equipos: las empresas están mejorando la tecnología para reducir el consumo de electricidad por unidad de bitcoin minado.
Algunos estudios de 2024 muestran que la participación de las energías renovables en la minería de bitcoins ha superado el 50% y está aumentando. Algunos informes incluso afirman que las nuevas operaciones de minería de bitcoin han reducido las emisiones globales de CO2 al aprovechar el excedente de energía o al “llenar agujeros” en áreas remotas.
A pesar de las señales de días "más verdes", Bitcoin aún enfrenta escepticismo. Debido a su naturaleza descentralizada, nadie puede medir con precisión las emisiones totales de CO₂ de toda la red. El hecho de que algunas empresas afirmen ser “carbono neutrales” no se puede verificar de forma transparente.
Un ejemplo controvertido es un vídeo de Pierre Rochard (Riot Platforms) en el que midió los niveles de CO2 en una instalación minera y afirmó que las emisiones eran bajas. Pero los científicos argumentan que el dispositivo que utilizó no mide las emisiones provenientes de la generación de electricidad, que representa la mayor parte de las emisiones.
Además, algunas personas preguntan: La industria bancaria tradicional también consume enormes cantidades de electricidad (para edificios de oficinas, centros de datos, cajeros automáticos...), entonces, ¿es justo criticar solo a Bitcoin?
Fuente: https://dantri.com.vn/kinh-doanh/bitcoin-tieu-ton-dien-nhu-mot-quoc-gia-thai-khi-doc-nhu-nha-may-20250526162939251.htm
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