El 1 de junio, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, anunció que Washington había impuesto sanciones económicas y restricciones de visado a Sudán.
| Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos. (Fuente: Reuters) |
Esta medida se produce en medio de la preocupación por el prolongado conflicto y el sufrimiento generalizado en el país del noreste de África, ya que ambas partes no logran respetar un alto el fuego.
En tan solo seis semanas desde que estalló el conflicto en Sudán, más de 1,2 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, según estadísticas publicadas el 31 de mayo por la agencia humanitaria de las Naciones Unidas (ONU).
Anteriormente, Estados Unidos hizo numerosos llamamientos a todas las partes para que frenaran el conflicto y cumplieran con el alto el fuego, y advirtió que tomaría medidas enérgicas.
En una rueda de prensa posterior a la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, celebrada durante dos días del 30 de mayo al 1 de junio en Oslo (Noruega), el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró: "Estamos estudiando las medidas que podemos adoptar para aclarar nuestra postura hacia cualquier líder que esté llevando a Sudán por el camino equivocado".
El diplomático estadounidense describió la situación en Sudán como "extremadamente frágil".
Mientras tanto, el Departamento de Estado de EE. UU. afirmó: "Una vez que las fuerzas demuestren claramente con sus acciones que se toman en serio el cumplimiento del alto el fuego, Estados Unidos y Arabia Saudita están dispuestos a continuar facilitando las conversaciones suspendidas para encontrar una solución negociada a este conflicto".
El ejército de Sudán dinamitó bases paramilitares el 31 de mayo tras retirarse de las conversaciones de alto el fuego, acusando a las fuerzas paramilitares de violar la tregua para recibir ayuda.
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