Algunas personas creen que no se deben comer tomates verdes porque contienen altos niveles de toxinas. ¿Es cierto?
1. Información nutricional de los tomates verdes, tomates inmaduros
Los tomates verdes verdes contienen numerosas vitaminas, minerales y compuestos beneficiosos que contribuyen a la salud general. Según el maestro, doctor y practicante de medicina tradicional Nguyen Dinh Thuc, vicepresidente y secretario general de la Asociación de Medicina Oriental de Vietnam, numerosos estudios han demostrado que los tomates verdes contienen altos niveles de antioxidantes que ayudan a combatir el daño inflamatorio, regenerar los tejidos, reducir el colágeno que causa fibrosis y cicatrices, y suavizar la piel.
Los tomates verdes son ricos en vitamina C, un nutriente esencial para el sistema inmunitario y la salud de la piel. También contienen una cantidad significativa de potasio, que favorece la salud cardíaca y la función muscular.
El calcio y el magnesio son más abundantes en los tomates verdes que en los maduros. Estos minerales desempeñan un papel importante en la salud ósea y muchas otras funciones corporales.
Los tomates verdes son una rica fuente de fibra, que promueve la salud digestiva y ayuda a mantener niveles estables de azúcar en sangre. También contienen clorofila, que posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Aunque tienen un menor contenido de licopeno que los tomates maduros, los tomates verdes aún aportan otros antioxidantes beneficiosos como el betacaroteno y la vitamina E. Estos compuestos ayudan a proteger las células del estrés oxidativo.
Los tomates verdes son ricos en tomatina y solanina, sustancias químicas vegetales que aportan beneficios para la salud si se consumen con moderación. Estos compuestos pueden tener propiedades antibacterianas y anticancerígenas.
Algunas tradiciones culinarias incluso valoran la singularidad de los tomates verdes incorporándolos a platos como tomates verdes fritos o salsa de tomate verde.
Los tomates verdes aún tienen valor nutricional pero no deben consumirse en grandes cantidades.
2. ¿Qué compuesto de los tomates verdes puede causar intoxicación?
Los tomates verdes contienen solanina y tomatina, glicoalcaloides presentes de forma natural en la familia de las solanáceas. Estos compuestos actúan como defensa natural de la planta contra plagas y hongos. En los humanos, la solanina y la tomatina pueden ser tóxicas si se consumen en grandes cantidades. Los adultos que consumen aproximadamente 625 gramos de tomates verdes corren el riesgo de experimentar síntomas de intoxicación.
Los niveles de estos compuestos disminuyen a medida que los tomates maduran, lo que hace que los tomates maduros sean más seguros para el consumo. Es poco probable que el consumo de pequeñas cantidades de tomates verdes e inmaduros cause daño a la mayoría de las personas. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar indigestión o problemas gastrointestinales.
Los síntomas comunes de intoxicación por solanina incluyen:
- Náuseas, vómitos;
- Diarrea;
- calambres abdominales;
- Dolor de cabeza;
- Mareado...
Las personas con sistemas digestivos sensibles o trastornos digestivos pueden ser más susceptibles a estos efectos.
Si come tomates verdes, cocínelos, ya que el calor puede ayudar a reducir la cantidad de solanina. Si experimenta problemas digestivos persistentes después de comer tomates verdes, consulte a su médico.
Los tomates verdes contienen compuestos como la solanina y la tomatina.
3. Algunas personas deben tener cuidado con los tomates verdes.
Los tomates verdes contienen compuestos como la solanina y la tomatina, que pueden suponer riesgos para la salud si se consumen en grandes cantidades. Estas sustancias pueden afectar la salud digestiva y la salud general si se consumen en grandes cantidades.
Los tomates verdes no suelen ser tóxicos si se consumen con moderación, ya que contienen niveles relativamente bajos de compuestos como la solanina y la tomatina. Sin embargo, para minimizar los posibles riesgos asociados al consumo de solanina, las mujeres embarazadas, los niños pequeños y las personas con sistemas digestivos sensibles deben limitar su consumo.
En general, comer una pequeña cantidad de tomates verdes no es tóxico y, en algunos lugares, todavía se utilizan en la cocina. Sin embargo, es mejor consumir tomates maduros, ya que suelen contener más licopeno. Por lo tanto, es mejor consumirlos que consumir tomates verdes.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/ca-chua-xanh-co-doc-khong-172250116082931792.htm
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