Según el Ministerio de Salud , la enfermedad de Whitmore (también conocida como melioidosis) es una enfermedad infecciosa en humanos y animales causada por la bacteria Burkholderia Pseudomallei.
La bacteria B. pseudomallei existe de forma natural en el suelo, puede contaminar fuentes de agua y se transmite principalmente a través de la piel cuando heridas abiertas entran en contacto directo con tierra, lodo o agua contaminados. Actualmente no hay evidencia de transmisión entre humanos ni entre animales.
La enfermedad causada por una bacteria carnívora no es una epidemia, pero es muy peligrosa si se contrae (fuente de la foto: internet).
Por consiguiente, la enfermedad de Whitmore es una enfermedad rara que no se propaga de forma epidémica. Se han registrado numerosos casos, principalmente en Australia y el Sudeste Asiático. En Vietnam, se descubrió por primera vez en 1925 y posteriormente apareció esporádicamente a lo largo de los años en algunas localidades. Los casos más recientes se detectaron en Dak Lak y Thanh Hoa, con casos fatales.
La enfermedad presenta manifestaciones clínicas muy diversas, es difícil de diagnosticar y puede ser mortal debido a complicaciones como neumonía grave, sepsis y choque séptico. Las personas con enfermedades subyacentes (diabetes, hepatopatía, nefropatía, neumopatía crónica, inmunodeficiencia, etc.) tienen un alto riesgo de contraerla.
La enfermedad se trata mediante el uso de antibióticos sensibles a las cepas de B. pseudomallei y medicamentos para tratar los síntomas y las complicaciones que los acompañan, al tiempo que se proporciona atención y enfermería para restablecer la salud del paciente.
Actualmente no existe una vacuna para prevenir la enfermedad de Whitmore. Las principales medidas preventivas son garantizar la higiene personal y ambiental, usar equipo de protección al trabajar en contacto con tierra, lodo o agua contaminados o en entornos insalubres, limpiar y desinfectar cortes, rasguños o quemaduras cutáneas contaminadas, y cocinar bien los alimentos y beber agua hervida.
Para prevenir proactivamente la enfermedad de Whitmore, el Departamento de Medicina Preventiva del Ministerio de Salud recomienda que las personas tomen medidas para limitar el contacto directo con el suelo y el agua contaminada, especialmente en zonas muy contaminadas. No se bañe, nade ni bucee en estanques, lagos o ríos en o cerca de zonas contaminadas.
Utilizar equipos de protección (zapatos, botas, guantes...) para quienes trabajan habitualmente al aire libre, expuestos a tierra, barro y agua sucia.
Asegurar la higiene personal, lavarse las manos regularmente con agua limpia y jabón, especialmente antes y después de preparar alimentos, antes de comer, después de usar el baño, después de trabajar en el campo.
Coma alimentos cocinados y beba agua hervida, garantice la higiene y seguridad de los alimentos; no sacrifique ni coma animales, ganado o aves de corral enfermos o muertos.
En caso de herida abierta, úlcera o quemadura, evite el contacto con tierra o agua potencialmente contaminadas. Si el contacto es inevitable, use una venda impermeable y lávese bien para garantizar la higiene.
Las personas con diabetes, enfermedades crónicas hepáticas, renales o pulmonares, e inmunodeficiencia, necesitan cuidado y protección de sus heridas para prevenir infecciones. Ante la sospecha de infección, acuda a un centro médico para consulta, examen, detección y tratamiento oportuno.
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