En lugar de simplemente tumbarnos en la cama e intentar quedarnos dormidos, estos hábitos nos ayudarán a tener un sueño mejor y más saludable.
Un tercio de la vida humana lo pasamos durmiendo, por lo que la base del cuidado de la salud es dormir lo suficiente y tener un sueño de calidad. Solo un sueño adecuado permite la regeneración celular y nos llena de energía. Trasnochar o no dormir lo suficiente afecta sin duda el estado mental, reduce la productividad laboral e incluso disminuye la resistencia, lo que puede provocar diversas enfermedades. Según estudios, las personas mayores que viven más tiempo suelen tener estos cuatro buenos hábitos nocturnos antes de acostarse. Son hábitos que todos deberíamos adoptar si queremos prolongar nuestra vida.
Evita acostarte tarde y duerme lo suficiente por la noche.
Según las estadísticas, las personas mayores de 100 años tienen en común que suelen acostarse y levantarse temprano. El horario más habitual entre las personas longevas es acostarse entre las 9 y las 11 de la noche y levantarse entre las 5 y las 6 de la mañana. Sin embargo, debido a las apretadas agendas, cada vez más personas tienen el hábito de trasnochar, lo que significa que no pueden acostarse a las 9 de la noche. Para mantener una buena salud y prolongar la vida, es necesario mantener un horario de sueño regular, acostarse a la misma hora todos los días y procurar no acostarse después de las 11 de la noche. Trasnochar suele alterar el reloj biológico y debilitar el sistema inmunitario, aumentando así el riesgo de enfermedades.
Además, se recomienda dormir entre 8 y 10 horas por noche, el tiempo óptimo para que el cerebro y el cuerpo se recuperen. Si bien las personas tienden a dormir menos con la edad, mantener un sueño adecuado por la noche contribuye a aumentar la longevidad, mejorar la función cerebral y fortalecer el sistema inmunitario, además de proporcionar más energía al organismo.
Remojo de pies
En la medicina tradicional, los pies siempre se han considerado un importante punto de acupuntura del cuerpo. Cuidar bien los pies contribuye a mejorar la salud. En particular, después de un día agotador, remojar los pies en agua caliente antes de acostarse aporta numerosos beneficios inesperados. No solo favorece la circulación sanguínea y reduce el estrés y la ansiedad, sino que también mejora la calidad del sueño.
Sumergir los pies en agua tibia (entre 37 y 40 grados Celsius) durante aproximadamente una hora antes de acostarse puede reducir la fatiga, favorecer la circulación sanguínea en las extremidades inferiores y relajar los músculos del cuello. Sin embargo, conviene limitar el tiempo de remojo a 20 minutos y es mejor interrumpirlo cuando empiece a sudar la espalda o la cabeza.
Complementa la nutrición adecuada
Para prolongar la vida, los suplementos nutricionales son tan importantes como el sueño o la fuerza física. Consumir mucha fibra y beber mucha agua son buenos hábitos que deben mantenerse regularmente. Según un estudio de salud realizado en Estados Unidos desde 2002 con 96.000 personas, quienes siguen una dieta rica en pescado y vegetales son los más longevos. Se ha demostrado que una dieta rica en pescados grasos (como el salmón, la caballa y el atún) también aumenta la capacidad de prevenir ciertos tipos de cáncer e inflamación. Además, conviene incluir sardinas, anchoas y bacalao en nuestra dieta, ya que son pescados con bajas concentraciones de mercurio y otros químicos, menos dañinos para el organismo.
Haga ejercicio con moderación, no demasiado cerca de la hora de acostarse.
Dedica 30 minutos al día a hacer ejercicio después de las comidas, como caminar o practicar yoga, lo que puede ayudarte a aumentar la resistencia y relajar tanto el cuerpo como la mente. Sin embargo, antes de acostarte, debes limitar el ejercicio intenso para evitar estimular el sistema nervioso central, lo que podría causar dificultades para dormir o incluso insomnio.
En resumen, además de prestar atención al sueño y a las actividades nocturnas ligeras, las personas mayores que desean tener una vida saludable también deben corregir los hábitos que perjudican su salud. Deben intentar no acostarse tarde, comer en exceso ni consumir alimentos ricos en grasas. Las personas de mediana edad y mayores deben llevar una alimentación científicamente equilibrada, controlar regularmente la presión arterial, los lípidos en sangre y la glucemia, y realizarse electrocardiogramas, ecografías y radiografías al menos una vez al año.
Nguyen An
Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/nguoi-song-tho-thuong-lam-4-dieu-nay-ban-dem-chi-can-co-1-thoi-quen-trong-so-do-thi-xin-chuc-mung-172241224090928179.htm






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