
El número Pi (π) se ha considerado durante mucho tiempo una de las constantes matemáticas más importantes, ya que representa la relación entre la circunferencia y el diámetro de un círculo. - Foto: AI
Pi (π) es un número irracional, con infinitos decimales y que no puede representarse exactamente como una fracción. Fue utilizado por los antiguos babilonios y griegos hace más de 4000 años. Los babilonios estimaron que Pi era aproximadamente 3,125, mientras que los griegos, como Arquímedes, utilizaron métodos geométricos para estimar que Pi se encontraba en el intervalo 3,140845 < π < 3,142857.
En la informática cotidiana, a menudo utilizamos valores aproximados como 3,14159 o 22/7, pero estos números no son lo suficientemente precisos para los problemas modernos, especialmente en mecánica cuántica y simulaciones de partículas elementales.
La fórmula para calcular Pi se publicó por primera vez en la revista Physical Review Letters en 2024, pero solo recientemente ha recibido una atención y un debate generalizados por parte de la comunidad científica internacional.
En el estudio, los físicos Arnab Priya Saha y Aninda Sinha del Instituto Indio de Ciencias desarrollaron un nuevo modelo cuántico para optimizar la simulación de las interacciones entre partículas. Sorprendentemente, durante el proceso de construcción del modelo, descubrieron una fórmula Pi completamente nueva. Esta fórmula permite realizar cálculos más precisos con menos pasos, lo que reduce significativamente la cantidad de datos procesados.
Saha y Sinha combinaron los diagramas de Feynman, una herramienta matemática que describe cómo interactúan y se dispersan las partículas, con la función beta de Euler, utilizada en la teoría de cuerdas. El resultado es una secuencia matemática especial que converge muy rápidamente al valor de π, lo que permite realizar cálculos mucho más rápido que con los métodos anteriores.
En otras palabras, los científicos ahora pueden calcular el valor de Pi con una precisión extremadamente alta sin tener que almacenar millones de dígitos.
En mecánica cuántica, simular las interacciones entre partículas diminutas requiere supercomputadoras y enormes cantidades de datos. La nueva fórmula de Pi optimiza este proceso, reduciendo el número de pasos de cálculo y manteniendo un alto nivel de precisión. Es un ejemplo clásico de optimización científica: lograr el mismo resultado con menos recursos.
Esto es especialmente importante en campos como la física de partículas, las simulaciones cosmológicas, la inteligencia artificial y los materiales cuánticos. La nueva fórmula de Pi permite a los científicos procesar datos más rápidamente, reduciendo los costes computacionales y abriendo la posibilidad de estudiar fenómenos que antes eran prácticamente imposibles de simular con precisión.
Según el Dr. Aninda Sinha, esta línea de investigación se propuso en la década de 1970, pero se abandonó debido a la excesiva complejidad de los cálculos. Gracias al desarrollo de la tecnología informática moderna y las matemáticas avanzadas, el equipo de investigación ha demostrado que el nuevo modelo converge más rápido de lo previsto, lo que hace que el cálculo de Pi sea más factible que nunca.
Aunque la nueva fórmula de Pi aún no tiene aplicaciones directas en la vida cotidiana, representa un importante avance para la ciencia fundamental. Esta investigación no solo amplía nuestra comprensión de Pi, sino que también muestra el potencial para acelerar los modelos cuánticos y resolver problemas complejos en el futuro.
Como comparte el Dr. Sinha: "Esta es la pura alegría de la ciencia teórica. Aunque no tenga aplicaciones inmediatas, abre nuevas puertas al conocimiento y la investigación".
Fuente: https://tuoitre.vn/cac-nha-khoa-hoc-tim-ra-cong-thuc-pi-hoan-toan-moi-sau-hang-ngan-nam-20250910091916157.htm






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