Además, cambiar formas estrictas de disciplina por medidas flexibles y positivas también plantea muchas preocupaciones: ¿cómo garantizar la disciplina manteniendo el valor educativo ?
De la regulación a la práctica
Según el Ministerio de Educación y Formación , la Circular 19 se aplica a las instituciones educativas con estudiantes que cursan programas de educación general y programas de educación continua en los niveles de secundaria y preparatoria. La Circular estipula las responsabilidades de las escuelas, directores, docentes, estudiantes, familias de estudiantes y el Departamento de Educación y Formación en la implementación y supervisión de las normas sobre recompensas y disciplina.
La novedad destacada de la Circular 19 es enfatizar el principio humanístico, para el progreso de los estudiantes, potenciar la autonomía y responsabilidad de los niveles de gestión; al mismo tiempo, promover la coordinación entre escuelas, familias y sociedad.
En cuanto a los principios de disciplina, la Circular 19 añade requisitos de respeto, tolerancia, imparcialidad y garantía de los derechos e intereses de los estudiantes. La Circular prohíbe estrictamente las medidas disciplinarias violentas, que atenten contra la dignidad y que afecten la salud física y mental de los estudiantes.
En consecuencia, se han eliminado medidas disciplinarias severas, como la reprimenda ante el Consejo Disciplinario, la advertencia ante todo el colegio, la suspensión de clases y la expulsión forzosa por un año. En su lugar, la Circular añade nuevas medidas, como la solicitud de disculpas y la redacción de una autocrítica.
El subdirector a cargo de la Escuela Secundaria Le Loi (distrito de Ha Dong, Hanói), Le Xuan Trung, afirmó: «La mayor ventaja de la Circular 19 es su humanidad, que demuestra preocupación, y la preocupación de la opinión pública por la excesiva laxitud de las nuevas medidas disciplinarias está bien fundada. Sin embargo, es necesario tener una visión integral de que educar y disciplinar a los estudiantes no es solo responsabilidad de la escuela, sino también de la familia y la sociedad. Los padres deben acompañar y detectar con prontitud cualquier manifestación inusual en sus hijos para coordinar estrechamente con los docentes. Además, la disuasión no se logra necesariamente con una severidad extrema; a veces, escuchar y comprender produce un impacto más profundo y sostenible».
Es necesario tener una visión integral de que educar y disciplinar a los estudiantes no es solo responsabilidad de la escuela, sino también de la familia y la sociedad. Los padres deben acompañar y detectar con prontitud cualquier manifestación inusual en sus hijos para coordinar estrechamente con los docentes. Además, la disuasión no se logra necesariamente con una severidad extrema; escuchar y comprender a menudo produce un impacto más profundo y duradero.
((Subdirector a cargo de la escuela secundaria Le Loi (distrito Ha Dong, Hanoi) Le Xuan Trung))
Desde la perspectiva del organismo gestor, el jefe del Departamento de Estudiantes (Ministerio de Educación y Formación), Hoang Duc Minh, enfatizó: «La Circular 19 aborda la cuestión de recompensar y disciplinar a los estudiantes de manera coherente con la Ley de Educación, la Ley de Emulación y Reconocimiento, la Ley de la Infancia y el ordenamiento jurídico vigente. En comparación con las regulaciones anteriores, la clara diferencia radica en la legalidad y la adecuación al contexto actual».
Según los expertos: La educación de los estudiantes no es solo responsabilidad del sector educativo, sino que también requiere una estrecha coordinación entre la familia y la sociedad. Dentro del marco legal, todas las infracciones se gestionan según su naturaleza, nivel y consecuencias, con base en la normativa vigente, como el derecho penal, la legislación de justicia juvenil, etc.
Es importante cambiar nuestra perspectiva sobre la disciplina: no para expulsar a los estudiantes del entorno educativo, sino para ayudarlos a progresar, a tomar conciencia de sí mismos y a corregir sus errores. Para los estudiantes de esta edad, la suspensión o expulsión no es apropiada, ya que es una decisión administrativa, no una actividad educativa, y puede ponerlos en riesgo de caer si no reciben la atención de la escuela y la familia.
Todo docente debe dedicarse a su profesión, tratar a los alumnos como a sus propios hijos, defender la ética docente, brindarles un trato justo y acompañarlos. Además, una educación eficaz solo se puede lograr con la cooperación de la escuela, la familia y toda la sociedad. En particular, los docentes desempeñan un papel de puente, intercambiando información regularmente con los padres para apoyar y ayudar al progreso de los alumnos.
Fuente: https://nhandan.vn/buoc-chuyen-trong-khen-thuong-ky-luat-hoc-sinh-post910345.html
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