Según informó Bloomberg el 11 de junio, los funcionarios europeos están negociando para mantener el flujo de gas a través de un gasoducto vital entre Rusia y Ucrania, mientras se apresuran a evitar que el conflicto entre Rusia y Ucrania dañe aún más los suministros de energía al continente.
Europa ha estado intentando reducir su dependencia del gas ruso, pero algunos países de Europa del Este siguen recibiéndolo a través de gasoductos que atraviesan Ucrania, según Bloomberg. Ese acuerdo de tránsito expira a finales de año y, con el conflicto aún en curso, la mayoría de los analistas de mercado creen que el flujo acabará por interrumpirse.
Sin embargo, funcionarios gubernamentales y empresas europeas están negociando con sus socios en Ucrania sobre cómo mantener el flujo de gas el próximo año, informó Bloomberg, citando a personas familiarizadas con el asunto.
Ideas factibles
Una de las opciones que se barajan es que las empresas europeas compren gas a Azerbaiyán y lo inyecten en los gasoductos rusos que lo transportan a Europa, según fuentes cercanas al asunto. Este acuerdo permitiría a Europa evitar la incomodidad de comprar gas ruso en un momento en que la Unión Europea intenta limitar los ingresos de Moscú.
La idea cobra cada vez más fuerza, ya que parece contar con apoyo en Kiev. Ucrania recaudó alrededor de mil millones de dólares en concepto de derechos de tránsito en 2021, una fuente vital de financiación para su economía, devastada por el conflicto. También preocupa que los oleoductos en desuso puedan convertirse en objetivos militares o deteriorarse hasta un punto en que su reparación resultaría extremadamente costosa.
«Hay dos factores a tener en cuenta», declaró Oleksiy Chernyshov, director ejecutivo de Naftogaz, el gigante energético estatal ucraniano, a Bloomberg el 10 de junio. «Uno es que Ucrania cuenta con una excelente infraestructura de transporte y almacenamiento de gas que debería utilizarse. Y Ucrania tiende a priorizar el uso de esta infraestructura porque aporta numerosos beneficios».
El director general descartó cualquier plan de cooperación con el gigante energético ruso Gazprom PJSC y afirmó que el tránsito de gas desde Azerbaiyán “podría ser una posibilidad”.
Obreros caminan entre tuberías y válvulas en la planta de gas de Dashava, Ucrania, 2014. Foto: Newsweek
Las partes implicadas, entre ellas la empresa estatal de energía de Azerbaiyán, SOCAR, el Ministerio de Energía de Azerbaiyán, el gobierno ruso y Gazprom, no respondieron a la solicitud de comentarios de Bloomberg sobre la idea.
En teoría, el plan de gas de Azerbaiyán podría beneficiar a Rusia si se implementara como un acuerdo de intercambio, en el que Rusia suministraría gas azerbaiyano a la UE, mientras que Azerbaiyán enviaría gas "ruso" a otros lugares, lo que permitiría a Bruselas mantener su embargo comercial sobre Moscú.
La idea de los intercambios es común en el mercado del petróleo y el gas, y se utiliza cuando las partes no pueden transportar combustible de un lugar a otro. Bakú ha intentado repetidamente aumentar las exportaciones de energía a Europa, pero el gasoducto de Azerbaiyán hacia la UE ya opera a plena capacidad y el país no tiene conexión directa con la red de Kiev.
Aún negociando
Las conversaciones se encuentran en una fase inicial y las decisiones no se tomarán hasta finales de este año, cuando expire un acuerdo de tránsito de gas entre la rusa Gazprom y la ucraniana Naftogaz y la demanda energética invernal ejerza más presión sobre Europa, según fuentes familiarizadas con el asunto.
Quedan muchos detalles por concretar y aún no está claro si se llegará a un acuerdo. Los acontecimientos sobre el terreno también podrían ser un factor determinante, según Bloomberg.
Uniper SE, la gigante gasística que el gobierno alemán nacionalizó cuando la crisis energética la llevó al borde del colapso, se ha sumado a las conversaciones, según fuentes cercanas al asunto. Un portavoz de Uniper declinó hacer comentarios. Un portavoz del Ministerio de Economía alemán afirmó que el gobierno está en conversaciones con la UE.
Eslovaquia es uno de los países clave que podrían beneficiarse de un acuerdo de este tipo, y el primer ministro eslovaco, Robert Fico, habló sobre esta posibilidad el mes pasado tras un viaje a Azerbaiyán, sin dar detalles.
«Ahora depende de las negociaciones entre empresas como la rusa Gazprom, empresas azerbaiyanas, ucranianas y otras para acordar las condiciones económicas y los precios», declaró Fico a la prensa en mayo. «Si lo consiguen, Eslovaquia podrá importar gas de Azerbaiyán, parte del cual se quedará en Eslovaquia y parte pasará por otros países».
Un portavoz del gobierno en Bratislava declinó hacer más comentarios. El Ministerio de Energía de Austria, otro país que se beneficiaría si la idea se materializara, no respondió a la solicitud de comentarios.
Gasoducto ruso que atraviesa Ucrania hasta Europa. Foto: Financial Times
Rusia sigue enviando unos 15.000 millones de metros cúbicos de gas a Europa cada año, principalmente a Eslovaquia y Austria, donde Moscú continúa siendo el principal proveedor. En Austria, el gas ruso ha cubierto más del 80% del consumo de este país centroeuropeo durante cinco meses consecutivos. Europa también importa gas natural licuado (GNL) ruso por vía marítima.
Desde que Rusia lanzó su extraordinaria operación militar en Ucrania hace más de dos años, la UE ha impuesto numerosas restricciones a las relaciones económicas con Rusia, poniendo fin gradualmente a las importaciones de petróleo y carbón, pero nunca ha sancionado el gas ruso, a pesar de los frecuentes debates sobre si hacerlo o no.
La Comisión Europea (CE), el órgano ejecutivo de la UE, considera que el bloque puede resistir la interrupción del tránsito de gas por Ucrania por parte de Rusia sin afrontar riesgos de seguridad importantes. Su plan consiste en recurrir a proveedores alternativos e impulsar una ambiciosa estrategia climática que incluya un mayor uso de energías renovables y una mayor eficiencia energética.
Pero hay un tema del que los políticos europeos prefieren no hablar: los precios del GNL. Además del suministro ruso, Europa también importa GNL de fuentes transatlánticas, como Estados Unidos. Los precios del GNL han caído significativamente desde su máximo a mediados de 2022, pero aún se sitúan por debajo del precio medio del gas que Europa recibe de Rusia por gasoducto .
Minh Duc (Según Bloomberg, RT, Precio del Petróleo)
Fuente: https://www.nguoiduatin.vn/chau-au-tran-tro-tim-cach-de-dong-khi-dot-qua-ukraine-tiep-tuc-chay-a667847.html






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