Las arritmias son muy comunes y el número de casos de fibrilación auricular se ha duplicado en las últimas tres décadas, alcanzando aproximadamente 60 millones de casos en todo el mundo. Para investigar el vínculo entre la velocidad al caminar y el riesgo de arritmia, científicos de la Universidad de Glasgow, Escocia, Reino Unido, recopilaron datos sobre la velocidad al caminar de 420.925 personas con una edad promedio de 55 años, del Biobanco del Reino Unido y 81.956 personas que usaban monitores de velocidad al caminar.
Caminar a un ritmo promedio o rápido redujo el riesgo de todas las anomalías del ritmo cardíaco en un 18% en comparación con caminar lento.
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La velocidad lenta se define como caminar a menos de 5 km/h; la velocidad media es de 5 - 6,5 km/h; y la velocidad rápida es más de 6,5 km/h.
Durante un seguimiento medio de 13 años, 36.574 personas desarrollaron anomalías del ritmo cardíaco, incluidas: 23.526 fibrilación auricular; 19.093 otras arritmias; 5.678 frecuencia cardíaca anormalmente lenta; y 2.168 arritmias ventriculares.
Aproximadamente 4.117 de las 81.956 personas que llevaban los monitores también desarrollaron una arritmia.
Los resultados encontraron que los caminantes más rápidos tenían cinturas más pequeñas, pesaban menos, tenían mejor fuerza de agarre y niveles más bajos de factores de riesgo metabólico, incluidas las grasas en sangre y el azúcar en sangre en ayunas, así como niveles más bajos de inflamación.
En particular, después de tener en cuenta los factores influyentes, los resultados mostraron que caminar a un ritmo promedio o rápido redujo el riesgo de todas las anomalías del ritmo cardíaco en un 18%, en comparación con caminar lento. De éstos, el riesgo de fibrilación auricular se redujo en un 17%. En particular, las arritmias se redujeron en un 46% en comparación con la marcha lenta, según News Medical.
Pasar más tiempo caminando a un ritmo medio o rápido reduce el riesgo de arritmia en un 27%
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Caminar a un ritmo medio o rápido reduce el riesgo de arritmia en un 27%
Los resultados también mostraron que pasar más tiempo caminando a un ritmo promedio o rápido redujo el riesgo de arritmia en un 27%.
El efecto fue particularmente fuerte en mujeres, personas menores de 60 años, personas que no eran obesas y pacientes con presión arterial alta.
Pasar más tiempo caminando a un ritmo moderado a rápido reduce el riesgo de arritmia, concluyeron los investigadores. Caminar a paso ligero puede ser un ejercicio seguro y eficaz para reducir las arritmias, especialmente para los grupos de mayor riesgo.
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) define caminar a paso ligero como dar unos 100 a 120 pasos por minuto. Deberías poder hablar mientras caminas a paso rápido, pero no cantar.
Fuente: https://thanhnien.vn/cac-nha-khoa-hoc-tim-ra-cach-di-bo-cuc-tot-cho-tim-185250420083617677.htm
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